Es noticia
"Las instituciones españolas son 100% racistas con el flamenco"
  1. Cultura
Entrevista a ricardo pachón

"Las instituciones españolas son 100% racistas con el flamenco"

El legendario productor de Camarón y Pata Negra analiza las claves de su nuevo y premiado documental, 'Triana pura y dura'

Foto: Fotograma del filme de Pachón
Fotograma del filme de Pachón

Se le conoce como productor de La leyenda del tiempo (1979), la obra más moderna de Camarón. También ha trabajado con figuras como Lole y Manuel, Kiko Veneno y Pata Negra, entre muchos otros. Ricardo Pachón (Sevilla, 1937) presenta ahora el documental Triana pura y dura, ganador del festival In-Edit 2013, donde explica la expulsión de los gitanos del emblemático barrio sevillano.

El hilo conductor de la cinta es un concierto de 1983, celebrado en el Teatro Lope De Vega, que sirvió como despedida para ese flamenco popular, horizontal, a pie de calle (entre los guitarristas, puede verse a un jovencísimo Raimundo Amador). En la siguiente entrevista, Pachón denuncia el racismo institucional respecto a los gitanos (desde la cadena Cuatro hasta la junta de Andalucía) y señala el peligro de extinción que amenaza al flamenco.

¿Dirías que el flamenco está desapareciendo?

placeholder Ricardo Pachón

Pues sí. La cosa está cada vez más difícil. Ya no sabes qué decir cuando vienen extranjeros a Sevilla, recomendados por amigos, buscando flamenco que no sea espectáculo o tablao. Quieren presenciar la antigua celebración, que cada vez es más difícil encontrar. Han cambiado los sistemas de vida y ya no quedan barrios gitanos unidos como era la cava de Triana ni poblaciones gitanas compactas en pueblos como Utrera o Lebrija. Cuesta mucho acceder a ese tipo de fiesta íntima y real.

El asunto es peliagudo porque hoy a todo se le llama flamenco. Hemos llegado a paradojas tan grandes como el Estatuto de Autonomía de Andalucía se arroga las competencias exclusivas del flamenco. Al abrigo del artículo 68, se definen como flamenco cosas como los trovos de la Alpujarra, los verdiales de Málaga o las sevillanas. Eso no es lo que muchos entendemos como flamenco.

En 2011 denunciaste que se había montado un congreso internacional del flamenco donde no se invitó a ningún gitano. ¿Se está solucionando este problema?

Parece que va a desaparecer el flamenco tradicional y que vamos hacia el flamenco espectáculo

No. Aquel congreso tenía ochenta y un asesores, varios de ellos extranjeros, pero ni un solo gitano. Ahora ha vuelto a repetirse la jugada en el segundo congreso, que se ha celebrado en Córdoba. Está lleno de antropólogos, políticos y agentes comerciales, pero han vuelto a despreciar por completo a los gitanos, que son quienes han creado esta cultura. Tendrían que haber llamado a la familia de los Peña de Lebrija, que incluye a cantaores como El Lebrijano o a estudiosos como Pedro Peña. Menosprecian también a la gente de Jerez. Parece que va a desaparecer el flamenco tradicional y que vamos hacia el flamenco espectáculo.

Estoy hablando de la diferencia entre la comunicación frontal (que va desde el artista a un espectador que paga la butaca) y la comunicación circular (que son esas fiestas horizontales a las que he tenido el privilegio de asistir por mi edad). Me refiero a reuniones en torno a Diego del Gastor en Morón o en torno a la Perrata en Lebrija o a Fernanda de Utrera. He estado en bautizos, bodas y reuniones donde no hay espectadores ni artistas, sino que todos son participantes. Pueden durar horas o incluso días y no hay ninguna motivación económica. Allí es donde llega el duende, la catarsis y lo que haga falta. Estas fiestas tienen muy poco que ver con el espectáculo.

placeholder 'Triana, pura y dura'

Ahora los artistas llega en Mercedes a un teatro y cantan pensando en acabar cuanto antes. Yo recuerdo festivales como los Potajes de Utrera o los Gazpachos de Morón donde la gente estaba deseando que acabase el festival porque en la peña El Gallo o en tal restaurante te ibas a encontrar a Antonio Mairena o Fernanda de Utrera cantando a gusto, de verdad, hasta el amanecer. Ese tipo de flamenco, si no ha desaparecido, está a punto de marcharse.

