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El libro tiene futuro: micromecenazgo
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los autores amplían sus ganancias

El libro tiene futuro: micromecenazgo

Autores que obtienen el 50% de los beneficios de sus libros, tiradas variables en función de la atención, sin DRM para compartir el e-book... esto es el futuro

Foto: Un joven lee un libro en la feria de Frankfurt (EFE)
Un joven lee un libro en la feria de Frankfurt (EFE)

Hace unos años parecería imposible, pero hoy Paul Kingsnorth puede presumir de haber financiado a través de una campaña de micromecenazgo la publicación de su libro The Wake y encima haber llegado con él a finalista de los premios Man Booker Prize, los más prestigiosos de Gran Bretaña, anunciados hace diez días. Si además se tiene en cuenta que el libro está escrito en un inglés inventado por el autor, a caballo entre el antiguo y el moderno, y que el libro fue rechazado por casi todas las editoriales de su país, su éxito resulta aún más admirable.

Pero para sus editores, la empresa y editorial británica Unbound.com, cuyo modelo de negocio se basa en el crowdfunding, la histórica nominación de The Wake a estos premios no hace sino reflejar el paso de gigante que ha dado la edición independiente en la última década. Si todos los modelos económicos en los que se apoyaban las diferentes facetas de la cultura se han ido derrumbando por la irrupción en nuestras vidas de internet, era lógico que también el de los libros sufriera cambios. Y aunque han llegado más tarde que al mundo del cine o de la música, todo parece indicar que ellos han aprendido de los errores de los otros y la era dorada del crowdfunding también va a contribuir a engordar nuestras estanterías. Aunque sea poco a poco.

“Antes nos llegaban unas cinco propuestas diarias. Desde la nominación de The Wake nos llegan unas 25. Mucha gente te envía una sinopsis de lo que quieren escribir. Nosotros la valoramos y si vemos que puede tener potencial le ofrecemos al autor nuestra plataforma para que venda su idea y recaude lo necesario para que podamos publicarlo. Las tiradas varían en función del interés que despierte el proyecto. Hemos hecho algunas de 400 y otras de 5.000” explica a El Confidencial Dan Kieran, uno de los tres socios fundadores.

Procedentes del mundo del libro, John Mitchinson, Justin Polard y Kieran decidieron aunar su experiencia para montar una empresa que funciona exactamente igual que una editorial en lo que a edición se refiere, aunque precisan de algo que antes no se tenía en cuenta, y que resulta clave en este siglo marcado por el ‘yo’: la implicación del autor en la recaudación de fondos y la relación directa con el lector a lo largo del proceso de escritura o edición. “Los libros que más se venden son aquellos en los que el autor se esfuerza por dar a conocer su proyecto entre su público potencial. Sin su implicación lo más probable es que fracasen” explica Kieran.

Una plataforma española

En eso coinciden todas las plataformas de micromecenazgo (de libros y de cualquier cosa) como Libros.com, fundada por el español Roberto Pérez en marzo de 2012. “La implicación del autor es clave. Hasta ahora el autor no se relacionaba con sus lectores hasta que el libro no llegaba alas librerías. Desde que el autor empieza a concebir su libro está en contacto con sus futuros lectores. Es muy enriquecedor también como editorial. Dejamos participar en el proceso al autor, editor, lector, librerías...Permitimos a los lectores ver la evolución de las portadas, ofrecemos los manuscritos corregidos, el autor recibe respuestas de sus lectores. Es bueno para todos, y por supuesto, también para las ventas”, explica Pérez a El Confidencial desde Berlín, donde trabaja parte de su equipo.

Y luego siempre queda el e-book, que ellos venden sin DRM,igual que Unbound. “El libro siempre ha sido un objeto que se comparte. Es absurdo limitar su intercambio digital. Eso es un error que han cometido las grandes librerías, pero las pequeñas entendemos mejor el negocio”, explican desdeUnbound, algo que enLibros.comtambién se entiende así.

Sin rentabilidad

En estas pequeñas librerías-productoras-editoras también la relación económica con los autores es diferente a la de la edición clásica: tras cubrir los gastos de edición y publicación con la campaña de micromecenazgo,Unboundreparte los beneficios al 50% con sus autores.Y no hay royalties. EnLibros.comse repartían beneficios y había royalties, pero desde septiembre eso cambiará y también le ofrecerán al autor la mitad de la facturación más un pequeño adelanto tras la campaña. “Creemos que el autor tiene que ganar más, hacer este reparto es posible y es lo que nos parece justo”,afirma Perez.

En Libros.com sólo publican a autores en español. Su joven fundador procede del mundo de las puntocom y aunque no tenía experiencia en el sector editorial se lanzó con un grupo de amigos a montar esta plataforma y con el olfato que da el haber trabajado en el mundo digital, buscaron el mejor dominio posible, aunque hubiera que comprarlo. Claro que conseguirlo les ha costado dinero y aún lo están pagando, pero no se arrepienten porque llamarse Libros.com tiene mucho potencial comercial. Y mientras Unbound se apoyó en inversores externos para arrancar y establecerse, Libros.com se ha financiado a través del dinero que Perez y sus colaboradores aportaban a la empresa realizando labores de consultoría. Ninguna de las dos empresas es rentable aunque ambas afirman rozar esa quimera.

“Estamos cerca de ser rentables”, asegura el responsable de Libros.com. “También depende de cuánto gastes. Tenemos una estructura muy pequeña y no nos hace falta gastar mucho más para conseguir un mayor volumen de negocio. Hemos conseguido tener una base sólida: un buen producto, un equipo pequeño, muy comprometido, con funciones muy delimitadas y libros interesantes. Ahora el objetivo es publicar a autores más consagrados que tengan mayor recorrido y aumentar el volumen de publicaciones”,explica Pérez.

Lo primero que editaron fue Los trabajos y los días, de Lorenzo Silva (antes de que le concedieran el Premio Planeta) y desde entonces han publicado unos cuarenta más, en su mayoría autores mucho menos conocidos. Tienen dos docenas de libros en campaña y se muestran muy ilusionados con uno de los próximos títulos que editarán: Peor habría sido tener que trabajar, del ex periodista de El País especializado en tribunales José Yoldi. Según Pérez “dará mucho que hablar”.

Hace unos años parecería imposible, pero hoy Paul Kingsnorth puede presumir de haber financiado a través de una campaña de micromecenazgo la publicación de su libro The Wake y encima haber llegado con él a finalista de los premios Man Booker Prize, los más prestigiosos de Gran Bretaña, anunciados hace diez días. Si además se tiene en cuenta que el libro está escrito en un inglés inventado por el autor, a caballo entre el antiguo y el moderno, y que el libro fue rechazado por casi todas las editoriales de su país, su éxito resulta aún más admirable.