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Pablo Berástegui: "Donostia 2016 pretende unificar el tejido roto tras años de violencia"
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entrevista con el director general del proyecto

Pablo Berástegui: "Donostia 2016 pretende unificar el tejido roto tras años de violencia"

La capital guipuzcoana inaugura esta semana la Capitalidad Europea de la Cultura centrada en fomentar la convivencia y la paz a través de más de un centenar de actividades culturales

Foto: Pablo Berástegui, director general de Donostia 2016
Pablo Berástegui, director general de Donostia 2016

Con más de 80 actividades arranca a partir de mañana la inauguración de Donostia / San Sebastián 2016. La capital guipuzcoana se estrena como Capital Europea de la Cultura, junto a la ciudad polaca de Breslavia, y estrena un año de música, cine, danza, teatro y actos centrados en la paz y la convivencia. De hecho, 'Cultura para convivir' es el lema de esta Capitaldad, que estará centrada en el fomento del respeto y la convivencia tras años sufriendo la lacra del terrorismo de ETA pero también con la vista puesta en un mundo donde se suceden ataques y conflictos producto de la intolerancia, tal y como recuerda el director general de Donostia 2016, Pablo Berástegui.

La inauguración de Donostia 2016 comienza este día 20 con la Tamborrada en honor a San Sebastián. El día 22 abrirá la exposición '1966 | Gaur Konstelazionak | 2016', en el Museo San Telmo, centrada en el efímero Grupo Gaur, formado por Oteiza, Chillida, Sistiaga, Basterretxea o Zumeta, que se dio a conocer en la Galería Barandiaran hace medio siglo, y el plato fuerte llegará el sábado 23 con el espectáculo Puente de la Convivencia en la zona del puente María Cristina. Además, [puede consultar la programación completa aquí] junto a los festivales más clásicos de la ciudad como el de cine o de jazz, Music Box Festibala y Stop War Festibala (25 a 27 de marzo con músicos locales e internacionales) se unirán a intervenciones artísticas, teatro, danza, el arte urbano de.Street tARTar o la celebración de la Cumbre Europea de la Diversidad Lingüística (8 a 10 de diciembre).

P: Han planteado Donosti 2016 como una celebración muy enfocada en la convivencia y la paz. ¿Quieren cerrar heridas?

R: Cuando presentamos la candidatura a Capital Europea de la Cultura ETA estaba en activo y, de alguna manera, se vislumbraba que podía estar cerca el final. La candidatura nace de la necesidad de unificar el tejido que se había roto en los últimos años de violencia. Nuestra candidatura tenía dos lemas: 'Cultura para la convivencia' y 'Olas de energía ciudadana'. El primero incidía directamente sobre esto, mientras que el segundo tenía que ver con la forma de hacerlo y hacerlo juntos. Ahora hemos sintetizado ambas ideas en 'Cultura para convivir'. Nos interesaba la idea del verbo convivir como una acción que apela a los ciudadanos y trasladar la idea de que convivir es responsabilidad de cada uno de nosotros. Y luego - y es algo que ya no solo tiene que ver con lo sufrido por la violencia de ETA en este país-, como decía Jacques Delors hace 20 años uno de los retos del siglo XXI de Europa iba a ser aprender a convivir, algo que desgraciadamente se ha puesto de manifiesto con los últimos acontecimientos. Tenemos que aprender a respetar a quien piensa diferente a nosotros y ver cómo vivimos juntos. Nuestro proyecto surgía de una propia necesidad de nuestro entorno pero ahora es una preocupación compartida con otros muchos lugares.

P: En este caso la esencia está en entender la cultura como elemento transformador de la sociedad. ¿Qué puede hacer la cultura por la convivencia?

