Sainz y Verstappen: con hambre para 'comerse' a Lotus y algún 'hermano mayor'

“Este no es el mejor circuito para nosotros, y todavía podemos ser capaces de rendir bien, calificar delante de Lotus -nuestros principales rivales- y estar cerca de los Red Bull. Les espera una carrera difícil, especialmente en relación con los neumáticos. Mucho dependerá de la estrategia, pero tenemos un buen coche”, advertía Max Verstappen. El holandés saldrá noveno y Carlos Sainz lo hará desde la décima posición.

Dos buenas posiciones para que los jóvenes de Toro Rosso entren en los puntos, superen a los Lotus en la clasificación de constructores (les separan seis puntos) e intenten sacarle los colores a sus ‘hermanos mayores’, o al menos darles un pequeño susto. La escudería de Faenza tendrá la ventaja de que sus gomas en las tandas largas funcionan muy bien, al contrario que en otros equipos. Además, si llueve será otro punto a favor, y tanto Grosjean, como Maldonado y Ricciardo salen más atrás.

“Nos pasa de todo siempre”

“Nos hemos quedado cerca de la Q3, pero llevamos un fin de semana bastante complicado, nos falta mucho ‘grip’ de atrás, no acabamos de entender bien las ruedas, se sobrecalientan después de dos curvas y perdemos todo el ‘grip’ que hay”, explicó Sainz acerca de las gomas blandas, las cuáles el equipo no ha terminado de entender y el rendimiento del monoplaza se ha visto afectado.

El viernes, Verstappen y Sainz terminaron con el decimocuarto y el decimoquinto mejor tiempo de los libres y veían “muy complicado” pasar a la Q3. Pero el problema lo han ido “resolviendo poco a poco”, y el holandés logró pasar el último corte (fue décimo) y Sainz se quedó a las puertas: duodécimo (tiene la ventaja de unos juegos de neumáticos sin usar) a tres décimas. Posteriormente delantaron posiciones gracias a las sanciones a Ricciardo y Nasr. Con este resultado, en su batalla particular en la clasificación de los sábados empatan a nueve. La última cita de Abu Dabi decidirá el vencedor.

También, el madrileño explicó algunos fallos dentro del monoplaza que no le han impedido correr al máximo pero que sí le han podido distraer. No obstante, no quiere justificaciones: “Y si, aparte de eso (problema con las gomas) le sumas que he hecho toda la calificación sin el ‘dashboard’ (panel de control del volante) funcionando… Como siempre, demasiados problemas que nos complican la vida. Pero es así, esperemos que se acaben pronto, porque no es por poner excusas pero nos pasa de todo siempre”.

No hay mal que por bien no venga

“Con los medios perdemos menos ‘grip’ de atrás, que no es lo común en nuestro coche, normalmente el medio va peor, pero aquí no, por eso no entendemos porque aquí de repente el medio nos funciona mejor”, señaló el piloto madrileño. No hay mal que por bien no venga. Los neumáticos no han funcionado según lo esperado y en el caso de las gomas medias ha sido para bien. Además, el coche ha mejorado y el ritmo para la carrera se estima competitivo. Al contrario que otros equipos, quienes sufrieron problemas en esta parcela el viernes, y quizá no hayan podido resolverla en los últimos entrenamientos.

“Por la parte positiva tengo que decir que el coche iba mejor”, confesó Sainz, que el viernes coincidía con su compañero de equipo en que había mucho trabajo por hacer. “Tenemos un buen coche y estoy muy entusiasmado”, dijo Verstappen. Confirmó el progreso Jody Egginton, jefe de rendimiento del monoplaza: “Es un coche más equilibrado y predecible”. “Y lo más importante del equilibrio es poder hacer que no se desgasten las ruedas”, aclaró Verstappen.

Sainz cambió rápido el chip, como hace habitualmente, y dejó a un lado los inconvenientes del fin de semana buscando ya el hambre para la cita brasileña. “Ahora tenemos una carrera que hacer y estoy contento con mi posición en la parrilla de salida y podemos elegir la estrategia de neumáticos. Creo que podemos tener una buena carrera”.