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Agag y Bañuelos no pegan tiros al aire con la 'Fórmula 1 eléctrica'
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EL PROYECTO FUE IMPULSADO POR LA UNIÓN EUROPEA Y CUENTA CON COLABORADORES DE PRESTIGIO

Agag y Bañuelos no pegan tiros al aire con la 'Fórmula 1 eléctrica'

El Formula Electric Championship en el que Alejandro Agag y Enrique Bañuelos se han involucrado no es un capricho empresarial ni tampoco un proyecto de iluminados.

Foto: Agag y Bañuelos no pegan tiros al aire con la 'Fórmula 1 eléctrica'
Agag y Bañuelos no pegan tiros al aire con la 'Fórmula 1 eléctrica'

El Formula Electric Championship en el que Alejandro Agag y Enrique Bañuelos se han involucrado no es un capricho empresarial ni tampoco un proyecto de iluminados. Porque parte en su origen de un impulso político de la propia Unión Europea de motivaciones económicas y medioambientales.

En este contexto, la elección como promotor del campeonato de 'Fórmula E Holdings' tiene mayor alcance de lo que puede presumirse a primera vista. Aunque el potencial del campeonato es todavía una incógnita y cuenta con las limitaciones propias de una tecnología relativamente embrionaria, para Agag y Bañuelos podría suponer la entrada en un universo tecnológico y empresarial de enorme potencial futuro.

Porque, además, en el proyecto participa a través de un acuerdo de colaboración Lord Paul Dryson, uno de los mayores visionarios y emprendedores en torno al deporte automovilístico y las tecnologías alternativas de energía, antiguo ministro de dos gobiernos británicos y protagonista también de una exitosa carrera empresarial.

Objetivo estratégico para la industria europea

Antonio Tajani, comisario europeo de Industria, solicitó a Jean Todt en 2011 la creación de diferentes campeonatos con vehículos de energía eléctrica, desde karts a monoplazas "estilo Fórmula 1", como una plataforma que sirviera a los fabricantes para ampliar horizontes y desarrollo en torno a esta energía. Para Tajani,  "una de las prioridades de mi mandato era la apertura real y firme de la conversión de la industria automovilística europea al coche eléctrico”, ante el temor de que la misma pierda terreno frente a la china y la americana.

Todt impulsó inmediatamente la petición de Tajani a través de una comisión creada exprofeso y dirigida por Burhard Goeschel, antiguo ejecutivo de BMW.  Aunque de refilón, el anuncio del FEC supone también más presión para Bernie Ecclestone y ayuda a poner en evidencia la imagen ‘verde’ de la Fórmula 1, en su resistencia por incorporar la nueva motorización que quiere imponer la FIA para 2014 (propulsores más pequeños y eficientes de consumo, y con mayor tecnología híbrida).

Una brillante carrera empresarial

En este contexto se inscribe el proyecto de Agag y Bañuelos, elegidos por la FIA como promotores del certamen. También participa la empresa francesa Formulec, a cargo del desarrollo del monoplaza. Pero especial credibilidad  y aval otorga  la presencia de  Lord Paul Drayson y su empresa Drayson Racing Technologies, que ha firmado ha firmado un acuerdo como ‘Scientific Advisor’ con Fórmula E Holdings en calidad asesor para el posicionamiento científico y tecnológico del FEC, así como de otras y áreas relacionadas con la propulsión eléctrica.

El antiguo parlamentario y ministro del gobierno británico cuenta con una posición de vanguardia en este campo, tanto en el terreno empresarial, como en el tecnológico y deportivo. Dryson, entre otros proyectos, creó PowderJectPharmaceutical, convertida en una de las empresas líderes de biotecnología en Gran Bretaña, proyecto que en diez años pasó de tres a mil empleados, salió a bolsa, y fue vendida posteriormente por 500 millones de libras en 2003. 

También en compañía de su esposa, Dryson dio rienda suelta a su pasión por la competición y fundó Drayson Racing Technologies tras abandonar la cartera de Defensa con Tony Blair en 2007. Fruto de su visión personal, el equipo de competición se convertiría en una empresa dedicada a incorporar energías alternativas para el automovilismo deportivo. 

Un ministro piloto

Lord Dryson se tomó entonces dos años sabáticos para perseguir su sueño. Siempre quiso ser piloto de carreras a pesar de nacer con visión en un solo ojo, lo que obstaculizaba sus afanes al volante. Sin arredrarse, emigró al automovilismo americano con su propio equipo, y finalmente logró la licencia para competir en las 24 Horas de Le Mans de 2009, que corrió con un Aston Martin de bioetanol de segunda generación.

Sin embargo, dada su brillante trayectoria, Gordon Brown le requirió nuevamente como ministro en 2008, esta vez de Ciencia e Innovación, cargo que quiso compatibilizar con su carrera de piloto, exigiendo a Brawn que le permitiera continuarla para no frustrar los avances deportivos logrados hasta el momento.

¿El vehículo eléctrico más rápido del mundo?

Fue desde esta cartera cuando Lord Dryson comprendió definitivamente,y  con información de primera mano, el desafío real que está suponiendo el cambio climático, lo que reforzó su convicción para abrir nuevos horizontes. ¿El siguiente salto? Incorporar la energía eléctrica de manera  competitiva a los coches de carreras como plataforma de desarrollo para vehículos convencionales.

Y así, en su sede de Oxford, de 7500 m3, Paul Dryson ha emprendido uno de los proyectos deportivos más avanzados de electrificación de un coche de competición: el Lola B12/69 EV,  un chasis convencional que compite en Le Mans y en las carreras de resistencia, al que se le ha incorporado un motor totalmente eléctrico. En Drayson Racing Technologies persiguen fabricar el vehículo eléctrico más rápido del mundo, y parece que están en camino de lograrlo.

Vínculo con la potente industria del motor británica

Pero, sobre todo, los empresarios españoles se vinculan una personalidad de enorme influencia y extensa agenda empresarial gracias a su posición como presidente honorario de la Motorsport Industry Association (MIA). Dicha entidad agrupa a la potentísima industria del motor en Gran Bretaña, integrada por cuatrocientas empresas de proyección internacional, con una facturación anual total entre ellas cercana a los cinco mil millones de libras. Además, Dryson también es miembro de la Comisión de Energías Alternativas de la FIA.

Por todo ello, quizás quienes desdeñen de antemano el Fórmula Electric Championship deberían pensarlo dos veces. Al menos, por el momento.

El Formula Electric Championship en el que Alejandro Agag y Enrique Bañuelos se han involucrado no es un capricho empresarial ni tampoco un proyecto de iluminados. Porque parte en su origen de un impulso político de la propia Unión Europea de motivaciones económicas y medioambientales.

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