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Más allá de C. Tangana y Rosalía: otros 5 artistas españoles que abanderan el folclore
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Más allá de C. Tangana y Rosalía: otros 5 artistas españoles que abanderan el folclore

Tras lo cañí que parece marcar la deriva del pop español reciente, les proponemos a otros artistas han hecho gala del folclore. Desde la canción asturiana hasta la seguidilla manchega

Foto: Rodrigo Cuevas. (EFE/Atienza)
Rodrigo Cuevas. (EFE/Atienza)

Dijo Manuel Vázquez Montalbán que, el día que los españoles se subieron a un Seat 600, “empezaron a alejarse de su pasado e iniciaron una excursión de fin de semana de la que aún no han vuelto”. El 600 se fabricaba en Barcelona al ritmo del desarrollismo franquista, de esa España exótica, simpática y luminosa para el turista. En la radio del 600 sonaban los éxitos del ‘Spain is different’: el ‘Porompompero’ de Manolo Escobar, la rumba de Peret o la ‘Campanera’ de Joselito. Fueron los padres del flamenco y la rumba que un día se hizo pop. Una música que se exportaba y representaba a España a través de la parte por el todo, como señala Ramón López en ‘El flamenco pop como tecnología del cambio social’: “Sevilla por Andalucía, y ésta por España”.

Atrás quedaron Juanito Valderrama, Lola Flores o Antonio Molina. El tiempo en el que los Beatles estaban escribiendo la historia del pop, y España los escuchaba con el tapete y la flamenca sobre el televisor. A ese folclore kitsch lo sustituyó el Nuevo Flamenco en las décadas siguientes. Esos músicos para los que cualquier cosa cabe en el flamenco y, por tanto, cualquier cosa puede aflamencarse: fue el definitivo Paco de Lucía, que después alimentó la fusión de Ketama, Rosario Flores, Vicente Amigo, El Cigala…

Foto: Califato 3/4, en una imagen promocional. (Taste the floor)

Hasta hoy, cuando los violines de Joselito han vuelto sonar como ‘sample’ en ‘Demasiadas mujeres’, de C. Tangana. O la rumba vallecana de Los Chunguitos ha regresado al escenario de la mano de Rosalía, diva pop internacional. Y la flamenca encima de la tele, al menos en su equivalente musical, ha vuelto a causar fascinación en la escena musical española. Son muchos más los ejemplos de artistas patrios que dan al folclore -flamenco, en muchos casos- un lugar privilegiado en sus citas e influencias: Dellafuente, Mala Rodríguez, Califato ¾, Juanito Makandé o El Niño de Elche son algunos de ellos. Trap, rap, jazz, funk, rock son la diversidad con un elemento en común: la influencia del flamenco.

Más allá de C. Tangana y Rosalía, de lo cañí que parece marcar la deriva del pop español reciente, les proponemos a otros cinco artistas que han hecho gala del folclore y de la fusión, su bandera. Desde la canción asturiana hasta la seguidilla manchega, pasando por la jota aragonesa o la música tradicional gallega.

I. Rodrigo Cuevas: erótica y música asturiana

Rodrigo Cuevas se autodefine como un agitador folclórico, un defensor de la música popular como pegamento social. “La tradición es una vía de expresión común a todos los seres humanos”. Los dos pilares artísticos de Cuevas (Oviedo, 1985) son la canción asturiana y la copla, con todos los atributos eróticos que la rodean. Por eso combina la vestimenta tradicional asturiana con los ligueros.

Cuevas estudió piano y tuba en el Conservatorio de Oviedo. Después, Sonología en la Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMUC). Las bases electrónicas y la distorsión de la voz forman parte de su firma musical, aun cuando interpreta una canción tradicional asturiana. Es el caso de ‘Tengo que xubir al puertu’, en colaboración con Raül Refree.

II. Tanxugueiras: ¿pandereteiras a Eurovisión?

Estas gallegas son las autoras de ‘Terra’, el tema que podría representar a España en Eurovisión 2022. Tanxugueiras lo conforman Aida Tarrío, Olaia Maneiro e Sabela Maneiro, tres jóvenes que combinan el sonido tradicional gallego (panderetas, gaitas y tamboril) con ritmos latinos, como lo hacen en ‘Figa’, el ‘single’ con el que ya intentaron dar el salto a Eurovisión en 2021.

Tanxugueiras fue también el nombre de su primer álbum, lanzado en 2018. El feminismo -se definen como “mujeres fuertes, valientes y empoderadas. Cantareiras de una nueva década”- es uno de los ingredientes principales de sus letras. En 2020, ganaron el premio a la Mejor Adaptación de una Pieza Tradicional en los XIX Premios La Opinión de Música de Raíz.

III. Guitarricadelafuente y la jota aragonesa

El nombre de Guitarricadelafuente comenzó a sonar más alto tras su colaboración con Natalia Lacunza. La navarra acababa de abandonar Operación Triunfo y, en su primer EP, contó con la voz rasgada de este cantautor de 24 años. Aunque nació en Castellón, las raíces de Álvaro Lafuente están en Aragón. Y por eso hizo de la jota aragonesa la base de su 'single' 'Desde las alturas'. Como más de una vez ha reconocido el cantante, la música aragonesa es una de sus influencias. Al acompañamiento de las jotas rondaderas -las que se cantan recorriendo las calles- recuerda el rasgueo rítmico de la guitarra en este tema.

IV. Karmento: pop manchego

Karmento se llama Carmen Toledo y nació en Bogarra, un pueblo de la sierra de Albacete. "Y si cantas la manchega a la orilla de una era, verás como los almendros y los olivares, todo florecíos, salen a bailar", dicen unos versos de su tema 'La manchega en la azotea'. Su último álbum, 'Este devenir', fue nominado al Mejor Álbum de Músicas de Raíz Premios MIN de la Música Independiente.

Karmento se define como "pop con acercamiento al folclore", defiende la búsqueda de sus raíces porque en ellas encuentra "gran parte de las explicaciones con las que comprender el mundo". El compás de las seguidillas manchegas, con sus instrumentos propios, aparecen en este 'La manchega en la azotea'.

V. Huntza: pop-rock y trikitixa

En euskera, 'huntza' significa hiedra. Fue el nombre que se dieron estos seis jóvenes de Bilbao, que se conocieron en la universidad y formaron un grupo de pop-rock con tintes de tradición vasca. En 2016, lanzaron su canción más conocida, 'Aldapan Gora', que cuenta con dos millones de reproducciones en YouTube. El sonido de Huntza es el del rock vasco, pero también el de su tradición.

Con la característica trikixa (un pequeño acordeón, más agudo, típico del folclore vasco), y algún que otro 'irrintzi' (grito agudo que solían usar los pastores para darse señales en las montañas). Huntza se ha convertido en uno de los grupos que ha llevado el pop en euskera a las listas de éxito en España.

Dijo Manuel Vázquez Montalbán que, el día que los españoles se subieron a un Seat 600, “empezaron a alejarse de su pasado e iniciaron una excursión de fin de semana de la que aún no han vuelto”. El 600 se fabricaba en Barcelona al ritmo del desarrollismo franquista, de esa España exótica, simpática y luminosa para el turista. En la radio del 600 sonaban los éxitos del ‘Spain is different’: el ‘Porompompero’ de Manolo Escobar, la rumba de Peret o la ‘Campanera’ de Joselito. Fueron los padres del flamenco y la rumba que un día se hizo pop. Una música que se exportaba y representaba a España a través de la parte por el todo, como señala Ramón López en ‘El flamenco pop como tecnología del cambio social’: “Sevilla por Andalucía, y ésta por España”.

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