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Las lecciones para la vida de Aki Hintsa, el médico que cambió la Fórmula 1
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FALLECIÓ EN NOVIEMBRE

Las lecciones para la vida de Aki Hintsa, el médico que cambió la Fórmula 1

Fue uno de las personas más influyentes en el entorno altamente competitivo de la F1 gracias a sus conocimientos y su generosidad. Y todo lo que aplicó lo aprendió en Etiopía

Foto: Aki Hintsa junto al piloto británico Lewis Hamilton
Aki Hintsa junto al piloto británico Lewis Hamilton

Lewis Hamilton fue echado de menos en la reciente gala anual de Autosport, uno de los momentos estelares al final de cada temporada. Sin embargo, el piloto británico había acudido al funeral en Finlandia del doctor Aki Hintsa, durante once años responsable médico de McLaren. Días antes había viajado a Suiza en su avión privado para despedirse personalmente, justo antes de que Hintsa falleciera el pasado 16 de noviembre.

Un hotel de Helsinki, verano de 1998. Mika Hakkinen, el piloto número uno de McLaren, quería conocer a ese doctor del que tanto le habían hablado. Desbordado por las exigencias de la Fórmula 1, buscaba quien cuidase de su vida personal y de la de su familia. Tras dos horas de conversación con Hintsa, Hakkinen le preguntó directamente: “¿Bien, llegamos a un acuerdo?” “¿Cuánto tiempo quieres que trabajemos? ¿Un año?”, le contestó el médico. “Toda la vida”, le respondió Hakkinen. Con Kimi Raikkonen, años después, la conversación solo llevó quince minutos.

Lewis Hamilton fue echado de menos en la reciente gala anual de Autosport. Sin embargo, había acudido al funeral en Finlandia del doctor Aki Hintsa

¿Quién era ese antiguo doctor misionero que años atrás se había llevado a toda su familia a Etiopía para ayudar a los más desfavorecidos? ¿Cuál era esa filosofía que desarrolló a partir de entonces y que transformaría la visión de la salud en el ultra competitivo y erosionante mundo de la Fórmula 1, y que luego quiso extender al público en general?

“Era alguien que tenía una atracción… Todos queríamos estar con Aki. Y si me preguntas por qué, no te lo sabría decir”, explica a El Confidencial Pedro Martínez de la Rosa, quien se convirtió en amigo personal de Hintsa durante su etapa de McLaren. “He pasado muchas horas con él, estábamos mucho tiempo solos y nos hicimos muy amigos. Hubo una vez en Imola, en 2005, íbamos a cenar a la misma pizzería todos los días, solos. ¡Y el último día el camarero nos puso una vela entre medias porque pensaban que éramos pareja! Aun me acuerdo del ataque de risa que nos dio a los dos”.

“Aki ponía en valor las cosas importantes, y, sobre todo, sabía escuchar muy bien, captaba muy bien las debilidades de la gente y sabía decirte lo que te hacía falta” explica el piloto español “¿Qué tal si, en vez de cuidar la dieta o llevar programa de trabajo, trabajáramos en mejorar toda tu vida?” era la idea que comenzó a tomar forma en su cabeza en Etiopía. Quería profundizar en la misión básica de un médico: sanar a la gente. Sin embargo, el concepto tradicional de salud le parecía distorsionado e insuficiente. Se trataba de ir más allá de los síntomas de la enfermedad y los tratamientos. La salud era algo holístico. Esa filosofía quedó resumida en su reciente y único libro: “The Core. Better life, better performance”.

Redondeando el éxito

Con esta brújula desarrolló lo que denominaba el “círculo del éxito”, una serie de subelementos guiados por tres caballos de tiro, cuestiones que toda persona debe hacerse a sí misma: “¿Sabes quién eres? ¿Sabes lo que quieres? ¿Controlas tu propia vida?”. O, lo que es lo mismo, identidad personal, propósito de vida y obstáculos para vivirla de acuerdo a los propios objetivos. El doctor finlandés identificó luego los elementos que integraban ese círculo y en los que había que trabajar en la vida cotidiana: salud general, biomecánica, actividad física, nutrición, descanso y energía mental.

