Tres pueblos españoles se unen a la selecta lista de la OMT con los mejores destinos rurales del mundo

La Organización Mundial de Turismo (UNWTO, en sus siglas en inglés), el organismo de las Naciones Unidas especializado en la promoción del turismo responsable, sostenible y accesible para todos, realiza cada año el listado de Best Tourisim Villages con los mejores destinos rurales del mundo. Para este 2023, ha incluido tres enclaves españoles que se unen a Morella (Castellón) y Lekunberri (Navarra), agregados hace un año.

La primera de estas poblaciones es Alquézar, situado en la comarca Somontano de Barbastro, en la provincia de Huesca. Este pueblo medieval, declarado Conjunto Histórico-Artístico, está ubicado en lo alto de un meandro del río Vero y pasear por sus calles estrechas y empedradas rezuma encanto a cada paso. Imprescindibles sus increíbles vistas desde el mirador Sonrisa de viento.

Alquézar, el pueblo de Huesca perfecto para los amantes de la naturaleza y el senderismo

Ángeles Castillo

Destaca su castillo, de origen islámico, reconvertido en colegiata (dedicada a Santa María) tras la reconquista cristiana. La fortaleza data del s. IX y se erigió en tiempos de Jalaf ibn Rasid para frenar el avance de los reinos cristianos. Asimismo, conserva tramos de su muralla y la torre albarrana, así como los vestigios de una iglesia románica del siglo IX que se ha integrado en un claustro del siglo XIV.

Rupit (Barcelona) y Guadalupe (Cáceres)

El segundo municipio es Rupit, una auténtica joya medieval en el interior de la provincia de Barcelona. Su emplazamiento es único, ya que reposa en las laderas de un risco que cae sobre un sinuoso valle. Sus paisajes, de una belleza extraordinaria, están compuestos por frondosos bosques de hayas, robles, encinas, abedules y abetos.

Llama la atención la iglesia barroca de San Miguel (s. XIII) con fachada de color blanco, en contraste con la arquitectura de piedra del resto del pueblo, repleto de casas de piedra con balcones, ventanas y puertas de madera que datan de los siglos XVI y XVII. De obligada visita es subir por la calle del Fossar, la cual mantiene la estructura de piedra del propio risco y la arquitectura rústica de Rupit. En lo alto está la gran roca, lugar donde se ubican los restos del pequeño castillo. Cuesta subir, pero merece la pena apreciar sus impresionantes vistas.

El tercer enclave elegido en este listado es Guadalupe (Cáceres), cuyas calles están siempre llenas de flores en primavera y destaca por su típica arquitectura serrana con sus balcones y soportales. Tiene encantadores rincones como la plaza de Santa María, el Colegio de Infantes o la iglesia barroca de la Santa Trinidad, además de sus cinco arcos medievales que se reparten por sus dos murallas.

Este pequeño pueblo de interior guarda un tesoro imponente: el Real Monasterio de Santa María. Data del s. XIV y es tan rico arquitectónicamente hablando que, solo por verlo, merecería la pena la visita, ya que en él confluyen distintos estilos como el mudéjar, el gótico, el barroco, el renacentista y el neoclásico. Y no es para menos, porque ha sido testigo de momentos decisivos de la historia de España, como la audiencia en la que los Reyes Católicos ofrecieron las tres carabelas a Colón.