¿Qué opinas de la institucionalización del flamenco?

Se están obviando las dificultades técnicas del flamenco para dar cancha a los flamenquitos en las radiofórmulas

Tal y como lo están planteando ahora mismo, es mejor que se retiren las instituciones. No me duele la boca decir que tienen un enfoque cien por cien racista. Se está potenciando una intelectualidad del flamenco donde crecen antropólogos como champiñones. Se hacen másters de flamenco donde sales sabiendo mucha historia, pero no te enseñan a hacer palmas por bulerías, ni sabes la métrica del flamenco, ni distinguir la soleá de la seguiriya. El flamenco tiene una métrica complicada, que combina ritmos binarios con ternarios. No es una música masiva porque es difícil de escuchar. Si ha quedado en arte de minorías es precisamente por eso. Esas dificultades del flamenco se están obviando ahora para dar cancha a los flamenquitos en las radiofórmulas. Cada año es más complicado encontrar flamenco bueno.

Viendo el documental, parece que las autoridades de Sevilla siempre han sido hostiles con los gitanos.

Al no tener instituciones, los gitanos no están capacitados para hacer tanto daño.

Por supuesto, pero no solo las de Sevilla. Desde los Reyes Católicos, a finales del siglo XV, siempre ha sido así, al menos hasta la Ley de vagos y maleantes de 1933, que se ha estado aplicando hasta hace dos días. Creo que hay cuarenta o cincuenta leyes españolas en contra de ellos. En Triana hay un prisión de gitanos de 1749, que habilitó Fernando VI. A todos los hombres de Triana y niños mayores de siete añosse los llevaron a Cádiz a remar en galeras. A las mujeres las separaron en ciudades amuralladas para que no siguieran reproduciéndose.
Carlos III fue el primer rey que les concedió la condición de ciudadanos españoles. Pero, vamos, sigue vivo un racismo latente, que también hay que decir que es mutuo, porque a los gitanos tampoco les hacemos gracia nosotros. Lo que pasa es que, al no tener instituciones, los gitanos no están capacitados para hacer tanto daño.

¿Qué mejoró para los gitanos con la llegada de la democracia?

placeholder Fotograma del filme

Por lo menos, ahora votan en las elecciones. Desgraciadamente, no hay un partido o asociación fuerte que los agrupe, pero formalmente están mejor. Hay más participación en bienes sociales, por ejemplo las pensiones, de las que antes estaban excluidos. También hay que decir que ellos rehuían todo eso: para evitar el servicio militar, inscribían en el registro a todos sus hijos con nombre de mujer. Pero también te encontrabas gitanos con ocho o diez hijos que no recibían ninguna ayuda estatal. Ahora existe un Instituto de Cultura Gitana dentro del Ministerio de Cultura. Han crecido las asociaciones civiles y se les trata con más dignidad.

El documental es muy crítico con el barrio de las Tres Mil Viviendas. ¿Qué problemas ha causado?

Las Tres Mil Viviendas son un experimento urbanístico desastroso

El éxodo hacia allí empieza a finales de los sesenta. Tras la expulsión de Triana, cuatro familias se quedaron en el Tardón, que está cerquita, mientras los demás se fueron al polígono de San Pablo o a la Corchuela. Les echaron de Triana para meterlos en casas de uralita sin sanitarios, que fueron mejorando poco a poco, hasta que fue llegando el agua corriente. Las Tres Mil Viviendas son un experimento urbanístico desastroso donde se mezclaron gitanos de Triana con gitanos canasteros, que no tienen nada que ver, además de que llegaron otros marginados. La solución económica fue la venta de drogas y eso acabó en una serie de desastres familiares que antes eran impensables.

