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Ennio Morricone, nostálgico e impresionado por el desarrollo de Pekín
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MÚSICA

Ennio Morricone, nostálgico e impresionado por el desarrollo de Pekín

El compositor italiano Ennio Morricone, uno de los más prestigiosos autores de bandas sonoras de películas, se mostró, en una conferencia que dio en el Instituto

Foto: Ennio Morricone, nostálgico e impresionado por el desarrollo de Pekín
Ennio Morricone, nostálgico e impresionado por el desarrollo de Pekín

El compositor italiano Ennio Morricone, uno de los más prestigiosos autores de bandas sonoras de películas, se mostró, en una conferencia que dio en el Instituto Italiano de Pekín, nostálgico e impresionado por los cambios producidos en los últimos 30 años en esta ciudad. "Os voy a hablar de cosas que quizá os puedan parecer extrañas, pero hace 30 años vine a Pekín y hoy veo aquí a tantos jóvenes reunidos que me es imposible no recordar aquellos tiempos", dijo el compositor, de 80 años de edad.

Morricone explicó a un público principalmente chino que "en aquellos tiempos Pekín no tenía rascacielos, no era una metrópolis como ahora y tampoco tenía tantos coches, sino miles de bicicletas". El compositor, con la energía y el entusiasmo de un joven, recordó la preocupación que sintió ante el miedo de que "el hombre que me hacía de chófer atropellará a las personas que recorrían las calles en bicicleta".

El músico italiano resumió varias anécdotas relacionadas con China y el cine, y citó a un amigo suyo director que "viajó a China para buscar un escenario para rodar una película. Lo encontró y al regresar, dos meses después, lo que entonces eran escombros se había convertido en un gran edificio". "Esto demuestra el gran deseo de desarrollo y la velocidad a la que evoluciona China", un país con el que aseguró tener unas relaciones mucho más profundas de lo que la gente pueda imaginar.

Morricone, que ha trabajado con directores como Pier Paolo Pasolini, Gillo Pontecorvo, Mauro Bolognini, Elio Petri, Samuel Fuller, Marco Bellocchio, Marco Ferreri o Luis Buñuel expresó al público la admiración de Italia por el cine chino, poseedor de "unas películas extraordinarias".

Por otro lado, el músico italiano, creador de célebres bandas sonoras en largometrajes como Los intocables, Cinema Paradiso o Érase una vez en América quiso dejar claro que él no escribe música para el cine, sino "música a la que yo llamo absoluta y que se conoce como música clásica".

La música para el cine, dijo, representa la opinión del director de la película y el compositor está siempre condicionado a los deseos del realizador. Sin embargo, "la otra música, la absoluta, nace de la necesidad del compositor de plasmar su propia idea, de elaborarla, de destruirla, de recomenzarla. Es una obra libre", apuntó.

Morricone, acompañado por la Orquesta Filarmónica de Gyor (Hungría), ofrecio un concierto en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín.

El compositor italiano Ennio Morricone, uno de los más prestigiosos autores de bandas sonoras de películas, se mostró, en una conferencia que dio en el Instituto Italiano de Pekín, nostálgico e impresionado por los cambios producidos en los últimos 30 años en esta ciudad. "Os voy a hablar de cosas que quizá os puedan parecer extrañas, pero hace 30 años vine a Pekín y hoy veo aquí a tantos jóvenes reunidos que me es imposible no recordar aquellos tiempos", dijo el compositor, de 80 años de edad.

Morricone explicó a un público principalmente chino que "en aquellos tiempos Pekín no tenía rascacielos, no era una metrópolis como ahora y tampoco tenía tantos coches, sino miles de bicicletas". El compositor, con la energía y el entusiasmo de un joven, recordó la preocupación que sintió ante el miedo de que "el hombre que me hacía de chófer atropellará a las personas que recorrían las calles en bicicleta".

El músico italiano resumió varias anécdotas relacionadas con China y el cine, y citó a un amigo suyo director que "viajó a China para buscar un escenario para rodar una película. Lo encontró y al regresar, dos meses después, lo que entonces eran escombros se había convertido en un gran edificio". "Esto demuestra el gran deseo de desarrollo y la velocidad a la que evoluciona China", un país con el que aseguró tener unas relaciones mucho más profundas de lo que la gente pueda imaginar.

Morricone, que ha trabajado con directores como Pier Paolo Pasolini, Gillo Pontecorvo, Mauro Bolognini, Elio Petri, Samuel Fuller, Marco Bellocchio, Marco Ferreri o Luis Buñuel expresó al público la admiración de Italia por el cine chino, poseedor de "unas películas extraordinarias".

Por otro lado, el músico italiano, creador de célebres bandas sonoras en largometrajes como Los intocables, Cinema Paradiso o Érase una vez en América quiso dejar claro que él no escribe música para el cine, sino "música a la que yo llamo absoluta y que se conoce como música clásica".

La música para el cine, dijo, representa la opinión del director de la película y el compositor está siempre condicionado a los deseos del realizador. Sin embargo, "la otra música, la absoluta, nace de la necesidad del compositor de plasmar su propia idea, de elaborarla, de destruirla, de recomenzarla. Es una obra libre", apuntó.

Morricone, acompañado por la Orquesta Filarmónica de Gyor (Hungría), ofrecio un concierto en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín.