Es noticia
Cómo preparar correctamente las gambas y los langostinos (y cuáles comprar)
  1. Alma, Corazón, Vida
una opción ganadora

Cómo preparar correctamente las gambas y los langostinos (y cuáles comprar)

Elegir y preparar el marisco que deje huella estas fiestas está a tu alcance. Te damos pistas sobre cómo adquirirlo, conservarlo y cocinarlo

Foto: Un festín. (iStock)
Un festín. (iStock)

Aunque si mirarmos por nuestro bolsillo no hay duda de que, entre adquirirlo fresco o congelado, la segunda es mejor opción, no sucede lo mismo con los aspectos nutricionales y gastronómicos. Comprar lo que podamos de los menús especiales de Navidad unas semanas antes hará que ahorremos unos cuantos euros. ¿Merece la pena?

Cómo comprarlo

A la hora de disfrutar del mejor sabor y textura posibles, es mejor comprarlo fresco, aunque no por mucha diferencia. Desde luego, la peor opción es pagar como fresco un marisco que no lo es tanto. En 'Mashed' recomiendan adquirirlo siempre con piel, porque da más sabor. Otro motivo que lo hace aconsejable es que el aspecto exterior es un buen medidor de la calidad y frescura del género. Si la piel está brillante (da igual si es más rosada o más blanquecina) es buena señal. Poder ver los ojos también nos interesa: los más frescos los tienen negros y brillantes.

Otro detalle: al tacto, el marisco más fresco es flexible (puedes doblarlo sin esfuerzo y vuelve a su aspecto abombado original).

Si compras las gambas o los langostinos congelados (o si los vas a congelar tú) es mejor que el tamaño sea grande, porque pierden menos en el proceso

Si te fijas en el surtido de congelados, verás que hay menos variedades de pescado que en el mostrador de la pescadería. Esto es así porque no todas las especies se conservan con todas sus propiedades. Aparte de eso, los procesos de hoy son muy fiables, el género se suele congelar en los mismos barcos en que se pesca. Si tienes dudas de la cadena de frío o estás muy lejos de donde se ha capturado el marisco, probablemente es mejor comprarlo congelado.

Si lo compras fresco un tiempo antes de las fechas señaladas, consulta las instrucciones de tu congelador para saber cuánto tiempo puedes guardarlo. Mételo siempre en un envase al vacío (pídeselo al pescadero si sabes que tardarás en consumirlo) o al menos evita que haya ninguna zona expuesta al frío directo, porque este lo oxidará y perderá propiedades.

Cómo descongelarlo

Si compras las gambas o los langostinos congelados (o si los vas a congelar tú) es mejor que el tamaño sea grande, porque pierden menos en el proceso.

Para que se descongelen a igual velocidad por todas partes, si están en un envase hermético lo mejor es que metas este, sin abrir, en agua fría. Si no están bien cerrados, ponlos en la nevera un día entero en lugar de sacarlos a temperatura ambiente, y ten cuidado con que no se encharquen en el agua de la descongelación: ponlos sobre una rejilla con un plato debajo o similar.

Es importante que el marisco esté totalmente descongelado cuando empieces a cocinarlo (o a comerlo, claro). Si intentas hacerlo a la plancha y el interior está mínimamente duro, el resultado será penoso.

Cómo cocinarlo

Para cocer tanto las gambas como los langostinos, ten en cuenta que debes hervirlos solo unos minutos en agua salada o perderán su encanto. Lógicamente, cuanto mayores sean las piezas más tiempo necesitarán. Mientras que una cigala necesita de un minuto y medio a tres minutos, las gambas solo hay que cocerlas un minuto (a partir de que el agua rompe a hervir).

En cuanto a los langostinos, según su tamaño debemos cocinarlos un máximo de dos minutos. Así que ya sabes: nada de salir de la cocina ni distraerse o estropearemos uno de los platos más tradicionales y simbólicos de la Navidad.

No hay que cortarse con la cantidad de sal, de hecho lo mejor es imitar el agua de mar. En los lugares costeros, suelen cocerlos en ella. En cucharadas, el equivalente serían más o menos cuatro o cinco cucharadas soperas de sal por cada litro de agua.

Sírvelos del tiempo y, si los cocinas, intenta que lleven hechos poco rato. Si necesitas meter las gambas o los langostinos en el frigorífico, sácalos con tiempo

Según 'Mashed', es mejor meterlos en el agua fría y calentar agua y marisco a la vez, pero otras fuentes hablan de someterlo a distintos procesos si has comprado el marisco vivo (echarlo en agua fría) o muerto o congelado (en estos dos casos, mejor echarlos en agua ya hirviendo).

Si son de calidad, verás que al sacarlos se pelan fácilmente.

¿Y a la plancha? Puedes preparar una parrillada, aunque sea menos típico de estas alturas del año. Es cierto que, si has gastado los ahorros de un mes, es una pena que los hagas así. Con ingredientes de primera, normalmente es verdad aquello de "menos es más": con que se aprecie su sabor natural quedarán estupendos.

Si te decides por la plancha, la buena noticia es que es aún más sencillo y rápido que cocerlos: pon las gambas o los langostinos a fuego fuerte y solo uno o dos minutos por cada lado, de forma que estén dorados por fuera y solo un poco hechos por dentro.

Cómo comerlo

Sírvelos del tiempo y, si los cocinas, intenta que lleven hechos poco rato, porque es como mejor saben.

Si necesitas meter las gambas o los langostinos en el frigorífico, sácalos un buen rato antes, por el mismo motivo. El frío excesivo hace que nos perdamos matices.

¡Buen provecho!

Aunque si mirarmos por nuestro bolsillo no hay duda de que, entre adquirirlo fresco o congelado, la segunda es mejor opción, no sucede lo mismo con los aspectos nutricionales y gastronómicos. Comprar lo que podamos de los menús especiales de Navidad unas semanas antes hará que ahorremos unos cuantos euros. ¿Merece la pena?

Trucos
El redactor recomienda