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La tradición convertida en atractivo turístico: desde ir a vendimiar hasta visitar una antigua fábrica de zuecos en Ámsterdam
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Un abrazo a lo tradicional

La tradición convertida en atractivo turístico: desde ir a vendimiar hasta visitar una antigua fábrica de zuecos en Ámsterdam

El folclore está de moda en el arte, pero también en el turismo. Son muchas las personas que, al organizar sus viajes, buscan conocer las tradiciones de los lugares hasta los que se desplazan

Foto: Pisado de la uva (iStock)
Pisado de la uva (iStock)

De la generación Y, más conocida como la generación de los millennials, que engloba a las personas nacidas entre los años 1981 y 1996, se ha dicho que es la que huye de los modelos tradicionales. Durante años, los jóvenes se han alejado todo lo posible del folclore y la tradición en España. Sin embargo, últimamente, las vírgenes, la Semana Santa o la comida tradicional están más de moda que nunca; también hacer crochet o el flamenco: "Creo que debemos perderle el miedo a la tradición. Cuando las cosas se hacen desde el cariño y la fascinación, el folclore se vuelve inmenso", dijo Rodrigo Cuevas en una entrevista a este medio.

Este gusto por las tradiciones ha afectado también al turismo. Muchas personas, cuando viajan, no quieren solamente pasear por las calles del destino hasta el cual se han trasladado y ver monumentos o entrar a museos, sino que también quieren descubrir las costumbres del lugar, las de ayer y las de hoy. Viajar no sirve únicamente para conocer otras ciudades, sino para saber más de su historia.

Pero... ¿Conocemos las tradiciones de nuestro país? Si has nacido en La Rioja o Castilla-La Mancha, puede que hayas vendimiado en más de una ocasión, pero, ¿lo has hecho siguiendo el método más tradicional? Es decir, ¿has pisado las uvas depositadas en el lagar con tus propios pies? Pues bien, ahora, hay bodegas en España en las que puedes pagar por vivir esta experiencia en primera persona.

placeholder Pisado tradicional de la uva (iStock)
Pisado tradicional de la uva (iStock)

Lo tradicional se ha convertido en un atractivo turístico por la curiosidad que genera a aquellas personas que no lo han vivido nunca, pero no solo en nuestro país. Hay bodegas como Ca N'Estella en Sant Esteve Sesrovires, Barcelona, o Finca Río Negro en Cogolludo, Guadalajara, que ofrecen lo siguiente: recogida más pisado de la uva de manera tradicional. Es decir, hay personas que están pagando 24,90 o 36 euros por ir a una bodega, recoger ellos mismos las uvas y pisarlas.

Fernando Fuentes, gerente de Finca Río Negro, asegura a El Confidencial que allí esta actividad no consiste únicamente en pisar uvas, sino también "incluye vendimiar, probar mosto y tomar un almuerzo con cata de nuestros vinos para reponer fuerzas. También enseñamos la bodega, aunque de una forma rápida, en comparación a la visita habitual que hacemos durante todo el año".

"Cada vez más empresas nos demandan esta actividad para pasar un día diferente"

La actividad, según Fuentes, es muy atractiva para "familias con hijos y grupos grandes de amigos", aunque ese no es su único público, ya que también es muy frecuente que la hagan "personas de otros países en los que no hay una tradición vitícola importante, americanos, ingleses...". Aunque, "cada vez más empresas nos demandan esta actividad para pasar un día diferente y hacer equipo".

"Nosotros sentíamos que era necesario acercar a nuestros clientes y amigos a esta parte tan apasionante de nuestra vida", explica Fuentes.

El folclore fuera de España

Conocer el folclore no es algo que interese solo en España, sino también en otros países como en los Países Bajos. Cuando pensamos en viajar a Ámsterdam probablemente se nos vengan a la mente el Barrio Rojo y los coffee shop, pero otra actividad muy popular entre los turistas que viajan a la capital de Países Bajos es visitar una antigua fábrica de zuecos en Marken.

placeholder La fábrica de zuecos de madera en Marken (Tripadvisor)
La fábrica de zuecos de madera en Marken (Tripadvisor)

En esta fábrica de zuecos ubicada en una península remota de Países Bajos no solo se pueden ver cientos de zuecos de madera colgados en sus paredes, sino que uno de los trabajadores hace una breve demostración para que sepas cómo los fabrican.

A partir de un bloque de madera, el trabajador consigue crear estos tradicionales zuecos que ya prácticamente nadie utiliza, pero a pesar de ello se venden unos seis millones de ejemplares al año, según la web Explora Holanda, principalmente como souvenir. Estos típicos zuecos se conocen como Klompen y existen desde la antigüedad, entonces quienes los utilizaban, mayoritariamente, eran los campesinos.

placeholder Escaparate de zuecos holandeses en la tienda (iStock)
Escaparate de zuecos holandeses en la tienda (iStock)

Aunque estos zuecos forman parte de la tradición holandesa, es muy complicado datar cuándo se empezaron a utilizar. Los historiadores creen que tienen unos 850 años de antigüedad, lo que sí se conoce es que los más antiguos se encontraron en una de las principales calles comerciales del centro de Ámsterdam, Nieuwendijk.

El folclore, de moda en la música

Lo tradicional no es atractivo solo a la hora de organizar un viaje, sino también cuando elegimos si escuchamos a un cantante u otro. Un artista español, asturiano, que reivindica a través de la música el folclore de su tierra, es Rodrigo Cuevas, que este año 2023 ha recibido el Premio Nacional de las Músicas Actuales, otorgado por el Ministerio de Cultura y Deporte.

placeholder Rodrigo Cuevas (EFE)
Rodrigo Cuevas (EFE)

Otro artista español que reivindica lo tradicional, en este caso desde el flamenco, es el cantaor Israel Fernández, que este año vuelve a estar nominado, por segunda vez, a un Premio Grammy Latino en la categoría de Mejor Álbum de Música Flamenca por su disco Pura Sangre. La música de artistas como Karmento, Huntza o María José Llergo tienen sonidos tradicionales que embaucan incluso al público más joven que nunca ha escuchado a la niña de los Peines o a Manolo Caracol.

De la generación Y, más conocida como la generación de los millennials, que engloba a las personas nacidas entre los años 1981 y 1996, se ha dicho que es la que huye de los modelos tradicionales. Durante años, los jóvenes se han alejado todo lo posible del folclore y la tradición en España. Sin embargo, últimamente, las vírgenes, la Semana Santa o la comida tradicional están más de moda que nunca; también hacer crochet o el flamenco: "Creo que debemos perderle el miedo a la tradición. Cuando las cosas se hacen desde el cariño y la fascinación, el folclore se vuelve inmenso", dijo Rodrigo Cuevas en una entrevista a este medio.

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