En Triana había un senado de personas mayores, provenientes de los clanes herreros, que mediaba en los conflictos. Los gitanos de Triana tenían todos trabajo: eran carniceros, matarifes o trabajaban en el muelle... Los herreros eran la esencia del barrio, pero se inventaron las fundiciones y se terminó su oficio, lo mismo que se acabaron los tratantes de ganado cuando se mecaniza el trabajo en el campo. Quienes mejor llevaron el éxodo fueron los más artísticos: toreros, cantaores, bailarinas...Al resto les quedaba el tráfico de droga o la venta ambulante. Las fiestas flamencas dejaron de hacerse como antes porque no había corrales de vecinos, sino calles de barro y casas muy endebles, donde nada más cabían unas pocas personas apretadas.

Hace poco decías que los gitanos están viviendo su 15M particular. ¿En qué consiste?

Hay un cabreo generalizado contra el Estatuto de Autonomía de Andalucía por querer monopolizar el flamenco. También veo reticencias contra los congresos de flamenco y programas de televisión como Palabra de Gitano, que se emite en Cuatro. De hecho, hay una protesta sobre este programa por la imagen tan mala que da del pueblo gitano. Creo que también va a recurrirse el Estatuto por inconstitucional.

¿Qué te interesa de lo que está ocurriendo ahora en el flamenco?

Pues mira, anoche tuve una alegría enorme al ver el nuevo espectáculo de Farruquito, que se titula Improvisado. Se ha rodeado de cuatro cantaores estupendos y dos buenos guitarristas, que dan la sensación de reunión antigua. Se ponen en semicírculo y Farruquito va entrando y saliendo. Respeta mucho los cantes y las guitarras, no mete los pies más que para hacer algún solo o pequeños subrayados. El espectáculo es de una madurez enorme. Ha retomado la esencia de lo que estamos hablando. lo mismo está mal que yo lo diga, pero Farruqito reconoce que la inspiración fue Triana pura y dura, el documental que hemos hecho, que él pudo ver hace un año cuando estábamos en fase de montaje. Su abuelo sale al final de la película.

El baile flamenco no consiste en dar saltos mortales

Creo que Improvisado va a ser un gran triunfo, la demostración de que el baile flamenco no consiste en dar saltos mortales, ni en hacer viguerías, ni en meter la ametralladora con los zapatos. Hace veinte años hubo un espectáculo flamenco que triunfó en Broadway. Se llamaba Flamenco vivo, si no recuerdo mal. Lo montaron unos argentinos que habían ganado mucho con un show sobre tango y querían probar también con esto. Esos productores viajaron a Andalucía y ficharon a los mejores: Fernanda y Bernarda de Utrera, Farruco, Manuela Carrasco, Chocolate...La gente de Sevilla dijo que iba a ser un desastre, que los artistas se iban a pelear, pero al final fue un triunfo rotundo.

La cosa terminó porque llegaron las navidades y los artistas habían ganado tantos dólares que decidieron volver para gastárselos en Sevilla, Jerez o en el pueblo del que fueran, con sus familias. Podrían haber estado cinco años en Nueva York, pero se conformaron con uno. Se hacía en un teatro de 1.700 localidades y cuando más aplaudía la gente era cuando Chocolate cantaba por seguiriyas o la Fernanda por soleá. Esos son cantes duros, pero el flamenco tiene tanta entidad que no necesita hacer como Joaquín Cortés, que baila con falda o con el torso desnudo. No hace falta rizar el rizo, basta con aprender a tocar, bailar y cantar bien.

Se le conoce como productor de La leyenda del tiempo (1979), la obra más moderna de Camarón. También ha trabajado con figuras como Lole y Manuel, Kiko Veneno y Pata Negra, entre muchos otros. Ricardo Pachón (Sevilla, 1937) presenta ahora el documental Triana pura y dura, ganador del festival In-Edit 2013, donde explica la expulsión de los gitanos del emblemático barrio sevillano.