Las 'celebrities' trasladaron el paseo de la fama al paddock de Austin

El multimillonario Carlos Slim; los oscarizados directores George Lucas y Ron Howard; actores como Rupert Grint (el mejor amigo de Harry Potter), Luke Wilson, Patrick Dempsey (el doctor en Anatomía de Grey y piloto en la ‘American Le Mans Series’), Joey Triviani y Ross Geller de Friends (en realidad se llaman Matthew LeBlanc y David Schwimmer) y James Woods, entre otros; artistas como Enrique Iglesias o el famoso PSY y su ‘Gangam Style’; y gente deportista como Mario Andretti y Rubens Barrichello (expilotos de F1 e IndyCar), Dario Franchitti (IndyCar), Tim Duncan (estrella de la NBA), Robby Gordon (NASCAR), Nick Watney (golfista), Michael Johnson (atleta), CJ Wilson (beisbolero), Ben Spies (MotoGP) o protagonistas de la NFL tan destacados como Mike Renfro, (Dallas Cowboy), Doug English (Detroit), Brad Shearer (Chicago Bear), Jeff Campbell (Denver Bronco)… Todos y cada uno de ellos provocan que, más allá del espectáculo en pista, la Fórmula 1 aplauda la decisión de viajar hasta Estados Unidos.

Si Bernie Ecclestone pudiera establecer un gran premio urbano por el paseo de la fama de Hollywood no tendría problemas en agotar el presupuesto que hiciese falta en tela roja para confeccionar la alfombra más larga del mundo. ‘Celebrities’, ‘glamour’, gente VIP… es el otro lado de la Fórmula 1, el paddock, tan importante para Bernie como lo que se cuece en la pista. Toda persona célebre es considerado como un imán para las cadenas de televisión, aficionados y un gancho estupendo para que los sponsor sepan que una inversión en Fórmula 1 significa ‘lo más’.

El ruido de un motor y el olor de la gasolina conviven con el sonido de unos tacones o el de un brindis provocado con un par de copas de champán. El ambiente que rodea a la Fórmula 1 debe ser cool, atractivo y, para ello, es imprescindible la participación de personajes populares. Los famosos arrojan una imagen de triunfo, dinero y poder que está en sintonía con los valores que tiene el paddock del Gran Circo. En este sentido, los organizadores trabajaron en el aspecto extradeportivo para atraer al ‘show’ a tanto personaje popular.

Los ingredientes necesarios para vender bien la F1 en Estados Unidos

Por el GP de Estados Unidos se han podido ver desfilar a un buen puñado de celebrities que le han situado como número uno en el campeonato del ‘famoseo’ en este 2012. Por el éxito en las gradas y el espectáculo sobre el asfalto, también puede considerarse uno de los mejores fines de semana del año.

Sin el toque carismático y lujoso de Mónaco, los rostros conocidos que se han dejado ver este fin de semana en Austin han dado la razón a quienes piensan que la F1 debe viajar, como poco, una vez al año a territorio norteamericano.

“Todo está bien. Todo el mundo está feliz. Es bueno cuando se hace algo y funciona. El gobernador dijo que habría más multitud el año que viene”. Ecclestone manifestó su satisfacción por el GP de Estados Unidos, más si cabe cuando “hace doce meses no se sabía incluso que iba a haber una carrera”.

Además del triunfo fuera del trazado, dentro también hubo espectáculo suficiente como para que los asistentes tengan ganas de repetir para el próximo año, programado para el fin de semana del 17 de noviembre, siendo la penúltima carrera del año, como ahora.