Aki ponía en valor las cosas importantes y sabía escuchar muy bien, captaba muy bien las debilidades de la gente y sabía decirte lo que te hacía falta

“La falta de sueño es uno de los mayores riesgos para la salud del mundo moderno”. Gebreslassie se iba a la cama a las nueve, se levantaba con el sol y sus niveles de energía eran asombrosos para Hintsa. “Cuando McLaren me dijo que iba a ser el médico del equipo pensé que me iba a poner como un toro con él. Fuimos a Finlandia, hicimos preparación física, pero lo primero que te preguntaba era cuántas horas dormías, qué comías”, explica De la Rosa, “todo eran cosas muy sencillas. En medio de un entrenamiento te decía 'oye, ¿esta noche has dormido bien?'. Y yo pensaba, 'coño, dame algo para rendir mejor'. Pero él se centraba en tus grandes pilares: descanso, familia, el control del estrés... Y te daba siempre apoyo moral”.

Hintsa otorgaba tanta o más importancia a una vida cotidiana activa como a la actividad física y el deporte, que no siempre era posible practicar. En Etiopía, por ejemplo, la gente no hacía deporte, pero llevaba una vida activa. Respecto a la dieta, avisaba contra las de choque y promovía el trato individualizado ante la certeza de la singularidad bioquímica de cada uno. Y, por ejemplo, insistía constantemente en la necesidad de tomar agua.

Hintsa otorgaba tanta o más importancia a una vida cotidiana activa como a la actividad física y el deporte, que no siempre era posible practicar

Propugnaba la atención a la biomecánica en la vida cotidiana con un modelo preventivo de ejercicios para las prevenir las consecuencias de una vida sedentaria o los efectos del estrés, todo de forma práctica y sencilla. Daba gran importancia a la fisioterapia y dejaba las intervenciones quirúrgicas a lo imprescindible. El doctor finlandés contaba además con una gran red de expertos en diferentes campos que utilizaba dentro y fuera de la Fórmula 1.

La entrega a los suyos

Cuidar y mantener la energía mental era el vértice superior de la pirámide. Al joven Sebastián Vettel le pidió que escribiera en una carta quiénes eran las personas más importantes de su vida. El alemán no entendía. “Cuando seas famoso, mucha gente querrá entrar en tu vida. Lee esta lista para saber quiénes son tus verdaderos amigos, a los que debes dedicar tu atención por encima de todo”.

Reconocer quién es importante en tu vida y dedicarle tiempo, asegurarte de que obtienes energía de tu trabajo y no al contrario, tomar tiempo para uno mismo, definir tus valores básicos y vivir en consonancia con ellos… Todos son requisitos básicos para conservar la energía mental tanto en el mundo del deporte de élite como en la vida cotidiana.

Hintsa asesoró a título personal a Hakkinen y Raikkonen. Pero cuando Ron Dennis, el máximo responsable de McLaren, vio cómo trabajaba con ellos, cogió su avión particular y se plantó en Helsinki. Le contrató en el acto para cuidar de la salud de todos los miembros del equipo. Y, por supuesto, de sus pilotos. Para Hintsa era la oportunidad de poner en práctica su filosofía en el más exigente de los entornos. Lo hizo durante años, pero su personalidad extendió el radio de acción más allá del equipo.

Su éxito fue extraordinario en la Fórmula 1. Llegó a trabajar hasta con doce pilotos de la parrilla, a los que adjuntaba un entrenador personal. Carlos Sainz es uno de ellos. De forma altruista, su labor se extendió a cualquiera que lo necesitase: un piloto, un jefe de equipo, un mecánico o un cámara de televisión. “Aki iba con el cirio en la mano, cero malicia”. “En el paddock era también un guía emocional porque era una persona que escuchaba a la gente y solucionaba problemas”, explica De la Rosa. “Cuando en Ferrari tenía una neumonía, yo no llamaba al médico del equipo, sino a él. Generaba mucha confianza. Se hacía querer mucho. Al final todo el mundo le llamaba. Y era muy resolutivo. Y cuando Aki te decía 'haz esto' era como 'lo ha dicho Aki', y no dudabas”.

Reconocer quién es importante y dedicarle tiempo, asegurarte de que obtienes energía de tu trabajo y no al contrario, tomar tiempo para uno mismo...

