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Por qué el tiempo está tan loco: una explicación muy sencilla
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Por qué el tiempo está tan loco: una explicación muy sencilla

Ese clásico primaveral tiene más base científica de lo que usted cree. Y sí, está bastante extraño últimamente, pero lo raro no es que nieve, sino el calor de hace tres días

Foto: Un cerezo en flor cubierto por la nevada primaveral. (EFE)
Un cerezo en flor cubierto por la nevada primaveral. (EFE)

¿El tiempo está loco? Ese clásico primaveral tiene más base científica de lo que usted cree. Y sí, está bastante loco últimamente. Más de lo normal. Pero lo raro no son el frío o la nieve de estos días, sino el calor de hace menos de 72 horas, con el que varias poblaciones españolas batieron récords de temperatura para la estación en la que estamos. De todos modos, ya estábamos avisados: "Los termómetros bajarán cerca de 15º y puede caer nieve en cotas muy bajas", advertían los meteorólogos mientras resplandecía el sol y tomábamos algo en mangas de camisa en la calle. No terminábamos de creérnoslo mientras guiñábamos los ojos mirando al cielo y nos quitábamos la chaqueta, pero esta vez acertaron.

El primer temporal de la primavera nos devuelve a temperaturas invernales

Nevada "más fuerte de lo normal"

Y eso que la nieve es el fenómeno atmosférico más difícil de predecir. No basta con la ecuación altura, más temperatura, más precipitaciones. Hay muchas variables que pueden influir y son casi imposibles de controlar, especialmente en las capitales de provincia o en cotas muy bajas (en zonas de montaña, el asunto se simplifica). "La nieve se desarrolla en el interior de una nube donde las condiciones concretas de humedad, temperatura, presión, densidad, volumen... son prácticamente irrepetibles", explica Jorge Robles. Pero esta vez los meteorólogos acertaron. Quizá les inspirase que estaban de celebración: se cumplen 67 años desde la creación del World Meteorological Organization (WMO). Nevó en Galicia, nevó en buena parte del oeste peninsular y nevó en Madrid capital... Y eso sí que es raro.

La capital y otras muchas zonas de España recibieron con su asombro habitual una nevada "más fuerte de lo normal", según los expertos. Con asombro y con problemas en las carreteras, claro. También con miles de personas grabando vídeos y niños recogiendo bolas de nieve de las cunetas o el capó de los coches.

"Tampoco es extraño que nieve en marzo, ni mucho menos", explica Ángel Rivera, antiguo trabajador de la Agencia Española de Meteorología. Lo raro no es eso, sino que solo hace tres días "se estaban batiendo récords de temperaturas altas en muchas partes de España, como Alicante". Las caídas han sido de casi 20 grados en cuestión de 72 horas. Una oscilación que sí sorprende y preocupa a los especialistas. Pero tampoco quieren apuntársela sin más al cambio climático. "Son procesos muy complejos que exigen un estudio detenido y no sacar conclusiones rápidas", prosigue el experto.

Lo raro no es que nieve en marzo, que no lo es tanto, sino que hace 72 horas se estuvieran batiendo récords de calor

Sin embargo, de aquellas temperaturas inusualmente altas es de donde vienen estas de ahora inusualmente bajas. La cuestión es que el aire viene como un "chorro ondulado" y cada una de sus partes es la que hace que haga calor o frío: "Son distintas caras de la misma moneda". En primavera, por tanto, no es extraño que haya cambios de temperatura bruscos (aunque no tan bruscos) y se debe a que el aire rota mucho más que en otras estaciones. O dicho a la manera de Rivera, "la moneda gira sus dos caras con más frecuencia". Un dato interesante: la primavera en España (13,6º de media) es más fría que el otoño (16º).

Fenómenos violentos

Pero nada tiene una explicación sencilla, explica el veterano meteorólogo: "Todos estos récords continuos, es verdad que podrían deberse a una explicación muy sencilla, y que además se ajusta a la lógica del cambio climático: las masas aéreas tropicales y subtropicales son cada vez más cálidas y capaces de alimentar con más energía los fenómenos extremos. Por otra parte, la más frecuente llegada de ondulaciones del chorro polar (provocadas quizá por el calentamiento del Ártico) da lugar a que las entradas de ese aire tropical y subtropical sean cada vez más frecuentes. Y, lógicamente, al ser también más frecuentes y rápidas las llegadas de ese aire frío, y producirse así fuertes contrastes, lo sean también los fenómenos violentos. Pero esta es una explicación genérica que aunque pueda tener muchos elementos verdaderos, solo sirve para salir del paso y que además conviene comprobar", escribe Rivera.

La Aemet prevé una primavera más calurosa

Así que para que nieve, no basta con que haga frío y llueva. Tampoco eso depende de la latitud. En Nueva York, las precipitaciones son muchísimo más frecuentes que en Vigo y la ciudad gallega está dos grados más al norte, según ejemplifica Robles. Se necesita que haga frío de verdad en la atmósfera, y eso en España solo sucede cuando las masas provienen de Siberia (el célebre "aire siberiano").

De todos modos, aunque últimamente se batan muchos récords ligados a cuestiones del clima, algunas de las marcas "extremas" siguen vigentes desde hace muchos años. Es el caso de la mayor temperatura alcanzada, 56,7º, en California en 1913. Menos longevo es el de la menor registrada: -89,2º, en julio de 1983 en Vostok (Rusia).

Aunque se están batiendo muchas marcas recientemente, la de mayor temperatura data de 1913 y fueron 56,7º en un rancho de California

Los españoles se dedicaron a inmortalizar la nieve, pero por muchas fotos que hagan nunca llegarán a igualar la insistencia y minuciosidad del fotógrafo Wilson Bentley, que se entretuvo en fotografiar 5.381 cristales de hielo y compararlos. Resulta que no hay dos copos de nieve iguales. La formación de estos cristales que luego se agrupan en bolitas es tan singular que cada uno es diferente de los otros, y es que todo depende de lo que suceda dentro de los cúmulos. "Lo fundamental es entender las nubes", coinciden casi todos los meteorólogos. Precisamente por eso, y con el motivo de la celebración del 67 cumpleaños de la Organización Mundial de Meteorología, la Agencia Estatal de Meteorología ha elaborado un mapa de este actor principal de la predicción y la comprensión del tiempo.

Por cierto, que sí, que el tiempo está loco, pero los tres últimos meses de marzo en España han sido los más fríos en lo que va de siglo, con la excepción del de 2004.

¿El tiempo está loco? Ese clásico primaveral tiene más base científica de lo que usted cree. Y sí, está bastante loco últimamente. Más de lo normal. Pero lo raro no son el frío o la nieve de estos días, sino el calor de hace menos de 72 horas, con el que varias poblaciones españolas batieron récords de temperatura para la estación en la que estamos. De todos modos, ya estábamos avisados: "Los termómetros bajarán cerca de 15º y puede caer nieve en cotas muy bajas", advertían los meteorólogos mientras resplandecía el sol y tomábamos algo en mangas de camisa en la calle. No terminábamos de creérnoslo mientras guiñábamos los ojos mirando al cielo y nos quitábamos la chaqueta, pero esta vez acertaron.

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