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“Es muy difícil que vuelva a surgir una figura tan importante como Camarón”
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EL GUITARRISTA TOMATITO TOCA ESTA NOCHE EN MADRID

“Es muy difícil que vuelva a surgir una figura tan importante como Camarón”

Si usted ha escuchado a Camarón de la Isla (y salvo que haya pasado cuarenta años en una isla desierta, lo habrá hecho), reconocerá sin duda

Foto: “Es muy difícil que vuelva a surgir una figura tan importante como Camarón”
“Es muy difícil que vuelva a surgir una figura tan importante como Camarón”

Si usted ha escuchado a Camarón de la Isla (y salvo que haya pasado cuarenta años en una isla desierta, lo habrá hecho), reconocerá sin duda la inconfundible guitarra de Tomatito, fiel escudero del de San Fernando. Veinte años después de la muerte de su amigo y compañero, Tomatito se ha convertido en uno de los músicos más influyentes de la guitarra flamenca de las últimas décadas, gracias a trabajos como Guitarra gitana (1996), Paseo de Los Castaños (2001) o su colaboración con Michel Camilo Spain (2000). El bautizado como José Fernández Torres, nacido en Almería en 1958 y criado en una familia con una larga tradición musical entre la que se cuenta su abuelo El Tomate, actuará esta noche en el Teatro Circo Price de Madrid junto al flautista turco Omar Faruk, dentro de la programación de los Veranos de la Villa.

P. Tradicionalmente, el flamenco ha sido una cosa de dinastías. El otro día se juntaban su hijo y el de Enrique Morente para tocar. ¿Cree que para hacer buen flamenco hay que mamarlo en casa desde pequeño?

R. Creo que es importante, pero no necesario. Estos niños han crecido rodeados de música, y algo influirá, pero creo que lo más importante es la afición que uno tenga hacia el género musical al que se dedica, que en este caso es el flamenco. Teniendo afición y respeto se puede hacer un buen flamenco, ¿por qué no?

P. Creo que los amantes del flamenco que no hemos crecido en un entorno puramente flamenco siempre nos perdemos parte de la esencia de la música. ¿Está de acuerdo?

R. No lo creo, la esencia llega a quien le gusta el flamenco, o la música en general, yo lo noto en mi público. Lo que sí pienso es que para alguien que crece dentro de nuestro entorno es más fácil, porque forma parte de nuestras costumbres y de nuestra forma de vida.

P. Estás actuando junto a tu hijo. ¿Qué se siente? ¿Es cómodo?

R. A veces es incómodo, pero cuando hace algo que sabes que lo está haciendo bien es muy gratificante, es una carrera dura y larga y él lo sabe. Mis hijos son autónomos porque han crecido libres.

P. Dice usted que “para tocar gitano hay que ser gitano”. Yo le doy la razón, ¿pero por qué ocurre esto? En el jazz sí hay grandes músicos que no son negros, por ejemplo.

R. Pues como le decía antes, creo que ocurre por las costumbres, por la forma de ser y por el carácter, por cómo sale la música, es ante todo la expresión musical que tenemos. Pero no se trata de hacer diferencias, hay veces que los gitanos tocamos muy mal.

P. El flamenco es un arte difícil de entender, se requiere una cierta preparación. Si alguien decidiera empezar a escuchar flamenco hoy mismo, ¿con qué artista o disco debería empezar?

R. Con cualquier disco de Camarón.

P. Leí en una entrevista que nunca había estudiado solfeo. ¿Es cierto? ¿Cómo aprendió a tocar así la guitarra? ¿Es todo puro oído?

R. Sí que es verdad que no leo solfeo, pero me gustaría saber leerlo. Por ello insisto mucho a los nuevos músicos en que se formen bien, todo lo que puedan, que es algo importante. En mi caso ha sido cuestión de constancia, tiempo y amor hacia mi guitarra. No me veo haciendo otra cosa que no sea tocar, es mi forma de vida.

P. Al igual que muchos otros guitarristas flamencos has sacado un disco de jazz. ¿Por qué cree que existe una conexión tan arraigada y duradera entre jazz y flamenco?