Pero su entrega y generosidad vital le fracturaron en lo personal. Hintsa ya era reclamado en todas partes, y solo el contrato con McLaren le exigía pasar 150 días fuera de casa. Hintsa se divorció de Marke, su fiel compañera en Etiopía. Sus hijas le pasaron factura. Emocionalmente, el médico se partió por la mitad. La entrega a los suyos o al resto del mundo.

Sí, es que Aki tenía un problema: no sabía decir que no a nadie”, explica De la Rosa. “Le llamabas un día porque te habías lesionado, o Hamilton, que tenía tantos problemas… Le llamaban cada dos por tres y aunque estuviera con su familia, se cogía el avión a la otra punta del mundo para verte. Todo lo que nos decía a nosotros nunca se lo aplicó. Vivía para los demás. Y al final, no sabías si era porque era tremendamente altruista, o porque era tan buena persona que no sabía decir que no. Muchas veces estabas con él, le sonaba el teléfono, y te decía que se tenía que ir. Y yo le decía. “Aki, vas a petar, vas a petar. Y así fue, es muy triste”. Hintsa llegaba a casa exhausto. Intentaba imbricar en los demás un modelo de vida que no podía aplicarse a sí mismo. Se casó por segunda vez. En esa vorágine vivía sufriendo con sus propias contradicciones. “A veces se ponía casi a llorar”, explica De la Rosa, “cuando le dije que quería aflojar el ritmo con Ferrari, porque pasaba demasiados días fuera de casa y no quería perderme a mis hijas, me cogió la mano y me dijo, 'por favor, hazlo'. Y se emocionó, se puso a llorar y me dijo: 'yo no lo he hecho'. Yo lo tengo clarísimo. Aki disfrutaba mucho haciendo feliz a la gente, pero se dio cuenta que no había dedicado el tiempo suficiente a sus hijas y a su hijo”. Y pagó un precio por ello.

Hintsa decidió finalmente aplicarse a sí mismo su modelo. Dejó la Fórmula 1 en 2013 y creó en Suiza un centro integral para trasladar sus experiencias y enseñanzas a todo el mundo. En la última edición del elitista Foro de Davos, fue invitado a presentar su filosofía integral de vida a los principales líderes de todo el mundo. Estaba escoltado por Mika Hakkinen y Sebastian Vettel. Al doctor finlandés le hizo enorme ilusión aquella invitación, más si cabe cuando le pidieron que la volviera a repetir.

Los médicos le habían diagnosticado que no iba superar las pasadas Navidades un cáncer de páncreas. Pero allí estaba trasladando su mensaje a la élite mundial: buscad el equilibrio global en vuestras vidas. De lo contrario, se paga un alto precio por ello.

Hamilton le rindió públicamente su personal homenaje: “Aki, has dejado un mensaje increíble que vivirá por siempre en nuestro deporte“

Aki Hintsa fue para Lewis Hamilton algo más que un médico. Con problemas psicológicos fruto de la singular relación con su padre, el finlandés se convirtió en mucho más que un consejero para el piloto británico. Al lograr su segundo título con Mercedes, una de sus primeras y emocionadas llamadas fue para Hintsa. “Sin ti no lo hubiera conseguido nunca”, le dijo. Cuando falleció, Hamilton le rindió públicamente su personal homenaje: “Aki, has dejado un mensaje increíble que vivirá por siempre en nuestro deporte y en nuestros corazones. Una de las personas más fuertes e inspiradoras que he tenido el placer de llamar amigo. Dios te bendiga y cuide a tus seres queridos. Gracias por todo, amigo mío. Has hecho por mí mucho más de lo que sabes, y también por muchos, muchos otros”.

Como el buen misionero de vocación profunda, Aki Hintsa lo fue también hasta el final. Se marchó demasiado pronto. Pero como los misioneros de corazón, pagó con su vida ese infinito afán de ayudar a los demás.

Lewis Hamilton fue echado de menos en la reciente gala anual de Autosport, uno de los momentos estelares al final de cada temporada. Sin embargo, el piloto británico había acudido al funeral en Finlandia del doctor Aki Hintsa, durante once años responsable médico de McLaren. Días antes había viajado a Suiza en su avión privado para despedirse personalmente, justo antes de que Hintsa falleciera el pasado 16 de noviembre.

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