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El problema no es encontrar trabajo fuera, sino volver
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EN EL EXTRANJERO HAY MEJORES OPORTUNIDADES LABORALES

El problema no es encontrar trabajo fuera, sino volver

Las oportunidades están ahí fuera. El azote de la crisis ha golpeado duro a nuestro panorama laboral y los profesionales españoles, generalmente muy bien preparados, están

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El problema no es encontrar trabajo fuera, sino volver

Las oportunidades están ahí fuera. El azote de la crisis ha golpeado duro a nuestro panorama laboral y los profesionales españoles, generalmente muy bien preparados, están más que cotizados fuera de nuestras fronteras.

Las atractivas condiciones laborales que ofrecen especialmente los países del norte de Europa potencian la emigración, cada vez más frecuente. Según el último indicador del INE (Instituto Nacional de Estadística), el registro de españoles que viven y trabajan fuera supera el millón y medio.

Irse de España, opción profesional muy valorada

Los ejecutivos, los más reticentes al cambio, representan ya un porcentaje importante. “Si bien es cierto que los ejecutivos españoles son los europeos que han estado menos dispuestos a emprender una carrera internacional, actualmente, muchos de ellos sienten la necesidad de reciclarse, por lo que cada vez más están incrementando su movilidad geográfica, un elemento de competitividad profesional muy valorado”, explica Rosalía Rodríguez, directora adjunta del Careers Management Center de IE Business School.

¿Por qué no volvemos?

El salario, el horario y el tipo de contrato que ofrecen los países más demandantes son sus mejores bazas. Saben que son un valor seguro para atraparnos. “Algunas de las ventajas de contratación se basan en mejoras salariales, menor tributación fiscal y mayores beneficios sociales”, puntualiza Rodríguez. Esta mejora salarial se puede llegar a incrementar hasta en un 50%, según los diferentes estudios de Headhunters Internacionales.

¿Qué países garantizan mejores condiciones? “Los destinos más habituales mayoritariamente han sido los que componen la Unión Europea y Latinoamérica, pero la realidad hoy en día nos indica que se están convirtiendo en países de preferencia los asiáticos y el Golfo Pérsico”, matiza Rodríguez.

Estos países ofrecen contratos fijos y a largo plazo. Los más afortunados, los ingenieros. Los requisitos, dominio del inglés y cierto conocimiento del alemán. Alemania y la República Checa son los países europeos que se rifan a nuestros ingenieros.

Las ofertas de empleo en España cayeron un 11% en diciembre

A principios de año, la fábrica alemana de deportivos Porsche colgaba el cartel de ‘Se buscan  ingenieros’, en clara alusión al mercado español. Conscientes del excelente nivel de formación de nuestros ingenieros y de la altísima tasa de paro, dan por hecho que muchos contratados serán españoles.

Ahora la ciudad checa de Budweis toma el relevo. Busca 50 ingenieros para incorporarse a una compañía auxiliar del sector de la automoción, según publica la empresa de empleo temporal Adecco. Como Porsche, mira con avidez al mercado español.

Son gente tremendamente bien preparada, la experiencia adquirida en empresas españolas de primer nivel repercute en que empresas alemanas, principalmente, les quieran”, analiza Juan Diego Casas, director de la asesoría en selección especializada de mandos ejecutivos Michael Page International. Casas puntualiza que estas empresas “no están variando sus condiciones salariales”, lo que potencia aún más que nuestros ingenieros decidan no volver.

¿Es difícil adaptarse?

Rosalía, a través de su experiencia, opina que resulta muy difícil renunciar a una mejora de nuestro status adquirido en mercados internacionales. Sin embargo, recuerda que otras variables como el idioma, la falta de adaptación al nuevo entorno, las diferencias culturales o los fuertes vínculos familiares que nos unen condicionan a adelantar nuestro regreso.

Los profesionales que se van no tienen pactada su vuelta

Casas, por su parte, explica que “históricamente todo el que se iba fuera lo hacía en condición de expatriado y volvía”. Condición que ha cambiado. Los profesionales que desarrollan su actividad profesional fuera no tienen pactada su vuelta. “Por lo general se quedan, en la mayoría de los países se vive bien. España no es mucho más barato que el resto de países europeos y esto condiciona a no querer renunciar al nuevo nivel adquisitivo”, razona.

Los directivos lo suelen tener más fácil. Como explica Casas, “estos profesionales suelen tener un hueco especialmente diseñado para ellos cuando deciden volver”. Es muy positivo que los directivos de una empresa líder exporten su experiencia y, de paso, “la empresa da oportunidades a los que están en segunda línea para que desarrollen sus aptitudes en la sede”.

Volver con una mano delante y otra detrás

Las escasas ofertas de empleo en nuestro país también contribuyen a salir. Según el portal de empleo líder en España, Infojobs, las ofertas de trabajo en nuestro país cayeron un 11% en diciembre. Hay que decidirse. ¿Es más lo que nos ata a quedarnos o viceversa?

Nuestros mejores cerebros se dan a la fuga, pero no en todos los casos se asientan en empresas de renombre y prestigio. Los recién titulados sin experiencia representan el sector más vulnerable y son los que más fracasan en el intento de establecerse en una empresa en el extranjero. 

Los investigadores y recién titulados vuelven en uno o dos añosEste sector, comprendido en edades de entre 20 y 25 años "se marcha fuera de España a buscarse la vida y en seis meses vuelve", apunta José Miguel Ucero, profesor de Executive Education de la universidad ESIC. Este sector sobrevive unos meses con la excusa de aprender inglés fregando platos, poniendo copas en una discoteca o despachando hamburguesas en un Mc Donalds.

Ucero enumera esta opción como la segunda más común para abandonar nuestro país. "Muchos jóvenes saben que no tienen muchas oportunidades aquí y deciden irse en busca de suerte". Factor que, en la mayoría de los casos, no encuentran.

Es en ese momento cuando se les plantea la tesitura de volver y empezar de nuevo o seguir fregando platos en el extranjero. "La mayoría vuelve a casa, estudia algo más e intenta conseguir un contrato de becario", apunta Ucero. Alargar el periodo de formación para optar, con más posibilidades, a encontrar trabajo es una realidad.

Muchos jóvenes deciden irse a aprender inglés y probar suerte

La investigación representa la misma cara de la moneda. Es el gremio más castigado. “Los investigadores vuelven sin nada”, asegura Casas. La mayoría de ellos cubre una beca por un tiempo determinado y se ven obligados a regresar. “Tienen una situación tremendamente delicada, las organizaciones internacionales lo saben y cazan talentos ofreciéndoles becas”. Su destino, volver y empezar de nuevo.

Ucero acusa al divorcio entre la empresa y la investigación como principal causa de la precariedad de estos profesionales. “Estamos formando unos recursos públicos para que aprovechen otros países”, lamenta. La solución, según su experiencia, radica en que empresa, educación e investigación se vuelvan a unir.

Las oportunidades están ahí fuera. El azote de la crisis ha golpeado duro a nuestro panorama laboral y los profesionales españoles, generalmente muy bien preparados, están más que cotizados fuera de nuestras fronteras.