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“Ni Hacienda acabará con mi esfuerzo”
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JOSÉ MARÍA LASSALLE SE DESCUBRE COMO UN VERSO LIBRE EN COMPARECENCIA EN EL CONGRESO

“Ni Hacienda acabará con mi esfuerzo”

“Ni ustedes ni sus comentarios ni el Ministerio de Hacienda lograrán acabar con mi esfuerzo y mi ánimo”, esgrimió eufórico esta mañana el secretario de Estado

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“Ni Hacienda acabará con mi esfuerzo”

“Ni ustedes ni sus comentarios ni el Ministerio de Hacienda lograrán acabar con mi esfuerzo y mi ánimo”, esgrimió eufórico esta mañana el secretario de Estado de Cultura José María Lassalle, en la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados. Respondía de esta manera a las críticas que todos los grupos representados, salvo el PP, hicieron sobre su fracaso en la puesta en marcha de la Ley de Mecenazgo. Recordemos que en la primera presentación de presupuestos de Cultura, en abril de 2012, Lassalle aseguraba que la ley estaría con anteproyecto antes de ese mismo verano. Un año después ni siquiera esa fase se ha cubierto.

Introducía la sonada declaración con una cita a Cervantes y otra a Shakespeare, fiel a la marca de la casa con la que suele enriquecer sus intervenciones públicas, y respondía así a la referencia literaria que le lanzaba Toni Cantó, portavoz de UPyD, para quien su presentación de las conclusiones de los proyectos que ha puesto en marcha su departamento a lo largo de 2012 son “mucho ruido y pocas nueces”.

Lassalle utilizó otra obra del gran bardo, La tempestad, para erigirse como protomártir de la causa de la reforma de la norma de mecenazgo y aseguró al resto que es “una cuestión que se va a resolver”, porque “este país va a ver cumplido el sueño de tenerla porque yo introduje el proyecto” en la agenda, cuando era portavoz de cultura del PP en la oposición al gobierno de Rodríguez Zapatero.

Héroe y mártir

“Nadie acabará con mi esfuerzo ni con mi ánimo”. Las declaraciones subían de tono, el secretario de Estado tocaba hueso: esa norma es el fundamento en torno a la que gira su política de gestión y, según repitió, no consentirá que nadie la eche a perder. “Ustedes no me lo tienen que explicar –volvía a la carga- soy el primero en no ver cumplida una necesidad prioritaria de este país, que necesita la participación de la sociedad”. No aceptó que nadie pudiera replicarle lo que entiende como creación propia.

“Este país ha vivido en un trampantojo presupuestario sin rendición de cuentas vinculadas al pago de subvenciones, que sólo podrá desterrarse con la participación de la sociedad”, se empeñaba en argumentar Lassalle en unos términos con los que todos comulgan, pero que no se han puesto en práctica.

Así que subido al estrado, como un león fiero y herido, se revolvía en la defensa de la indeterminada Ley de Mecenazgo: “No vamos a poder cambiar el modelo de un año para otro”. La herencia ha impedido sus deseos. Aireó su expediente parlamentario y dejó claro que cuando nadie hablaba de transparencia y de mecenazgo él ya lo hacía en el año 2010.

Las conclusiones que presentaba –que recibieron tarde al resto de grupos parlamentarios y que los periodistas todavía esperan- las resumía José María Lassalle de la siguiente manera: “La Secretaría de Estado puede decir que no ha paralizado su funcionamiento”.

La conclusión del ejercicio político de 2012 es que Cultura no se ha parado. Es más, en su defensa y exaltación se mostró optimista porque “el Museo Nacional del Prado ha seguido funcionando”. José Andrés Torres Mora restó triunfalismo a ese discurso replicándole: “No se encumbre señor Lassalle. Que el Prado abra todos los días no es noticiable”. Y añadió que hablar de logros en la Comisión de la Propiedad Intelectual tampoco era oportuno ni acertado.  

