La sobrina de Gabilondo: “Mi apellido no me hace ni mejor ni peor”

Sobrina del gurú del periodismo español desde que Franco pasó a mejor vida, Estíbaliz Gabilondo es una joven actriz de 32 años que lleva luchando ya unos cuantos por hacerse un hueco en este “difícil oficio”. Ha trabajado en series de televisión como Paco y Veva o Amar en tiempos revueltos. También ha participado en varias películas españolas, entre las que cabe destacar El Calentito o Casual Day, que se estrenará este próximo viernes. Y pronto dará el salto a la televisión para convertirse en la primera mujer reportera de Caiga Quien Caiga. Nació en San Sebastián y estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad de Navarra. No se puede decir que sea una chica muy habladora, al menos de principio. Se escuda tras su eterna sonrisa para vencer una timidez que se aprecia sobre todo en las distancias cortas. De su tío ha heredado la capacidad de elaborar buenos discursos y una cierta aversión a la derecha. Para él tiene palabras de admiración, pero la de Iñaki es una sombra en la que ella parece no querer resguardarse. Al menos no siempre...

El suyo es un 'señor' apellido.

Sí, con muchas letras.

Algo más... el suyo es de esos apellidos que sirven como tarjeta de visita.

Bueno, la verdad es que yo no lo creo. Le ha dado ahora a todo el mundo por decirme eso, pero no entiendo mi apellido ni como un defecto ni como una virtud.

Hombre, alguna ventaja le habrá reportado…

Yo pienso que no. Es una cosa que venía en el lote cuando nací y que no me hace ni mejor ni peor, que no me da ventajas ni desventajas. Aunque parece ser que todo el mundo da por hecho que sí.

Será porque esas cosas pasan muy a menudo...

Será...

De hecho, el papel que usted interpreta en su última película, Casual Day, es el de una mujer que ha medrado en su empresa gracias a un buen ‘enchufe’.

Sí, es cierto, pero mi vida no tiene mucho que ver con el mundo de la empresa.

Su película no deja a ese mundo en muy buen lugar. ¿Todos somos al final unos ‘vendidos’?

No somos así ni de coña. Yo no soy así, por lo menos. A cualquier precio no me como un marrón. Tengo escrúpulos.

En mi facultad decían que todos los comunicadores deberíamos tenerlos…

Pues no lo parece. ¿No ves la tele?

¡Uy! Si yo le contara…

Ahora por suerte parece que se está haciendo un poco de limpieza. Yo la mayoría de las cosas no las veo ni las quiero ver ni quiero saber nada del asunto porque me da vergüenza ajena. Algunos contenidos son muy buenos, desde luego, pero no puedo entender cómo la gente ve ciertas cosas.

Creo que sé por dónde va…

Es evidente. La prensa rosa no me gusta, no la veo porque no me interesa. Sin embargo, me preocupa de verdad que la gente lo haga.

Veo que la televisión le da un poco de ‘yuyu’, pero si no me equivoco pronto será usted la primera ‘mujer de negro’ del CQC…

Pues sí. Ya estoy con las pilas puestas y el traje comprado.

Eso de ser la primera mujer en algo, supongo que será difícil. ¿Quién ha sido su modelo? ¿Marie Curie? ¿Carme Chacón, quizás?

A mi Carme Chacón me parece lo más. Su imagen es tremendamente rompedora. Una mujer embarazada coordinando a los militares… Me parece genial. No entro a valorar si su elección está bien o mal, pero sólo por lo que significa me dan ganas de levantarme y empezar a aplaudir.

Usted y Carme tienen al menos una cosa en común: van a estar por un tiempo completamente rodeadas de hombres.

En realidad en el equipo de Caiga quien caiga hay muchísimas mujeres. El problema es que todos los que salen en pantalla son hombres. Pero yo estoy muy contenta y muy ilusionada con esta nueva etapa.

En Casual day todos los miembros de una empresa pasan un día en el campo para solucionar sus problemas. ¿A quién le hace falta un Casual day de esos?

Al PP le iría bastante bien. Pero no sé cómo iba a acabar... A lo mejor estaría bien para que se lanzaran unos pelotazos de pintura unos a otros y empezaran a escucharse entre ellos.

¿Cree que Gallardón perseguiría a ‘Espe’ sierra arriba y pistola en mano?

Pienso más bien que se dispararían por la espalda. Pero yo hablo sin saber, vamos. Esa es la imagen que dan.

Pues dicen que hoy la imagen lo es todo. ¿Le preocupa la suya? ¿Le obsesiona la fama, el éxito?

Sinceramente, no. Bastante tengo con ir a currar todos los días y sacar adelante las cosas. Yo vivo muy a corto plazo. Las ideas me duran un cuarto de hora. Procuro no pensar en el futuro, porque eso me agobia muchísimo.

¿Y qué espera de ese futuro?

Comprarme una casa y no escuchar nunca más la palabra Euribor.

La veo muy puesta en temas económicos. ¿Sabe también lo que es la crisis subprime?

Pues la verdad es que no tengo ni idea. ¿Qué es?

No, si yo tampoco.

Me suena a la crisis americana, que dicen que en un tiempito viene también para acá.

Creo que ya está entre nosotros, pero no me haga mucho caso.

Yo cada vez que oigo estas cosas en los medios, pienso: “no quiero saber nada, no quiero saber nada”.

Se da cuenta, hemos empezado hablando de su apellido y hemos terminado hablando de dinero. Siempre se acaba hablando de lo mismo…

Es cierto. Supongo que es en lo que se traduce todo al final, porque cualquier cosa es intercambiable por dinero. Ese es el problema.

¿A usted también la acabará cambiando el dinero?

Espero verme algún día en esa disyuntiva, porque eso significará que tengo mucho.