La espiral autodestructiva de la Federación Española de Natación

Nada le hacía más ilusión que la cita que se celebrará en Barcelona, su casa, dentro de seis meses. Los Mundiales de Natación, que se disputarán el próximo mes de julio, iban a suponer el broche de oro a una trayectoria extraordinaria en la natación sincronizada. Una carrera deportiva truncada de forma abrupta debido a los graves problemas internos de la Federación Española de Natación, inmersa en una espiral de autodestrucción que no tiene fin.

Andrea Fuentes, la capitana del equipo español de natación sincronizada, anunciará el próximo miércoles su retirada en una rueda de prensa que se celebrará en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat del Vallès (Barcelona), en la que explicará los motivos que le han llevado a tomar una decisión que venía madurando desde principios de año, cuando dejó de entrenar.

La mujer española con más medallas olímpicas (tres platas y un bronce en tres Juegos), 13 metales en Mundiales (un oro, seis platas y seis bronces) y 11 en Europeos (cinco oros y seis platas) no ha tomado la decisión de retirarse por los problemas de espalda que arrastró meses atrás, sino porque desde la Federación se le ha hecho la vida imposible, como explican fuentes de su entorno.

“Sobre las noticias publicadas recientemente, estoy plenamente recuperada de mis lesiones que atañen a cualquier deportista de élite. Aclararé en breve y ante los medios de comunicación mi situación actual y sobre mi futuro. Gracias a todos por vuestro apreciado apoyo y espera”, ha escrito la nadadora en su cuenta de Twitter después de que la propia Federación le presionara para que adujera sus problemas en la espalda para justificar su adiós.

La nadadora española, de 29 años, no se siente cómoda con el nuevo cuerpo técnico de la selección, dirigido ahora por Esther Jaumà, después de que Anna Tarrés fuera despedida por Fernando Carpena, presidente de la Federación Española de Natación.

El desencadenante de los acontecimientos se produjo el pasado mes de junio, poco antes de la cita olímpica de Londres, cuando Andrea Fuentes dio su apoyo a Lluís Bestit en las elecciones a la Presidencia de la Federación de Natación a las que también se presentó Fernando Carpena para su reelección.