El verso libre

Lassalle se revolvía contra los ataques de los oponentes con la táctica del verso libre: no hay acuerdo con Hacienda, la tramitación está bloqueada y el ministro de Cultura, Educación y Deporte ni siquiera es citado por su representante. De hecho, la evidencia de por dónde van los tiros está en que durante esta Comisión sólo había un ministro en boca de todos: Cristóbal Montoro. A José Ignacio Wert ni está, ni se le espera.

La disparidad y autonomía de criterios del secretario de Estado de Cultura dentro del Ministerio al que está suscrito se esgrimió abiertamente en la cámara, donde el propio Toni Cantó le pidió –en nombre del sector cultural- que “plante cara a sus compañeros en el Gobierno”. Pedía ese enfrentamiento para resolver el mayor de los problemas que tiene la administración estatal de cultura: “Ustedes no han cambiado de modelo: han acabado con el anterior pero no han propuesto nada nuevo. Usted tiene que ofrecer alternativas”.

Lo hizo tras denunciar que este gobierno trata a la cultura como un “objeto de lujo” e impide su acceso con políticas como la subida del IVA y el bloqueo de la Ley de Mecenazgo. Además, Cantó acusó la gestión de José María Lassalle de ocuparse “en exceso de la cultura de escaparate”. El portavoz de UPyD pedía más acción y menos palabras.  

Más política, menos matemáticas

El portavoz del PSOE, José Andrés Torres Mora, en un tono mucho más conciliador, le agradeció el esfuerzo de haber desarrollado las conclusiones de ese “Plan Operativo Anual 2012”, en el que la secretaría de Estado de Cultura subraya que el 54,28% -con esa precisión- de los proyectos se ha realizado al 100%.

Uno de los objetivos a lo largo de ese año ha sido “impulsar la cultura como elemento esencial de proyección exterior de la marca España”, que ha alcanzado un 44% de cumplimiento. Mientras que “incentivar la participación y el protagonismo de la sociedad civil en el apoyo y el fomento de la cultura, es decir, la fracasada Ley de Mecenazgo, un 28,57%.

Fue el portavoz de Izquierda Plural Chesús Yuste quien vió “mucha matemática y poca política” y preguntó cómo era posible haber suspendido en la puesta en marcha de la Ley de Mecenazgo y adjudicarse un 28,7% conquistado del objetivo. “Lo propio sería un cero”, dijo.

Lo que estaba previsto fuera un laudatorio para el ejercicio de transparencia de José María Lassalle terminó convirtiéndose en una sonada reprimenda por la falta de respuesta al grave problema de financiación de la cultura. “Los gestores no saben cómo financiar sus actividades y el Gobierno no tiene respuesta”, le especificó Torres Mora para apuntalar su análisis devastador de la situación de la cultura española: “Hay una parte del tejido cultural que está cianótica porque no le llegan los recursos. El cuadro de la cultura española está en la fase avanzada de Ecce Homo. Eso Wert lo ha conseguido de manera indiscutible, ayudado por Montoro”.

Por si no había quedado claro a lo largo de la comparecencia, hecho que se agrava con cada nueva intervención de José María Lassalle, Torres Mora volvió a pinchar en la gran herida del actual equipo de Cultura: “Ustedes están marginados en el Gobierno y en su autonomía tampoco se muestran defensores de la cultura”. 

“Ni ustedes ni sus comentarios ni el Ministerio de Hacienda lograrán acabar con mi esfuerzo y mi ánimo”, esgrimió eufórico esta mañana el secretario de Estado de Cultura José María Lassalle, en la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados. Respondía de esta manera a las críticas que todos los grupos representados, salvo el PP, hicieron sobre su fracaso en la puesta en marcha de la Ley de Mecenazgo. Recordemos que en la primera presentación de presupuestos de Cultura, en abril de 2012, Lassalle aseguraba que la ley estaría con anteproyecto antes de ese mismo verano. Un año después ni siquiera esa fase se ha cubierto.