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Un sueco, madridista confeso, impide que Mourinho se marche feliz de Moscú
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WERNBLOOM MARCA A BALÓN PARADO, ALGO QUE SE HA CONVERTIDO EN HABITUAL

Un sueco, madridista confeso, impide que Mourinho se marche feliz de Moscú

Hubo unos años en los que el Real Madrid se especializó en lograr que todos los exjugadores blancos a los que se enfrentaba aparecieran en su

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Un sueco, madridista confeso, impide que Mourinho se marche feliz de Moscú

Hubo unos años en los que el Real Madrid se especializó en lograr que todos los exjugadores blancos a los que se enfrentaba aparecieran en su camino y terminaran por marcar ante los que fueron sus compañeros. Era una constante. Tanto, que los dirigentes incluyeron la cláusula cagazo por la que un jugador que era cedido no podía enfrentarse al Real Madrid. Pero en lo que no habían caído era que un madridista de 'pro' marcara y encima en el último minuto. Y es que Wernbloom, autor del empate del CSKA (1-1) en el minuto 93 de la ida de los octavos de Champions, es seguidor del Real Madrid y acérrimo del equipo que dirige Mourinho. Toda Suecia lo sabe porque nunca lo ha ocultado. Se considera admirador de la entidad blanca, pero este martes disfrutó marcando un gol a 'su' equipo. 

Mourinho no se mostró nada cariñoso con el sueco, que inició el partido revolucionado en exceso. "Benzema se marchó lesionado, pero pensé que lo iba a hacer por culpa del número 3, que dio mucho". Ya antes del partido se hablaba de la filiación madridista del centrocampista y que incluso pertenecía a una peña sueca del Real Madrid. Para mayor gloria suya, el propio futbolista escandinavo reconoció tras el choque que sus tantos se cuentan con contagotas: "Soy un centrocampista defensivo. Lo mío no es marcar goles. Yo sólo marco en días de fiesta, aunque de joven jugué de delantero", aseguró feliz. 

Segundo partido consecutivo en el que Mourinho aprecia más defectos que virtudes a su equipo. Si ante el Racing habló de un partido sin brillo, ante el CSKA hizo referencia a la ausencia de felicidad cuanto ésta pudo ser completa. Eso sí elogió el empate por tratarse de un resultado de un encuentro disputado lejos de casa en Europa. "Sin hacer nada del otro mundo, hemos tenido la posibilidad de marcar un segundo gol, pero tampoco es tan malo este resultado. Lo peor es que podía haber sido mejor. No estoy contento pero tampoco demasiado triste. Esto no es drama. Ya nos pasó lo mismo el pasado año en Lyon y nos clasificamos para cuartos. Ellos tampoco hicieron nada para marcar, pero trabajaron y eso importa. No es un drama". 

El Real Madrid ha pasado de recibir goles en los primeros minutos a hacerlo en el último del partido. En lo que no ha habido cambio alguno es en lo de recibirlo a consecuencia de una jugada a balón parado. Mallorca, Zaragoza, Barcelona y Levante han marcado de idéntica manera. La falta de concentración es algo que puede parecer evidente cuando se reciben tantos de esa manera. "No he visto bien este gol, había mucha distancia. En algunos goles a balón parado sí que se puede hablar de esa falta de atención. No lo sé". También lazó un mensaje dirigido al árbitro. "Lo que sí tengo claro es que antes de la falta del gol hubo otra a Ronaldo que no quiso ver el árbitro. Le vi en la Supercopa y pensaba que podía cambiar. Los árbitros también se equivocan".

Hubo unos años en los que el Real Madrid se especializó en lograr que todos los exjugadores blancos a los que se enfrentaba aparecieran en su camino y terminaran por marcar ante los que fueron sus compañeros. Era una constante. Tanto, que los dirigentes incluyeron la cláusula cagazo por la que un jugador que era cedido no podía enfrentarse al Real Madrid. Pero en lo que no habían caído era que un madridista de 'pro' marcara y encima en el último minuto. Y es que Wernbloom, autor del empate del CSKA (1-1) en el minuto 93 de la ida de los octavos de Champions, es seguidor del Real Madrid y acérrimo del equipo que dirige Mourinho. Toda Suecia lo sabe porque nunca lo ha ocultado. Se considera admirador de la entidad blanca, pero este martes disfrutó marcando un gol a 'su' equipo. 

José Mourinho