R: No es responsabilidad de la cultura resolver todas estas cuestiones. pero puede contribuir y aportar instrumentos, metodologías y herramientas para facilitar la convivencia. El presidente del Donostia International Physics Center, Pedro Miguel Echenique, me decía que la ciencia y el arte son dos formas de conocer el mundo. El arte, tradicionalmente, ha servido para comprender aquello que no somos capaces de entender directamente. En ese sentido, pensamos que la cultura, más allá del mero disfrute estético, puede jugar un rol, y eso tiene que ver mucho con el origen del proyecto Capital Europea de la Cultura. Melina Mercouri planteó hace 31 años que entendía este programa como una oportunidad de usar el lenguaje artístico y cultural como un lenguaje común europeo que trascendiera a los diferentes pueblos que construimos Europa. Es una forma de poner en valor la diversidad de los pueblos que formamos la UE y, al mismo tiempo, ponemos de manifiesto que pertenecemos a un espacio común. Por tanto, desde el origen este proyecto tenía ese rol instrumental de la cultura, es decir no era solamente la cultura por la cultura sino con un uso. Nosotros decimos que nuestro programa es un medio para un fin, y nuestro fin es intentar aprender a convivir y dotarnos de un marco de convivencia mejor, que seamos capaces de promover una sociedad más respetuosa con los derechos humanos, más solidaria y más inclusiva. Y eso lo hacemos a través de actividades culturales, que en sí mismas son atractivas pero que en última instancia persiguen dejar un legado de convivencia y respeto.

Nuestro fin es intentar aprender a convivir y ser capaces de promover una sociedad más respetuosa, más solidaria y más inclusiva

P: Donostia es per se una ciudad muy cultural. Sólo el Festival de Cine ya es un polo de atracción bárbaro. ¿Qué legado esperan dejar en la ciudad tras la Capitalidad?

R: San Sebastián lleva mucho tiempo siendo una ciudad de servicios y turismo con una muy buena imagen internacional -es uno de los primeros destinos de turismo gastronómicos- y grandes acontecimientos culturales como el Festival de Cine, el de Jazz o la Quincena Musical. Lo que se pensó en su momento era de qué manera podíamos aportar algo a la ciudad, al país y a Europa. Cómo podemos hacer uso de este marco que son las Capitales Europeas de la Cultura y de un programa de actividades para facilitar el conocimiento del otro y el mutuo entendimiento. El legado no es dejar más proyectos culturales o festivales, que habrá algunos que tendrán continuidad, sino aprender desde esta experiencia a convivir.

P: ¿Qué inversión y qué retorno esperan de Donostia 2016?

R: Nuestro proyecto es un tanto singular y no se basaba únicamente en un retorno numérico. Creemos que eso será un resultado subsidiario. Si la ciudad es capaz de demostrar que es una ciudad viva, culturalmente inquieta, respetuosa e inclusiva será más atractiva y, por tanto, generará más visitantes y más riqueza, pero no es nuestro objetivo inicial ni tenemos proyecciones de ingresos. Desde el alto el fuego ha aumentado del turismo y, por eso, aquí lo más importante era reconstruir ese tejido que estaba dañado y hacer una sociedad más fuerte y, por tanto, más rica.

P: ¿Cuál es la inversión? ¿Y cómo les ha ido con el mecenazgo?

R: Para hablar de la inversión hay que valorar desde que la candidatura es elegida Capital Europa de la Cultura y se crea la fundación, en 2012, hasta 2018, que es el tiempo que se extiende el programa para asegurar el legado y dar continuidad a los proyectos más interesantes. En conjunto, es un poco inferior a 50 millones de euros. Es un presupuesto razonable, un poco inferior a otras ciudades capitales europeas de la cultura de países de poder adquisitivo equivalente e inferior al inicial que se elaboró al comienzo de la crisis.

Donostia 2016 cuenta con un presupuesto cercano a los 50 millones de euros y un 15% lo aporta capital privado

En cuanto a las captaciones de capital privado, no ha sido sencillo porque las empresas han sufrido mucho con la crisis y nuestra evolución ha sido fluctuante, por lo que no siempre ha sido sencillo trasladar la suficiente tranquilidad a las empresas para que se sumaran al proyecto. Al final el objetivo era que el 25% del presupuesto procediera de empresas privadas y vamos a estar en torno al 15%.

P: Aunque estamos hablado de un acontecimiento de excepcional interés público -con las desgravaciones fiscales que esto implica-, ¿una reforma de la Ley de Mecenazgo les hubiera favorecido?

