La reunión del viernes cerrará la final de Copa: el 25 de mayo en el Calderón

El debate abierto por la falta de fecha y lugar definitivos para la celebración de la final de Copa del Rey quedará zanjado este viernes. Para ese día está prevista la reunión definitiva entre los clubes participantes, FC Barcelona y Athletic Club, con la Real Federación Española De Fútbol (RFEF), y allí se va a certificar que el partido se juegue definitivamente el viernes 25 de mayo en el estadio Vicente Calderón de Madrid.

Los movimientos en la sombra en busca de un acuerdo habrían dado sus frutos. La RFEF ha determinado finalmente que no se va a esperar a cuál es la marcha de los equipos españoles en la Liga de Campeones, cuya final se disputa el sábado 19 de mayo en Múnich, para cerrar la fecha del desenlace de la Copa. Así, fuentes federativas han admitido a este diario que el partido que cierra la temporada de clubes se jugará en el día previsto desde el verano pasado.

A la hora de establecer el calendario del presente curso, se dejó en suspenso la final copera, abriendo una opción para que se jugase el domingo 20 de mayo si ninguno de los clubes españoles alcanzaba la final de Champions. Una vez desarrollada la competición continental, el propio Barça junto con el Real Madrid se encuentran camino del Allianz Arena muniqués, y la RFEF ha decidido no depender de esta lucha y acabar cuanto antes con todos los interrogantes alrededor de la llamada 'fiesta del fútbol español', un día que conlleva el traslado masivo de aficionados de los dos equipos participantes.

Acotada la fecha, quedaba el lugar, que es lo que más polémica ha traído. Por la casi equidistancia, la capital de España era la ciudad deseada por Barça y Athletic, y el Santiago Bernabéu, por su gran aforo, el estadio predilecto de ambos clubes. Pero el dueño de este coliseo, el Real Madrid, anunció que tenía previstas para esas fechas unas obras de acondicionamiento de sus instalaciones. Por ello, y sin llegar a haber solicitud oficial, la RFEF lo descartó, no sin enfado por parte del eterno rival de los blancos.

Tras ponerse sobre la mesa las posibilidades de jugar en Barcelona (opción a la que los bilbaínos se opusieron totalmente) o en Valencia (donde se jugó en 2009 con idénticos protagonistas y la tendencia de los equipos este año es intentar no repetir escenario), el Vicente Calderón se perfiló como el único lugar que satisface a todas las partes. La Federación era la más reacia a usar este recinto, pero parece que ha terminado por ceder ante la insistencia de los equipos. Allí se celebró la última final celebrada en Madrid (2008), por lo que este gran partido regresaría a la capital cuatro años después, tras dos finales en Mestalla (2009 y 2011) y una en el Camp Nou (2010).

Tras Coldplay, el Calderón cambiará el césped

El propio Atlético de Madrid, tras la polémica entre Madrid y Barça por el Bernabéu, se ofreció hace unos días para acoger la final copera, que dicho sea de paso, deja algo de dinero en las arcas del anfitrión. El principal contratiempo era la celebración del concierto de los británicos Coldplay el domingo 20 de mayo, lo que hacía imposible celebrar allí el Barça-Athletic en esa fecha. Pero el Atlético aseguró que en cinco días es capaz de dejar listo su terreno de juego, replantando el césped tras el multitudinario evento musical, y que el viernes 25 se podrá celebrar la final en la ribera del Manzanares con total normalidad.

La confirmación oficial se hará pasado mañana en la sede federativa de Las Rozas (Madrid), tras el citado encuentro de los interesados. Así será salvo modificaciones inesperadas de última hora. Ambas directivas ya se han resigando a contar con muchas menos entradas de las deseadas. El aforo del Calderón (54.851 espectadores) es muy similar al de Mestalla, donde el año pasado se repartieron en el Madrid-Barça 20.000 entradas para cada afición, una vez descontadas las que los organizadores y la seguridad explotan para sus intereses.

El motivo de que se juegue la final de la Copa del Rey, a la sazón Campeonato de España de fútbol, en viernes es que ese día (25 de mayo) es la víspera de la fecha donde UEFA y FIFA obligan a los clubes a liberar a sus internacionales de cara a la Eurocopa que se iniciará el 8 de junio en Ucrania y Polonia. Por cierto, que el seleccionador español, Vicente del Bosque, ya se ha resignado a contar con sólo diez días para preparar tan importante cita, donde la Roja defiende título.