R. Por su lenguaje natural. Me fascina la forma de improvisación del jazz, Michel Camilo dice que “son dos músicas que proceden del corazón”, lo cual ayuda a entender la simbiosis con la que nos unimos en un escenario. Las estructuras armónicas y rítmicas del jazz difieren del flamenco, poseen un campo de improvisación más abierto. El combinar las dos vertientes, el jazz y el flamenco, da lugar a nuevas posibilidades sonoras con la guitarra.

P. ¿Cómo surgió la colaboración con Michel Camilo? Parece una amistad duradera…

R. Surgió en el festival de jazz de Barcelona, hace ya muchos años. Nuestra amistad llegó a través de la música, hay buena comunicación.

P. Hace unas semanas se cumplieron 20 años de la muerte de Camarón, y a usted se le sigue recordando como su guitarrista. ¿Cree que no volverá a tener el flamenco una figura tan grande?

R. En este siglo no lo veremos, ojalá venga alguien como él, pero sinceramente yo no lo veo cerca.

P. Usted ha participado en dos de los discos más revolucionarios del flamenco, La leyenda del tiempo y Omega de Enrique Morente. En su día fueron muy criticados, pero para mucha gente que venía del rock ha sido lo que les introdujo en el flamenco. ¿Cree que tienen tanta importancia histórica?

R. Sí creo que tienen la importancia que se les ha dado y que se les sigue dando. El género de música que ellos hicieron no era el habitual, corrieron riesgos, pero sabían lo que hacían, y por eso marcaron una nueva etapa en el flamenco.

P. Han pasado dieciséis años desde la publicación de Omega. ¿Ha habido algún disco posterior que consideres “revolucionario” o al menos que aporte algo totalmente nuevo?

R. Creo que todos los discos te ofrecen algo interesante, al menos yo siempre les encuentro algo nuevo, es como los libros. Yo, que no soy un buen literato, me quedo con una frase que leí un día que decía: “Todo libro tiene un párrafo interesante”. Es algo que traslado a la música.

P. El último disco que grabó fue publicado hace dos años. ¿Planea algún nuevo proyecto discográfico? ¿En qué va a consistir?

R. Llevo un tiempo trabajando en ello y lo tengo bastante avanzado, es un disco flamenco y, aunque no os puedo adelantar mucho, espero que podamos sacarlo antes de que finalice el año.

P. El flamenco es una música pensada para el directo. De hecho, muchos discos suelen grabarse en vivo. ¿Qué importancia le da a las grabaciones? ¿Son sólo una excusa para seguir tocando en vivo?

R. Las grabaciones tienen su importancia, pues te obligan a componer, a ir sacando cosas y estás en contacto con el público discográfico. El estudio es costoso y un poco sacrificado, pero cuando te diviertes de verdad es en el escenario, haciendo las cosas del disco, por eso los discos grabados en directo son muy divertidos.

P. Vas a tocar en Madrid con Omar Faruk, otro ejemplo de mestizaje. ¿Cómo surgió la colaboración? ¿Qué nos vamos a encontrar?

R. Siempre he sentido afinidad con la cultura musical turca. Con Omar ha sido un encuentro fortuito, algo que ha surgido de forma espontánea y natural. Tenemos la sensación de pertenecer a una misma familia, musicalmente hablando. Las cosas ocurren cuando el tiempo y las circunstancias lo permiten, y por fin ha llegado el momento de unirnos en un escenario. Llevaremos un desarrollo sencillo, habrá un breve set conjunto al principio para dar paso luego a Omar, el cual interpretará un repertorio de música sufí, y más tarde actuaré junto a mi grupo, y haremos un repertorio flamenco, para luego compartir de nuevo escenario juntos.

Si usted ha escuchado a Camarón de la Isla (y salvo que haya pasado cuarenta años en una isla desierta, lo habrá hecho), reconocerá sin duda la inconfundible guitarra de Tomatito, fiel escudero del de San Fernando. Veinte años después de la muerte de su amigo y compañero, Tomatito se ha convertido en uno de los músicos más influyentes de la guitarra flamenca de las últimas décadas, gracias a trabajos como Guitarra gitana (1996), Paseo de Los Castaños (2001) o su colaboración con Michel Camilo Spain (2000). El bautizado como José Fernández Torres, nacido en Almería en 1958 y criado en una familia con una larga tradición musical entre la que se cuenta su abuelo El Tomate, actuará esta noche en el Teatro Circo Price de Madrid junto al flautista turco Omar Faruk, dentro de la programación de los Veranos de la Villa.