R: Como sabe, nosotros tenemos una Hacienda Foral y en la central el hecho de estar considerado como acontecimiento de máximo interés hace que a las empresas no les afecte la Ley de Mecenazgo porque ya tenemos el tratamiento de máxima ventaja fiscal. Si es cierto que si hubiera habido más incentivos, quizás hubiera sido más sencillo pero realmente no depende de la ley. En nuestro caso ha sido más el contexto propio. El proyecto ha tenido avatares y ha sufrido momentos delicados -trata temas controvertidos que no son fáciles para alinear a todas las visiones de una misma ciudad o país- y es un proyecto basado más en procesos, algo que hace sea más difícil de trasladar a las empresas. Creo que tiene que ver con nuestra propia idiosincrasia y con las circunstancias exteriores. Aun así creo que va a ser razonable el peso del capital privado para los momentos en los que vivimos.

placeholder Imagen de Donostia (Efe)
Imagen de Donostia (Efe)

P: Hablemos de las actividades culturales. Una de las más importantes es la exposición 'Tratado de paz', en la que colaborará una veintena de museos de todo el mundo con obras de Goya, Rubens, Zurbarán, Picasso, Le Corbusier, Hans Haake o Nancy Spero.

R: Es el proyecto, por envergadura, más ambicioso de los que vamos a poner en marcha. Nace de una premisa: ver desde la Escuela de Salamanca, del siglo XVI, hasta el presente cómo el arte ha representado los acuerdos de paz. Habitualmente la guerra es más protagonista de las Bellas Artes y nos interesaba ver cómo ha ido evolucionando la representación de los acuerdos y tratados de paz. Es un proyecto de carácter enciclopédico que se ha desarrollado bajo la dirección de Santiago Eraso, que fue el impulsor del proyecto de candidatura, y la dirección artística de Pedro G. Romero, y tendrá diferentes exhibiciones. La principal es una exposición en San Sebastián [Museo San Telmo y Koldo Mitxelena Kulturunea] que recorrerá 500 años de obras de arte de colecciones de museos como El Prado, el Bellas Artes de Bilbao, el MACBA o el Pompidou, en el que se mezclarán obras canónicas con arte contemporáneo. Además, habrá otras exhibiciones llamadas 'Casos de Estudio', que son pequeñas muestras sobre momentos históricos importantes en el entorno de San Sebastián como la Paz de los Pirineos, que se firmó en una pequeña isla del río Bidasoa y se hará en el Museo Vasco de Bayona, o sobre el Guernica, con una exposición de los cuadros que acompañaron en su itinerancia a la obra de Picasso desde que se presenta en París hasta que recala en Nueva York.

P: También tendrán presencia en Donostia 2016 dos de los grandes acontecimientos culturales del año: los V Centenarios de las muertes de Cervantes y Shakespeare. ¿De qué manera?

R: Les vamos a rendir un homenaje a través de dos producciones que actualizan sus obras. En el caso de Cervantes, y el colaboración con el CDN, 'Tratos' es una versión actualizada de 'Los tratos de Argel'. Vamos a traerla al presente hablando de la inmigración y el arte como terapia, ambientado la obra en el sur de Europa y los actores serán personas que han vivido en primera persona la migración. Y sobre Shakespeare, 'El sueño de una noche de verano' saldrá del teatro y se representará en el bosque, en parque Cristina Enea. Vamos a hacer una obra experiencial. La obra comienza con una boda y los espectadores lo primero que harán es ser los invitados de un banquete nupcial en el que está trabajando el Basque Culinary Center con un menú de seis platos inspirado en Shakespeare y, después, el público se adentrará con los novios en el bosque.

P: De la gran cantidad de actividades que han preparado para este año, ¿cuál cree que son las que mejores recogen la esencia de Donostia 2016?

R: Creo que el conjunto es muy coherente con las premisas de Donostia 2016. Yo destacaría muchas actividades que tienen un perfil más bajo pero que tienen mucho que ver con el objetivo de construir ciudad y mejorar la convivencia, además de que se complementan con otras propuestas más visibles. Destacaría 'Conversaciones', una actividad que trabaja sobre el diálogo como poder constructivo y que hacemos en colaboración con los principales festivales y agentes culturales de la ciudad y el territorio para poner en marcha actividades relacionadas con nuestros valores y realizarlas conjuntamente.

Con más de 80 actividades arranca a partir de mañana la inauguración de Donostia / San Sebastián 2016. La capital guipuzcoana se estrena como Capital Europea de la Cultura, junto a la ciudad polaca de Breslavia, y estrena un año de música, cine, danza, teatro y actos centrados en la paz y la convivencia. De hecho, 'Cultura para convivir' es el lema de esta Capitaldad, que estará centrada en el fomento del respeto y la convivencia tras años sufriendo la lacra del terrorismo de ETA pero también con la vista puesta en un mundo donde se suceden ataques y conflictos producto de la intolerancia, tal y como recuerda el director general de Donostia 2016, Pablo Berástegui.

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