Bombas contra el mal humor

Parra. Obras Públicas es el título de la exposición que la Biblioteca Nacional ha inaugurado con un recorrido por los "artefactos visuales" del Premio Cervantes 2011 Nicanor Parra, creador de la "antipoesía" y trabajador incansable a sus 98 años. El crítico, editor de la obra completa de Parra y comisario de esta muestra, Ignacio Echevarría, ha señalado que no es una "exposición de escritor, de manuscritos, libros y objetos de escritorio, sino una experiencia poética”. “Lo más parecido es leer un libro de poesía, con la diferencia de que esto no es un libro, sino una montaña rusa, llena de sorpresas y efectos inesperados".

Para Echevarría el trabajo de antipoético de Parra intenta activar la experiencia poética a través de “un modo natural haciendo ver que la fuente de la poesía es el lenguaje común, no el literario, retórico o lírico, sino el de la calle".  Parra, matemático y físico teórico, "ha trabajado con la discontinuidad del tiempo y el espacio y se ha empeñado en hacer una poesía que son formulaciones breves y autosuficientes, un poco como son los eslóganes publicitarios o las pintadas callejeras, pequeñas formulaciones lingüísticas autosuficientes que impactan al lector y que de algún modo impregnan su memoria", ha recalcado el comisario.

A partir de objetos cotidianos, antimuseísticos y encontrados al azar, como bandejas de cartón, son el soporte de la serie Bandejitas de La Reina, piezas en las que un corazón con piernas y manos dibujado a rotulador apunta mensajes sarcásticos: Respuesta del oráculo: hagas lo que hagas te arrepentirás o Nos volvimos a ver años después/ Y me volvió a pegar la gonorrea. El origen de esta serie tuvo lugar cuando Parra esperaba a ser atendido en un puesto de empanadas y un admirador le pidió un autógrafo. Como no disponía de papel, usó una bandeja de la tienda y lo demás es historia.

La serie Quebrantahuesos son periódicos murales de intención satírica hecho con recortes de diario superpuestos a modo de collage. Las Tablitas de Isla Negra, pequeñas tablas de madera rescatadas de una obra, en las que escribe y dibuja con un bolígrafo negro. "El humor tiene un protagonismo decisivo en la antipoesía, aunque el planteamiento de la exposición es hacer ver que no se queda todo en un chiste, sino que tiene una carga de profundidad muchas veces crítica, con contenido religioso, político y literario", advierte Echevarría. Es una exposición "divertida de recorrer y llena de momentos de carcajada". Todo lo que nos une es poesía. Solo la prosa puede separarnos, sentencia Parra en una de sus obras. Y despide la muestra la famosa cruz de madera de la que cuelga un cartel que dice Voy & vuelvo.