Los secretos de las azafatas para sobrevivir a los vuelos de larga distancia

Las personas que trabajan en el mundo de la aviación comercial tienen que lidiar con muchos problemas en su día a día, sobre todo porque pasan muchas horas o días fuera de su hogar y la conciliación familiar es más que difícil. Pero si, además, tienen que sufrir vuelos de muchas horas de duración a menudo, las cosas se complican. Por eso, nada mejor que acudir a ellos para saber cuáles son sus trucos para sobreponerse a los vuelos de larga distancia.

Kris Major, una asistente de vuelo británica con 24 años de experiencia a sus espaldas, ha contado a la CNN algunos de sus trucos profesionales. Por ejemplo, los vuelos nocturnos son habituales entre América y Europa para tratar de adaptarse mejor al cambio horario. En ese caso, la azafata recomienda cenar antes de subir al avión, ya que de esa manera podrá olvidarse de las comidas que se sirven a bordo y podrá utilizar la mayoría de las horas del vuelo para descansar.

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El problema es que dormir en un avión no es precisamente fácil: los asientos son incómodos, el espacio más que reducido y los ruidos suelen repetirse durante el vuelo. Por eso, Kris Major cree que si no estamos cansados es mejor no forzar un sueño que no va a llegar. Pero hay que tener en cuenta lo que nos espera a la llegada porque, si por ejemplo, tenemos que conducir, hay que hacerlo en las mejores condiciones. En ese caso, lo mejor es tratar de cerrar los ojos y, aunque no se duerma inicialmente, intentar descansar todo lo posible.

Trucos para vuelos de larga distancia

Lógicamente, cuanto más espacio tengamos disponible para estirar las piernas, más fácil será llegar a nuestro destino descansados. Para conseguirlo, lo mejor es elegir los asientos que dan a las salidas de emergencia, ya que no hay otras filas de butacas justo delante. En caso de no estar disponibles, las personas más altas deberían escoger asientos que den al pasillo mejor que los de ventanilla, ya que podrán maniobrar mejor con sus extremidades inferiores.

Los nervios de las personas que tienen miedo a volar se multiplican en vuelos de larga distancia. Para este grupo de pasajeros, la azafata tiene algún truco para tranquilizarles, como explicarles lo seguros que son los aviones o, directamente, distraerlos. Disfrutar de una película o su música favorita puede ser una solución, pero al viajar durante muchas horas, los asistentes de vuelo se convierten en consejeros y casi psicólogos de algunos viajeros que lo pasan realmente mal en el aire.

Para las personas que viajan con niños pequeños, enfrentarse a este tipo de vuelos tampoco es fácil. En este caso, Major reconoce que "si estás tenso, tu hijo estará tenso, es tan simple como eso. Si estás estresado y te sientes ansioso, tu hijo estará ansioso". Por eso, anima a los padres a llevar algún juguete especial para los niños o, incluso, su manta favorita, de tal manera que se sientan seguros a bordo y todo lo relajados que sea posible.

Recomienda lavarse los dientes antes de llegar porque "es lo que más refresca"

Y el último truco, justo antes de nuestra llegada a destino. Kris Major reconoce que "lavarse los dientes siempre es lo que más refresca a todos", por eso recomienda a todos los pasajeros que, antes de aterrizar, pasen por el baño, se laven la cara y los dientes y se arreglen un poco. Se sentirán como nuevos y preparados para afrontar lo que les espera cuando salgan del avión.