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Los protagonistas de la Copa recuerdan que la final “es fútbol, no hay nada más”
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AMBAS PLANTILLAS ESPERAN ANSIOSAS A QUE LA POLÍTICA PASE A UN SEGUNDO PLANO

Los protagonistas de la Copa recuerdan que la final “es fútbol, no hay nada más”

Esta noche el Vicente Calderón acoge la final de la Copa del Rey. Aunque parezca una evidencia parece que muchas personalidades de este país todavía no

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Los protagonistas de la Copa recuerdan que la final “es fútbol, no hay nada más”

Esta noche el Vicente Calderón acoge la final de la Copa del Rey. Aunque parezca una evidencia parece que muchas personalidades de este país todavía no se han dado cuenta de que lo verdaderamente importante es un partido de fútbol que comenzará a las diez de la noche y acabará casi dos horas después con un equipo campeón y otro derrotado. Esta es la esencia del fútbol y estos días se ha ido disolviendo entre polémicas de todo tipo: protestas nacionalistas, declaraciones de políticos, pitidos al himno, quejas por las ‘fan zones’… Ayer Bielsa recordaba que este partido “despierta la sensibilidad de los pueblos español, vasco y catalán” y días antes Piqué daba un golpe sobre la mesa cuando declaró: “Es fútbol, ya está, no hay más”. El defensa azulgrana recordó que la final es, simplemente, fútbol: “Al final queremos hablar mucho y sacar las cosas de contexto. Es fútbol, vamos a salir, del minuto uno hasta el noventa, a intentar ganar. La gente que se dedica a ciertas cosas debería preocuparse de eso. Luego si quiere, que dé su opinión pero ya está, nada más”.

Es un deporte que mueve masas. En las grandes citas es capaz de unir a todo un país haciendo olvidar, de forma temporal, los problemas que ahogan el día a día. Da la oportunidad de evadirse, de compartir sentimientos, de reír y de llorar, de aprender una serie de valores. Sobre esto y muchas cosas más versa el deporte rey. El fútbol atesora un gran poder que esta semana de nada ha servido en España porque casi nadie recuerda que lo verdaderamente importante esta noche ocurrirá dentro del recién plantado césped del Vicente Calderón. Sólo los verdaderos protagonistas son conscientes de ello pero muy pocos les han prestado atención en los días previos a la gran final. El fútbol ha quedado relegado a un segundo plano y se ha aprovecha la última cita del curso futbolístico español para crear todo tipo de situaciones en las que el tinte deportivo brilla por su ausencia.

Desde el momento en el que se conocieron los finalistas, el fútbol dejó de importar. Las protestas se vienen gestando desde hace meses pero en la última semana se han desarrollado con más fuerzas. Un día se pedía inundar el Calderón con banderas independentistas, al siguiente se volvía a hablar de la famosa pitada al himno y era entonces cuando Esperanza Aguirre solicitaba la suspensión de un partido al que, finalmente, no asistirá mientras el presidente del Athletic iniciaba un boicot para ‘vengarse’ de la negativa del Real Madrid a ceder el Santiago Bernabéu. Unos y otros se han dedicado a apoyar y censurar todo este tipo de gestos (políticos). Ni rastro de las especulaciones sobre el once titular del Barcelona o del Athletic. Nadie parece recordar que hoy será el último partido de Guardiola al frente del mejor equipo del mundo. Escasean las teorías acerca de la fortaleza mental con la que saltarán los ‘leones’ después de luchar como gladiadores en Europa y caer en el partido que más duele o sobre el planteamiento defensivo culé con Alves y Puyol como bajas fundamentales. Y mucho menos han reparado que la Copa del Rey es un título al que ambos equipos se aferran para no cerrar un temporada en blanco después de superar la adversidad y luchar hasta la extenuación, caso del Bilbao, o de ver cómo el eterno rival pasaba por encima iniciando un posible cambio de ciclo que el Barcelona creyó que nunca llegaría.

Básicamente, se esperaba que el guión de la final de Copa fuera éste pero no se ha cumplido. Los verdaderos protagonistas esperan ansiosos a que Fernández Borbalán marque el inicio del encuentro para olvidar todos los matices políticos y recordar que la esencia del acontecimiento pasa por lo que suceda con el balón de fútbol esta noche en el Vicente Calderón. Por eso, a partir de las diez sólo se hablará de fútbol, del campeón de Copa 2012 y todo lo demás no quedará en un segundo plano y sí en el olvido.

Esta noche el Vicente Calderón acoge la final de la Copa del Rey. Aunque parezca una evidencia parece que muchas personalidades de este país todavía no se han dado cuenta de que lo verdaderamente importante es un partido de fútbol que comenzará a las diez de la noche y acabará casi dos horas después con un equipo campeón y otro derrotado. Esta es la esencia del fútbol y estos días se ha ido disolviendo entre polémicas de todo tipo: protestas nacionalistas, declaraciones de políticos, pitidos al himno, quejas por las ‘fan zones’… Ayer Bielsa recordaba que este partido “despierta la sensibilidad de los pueblos español, vasco y catalán” y días antes Piqué daba un golpe sobre la mesa cuando declaró: “Es fútbol, ya está, no hay más”. El defensa azulgrana recordó que la final es, simplemente, fútbol: “Al final queremos hablar mucho y sacar las cosas de contexto. Es fútbol, vamos a salir, del minuto uno hasta el noventa, a intentar ganar. La gente que se dedica a ciertas cosas debería preocuparse de eso. Luego si quiere, que dé su opinión pero ya está, nada más”.