Tres parajes naturales de Córdoba para los amantes de la naturaleza

La llegada del otoño supone un reinicio en muchos aspectos. Lejos quedan las quincenas en la playa y los aperitivos en un chiringuito. Cambia el tiempo, y también lo hacen las costumbres e, incluso, los destinos. En estos meses los amantes de la naturaleza disfrutan de temperaturas más propicias para practicar deportes al aire libre y descubrir nuevos parajes, en los que el medio ambiente es el protagonista.

Córdoba, con tres parques naturales entre sus fronteras, se convierte en un lugar ideal para una escapada otoñal. Los viajeros pueden practicar desde senderismo y realizar rutas en bici, hasta turismo ecuestre, piragüismo o pesca deportiva, entre otras actividades. Todo ello unido a interesantes pinceladas culturales y monumentales en una tierra también conocida por sus temperaturas templadas y una atractiva gastronomía.

Sierras Subbéticas

Al sureste de la provincia se ubica este parque natural con forma de ‘isla’ y alturas de entre 900 y 1.500 metros. Por su alto valor geológico también fue declarado Geoparque Mundial de la Unesco (en España tenemos un total de 15 con esta denominación). Además, todo su entorno resulta muy atractivo para los turistas, es un paisaje bañado por olivos y pueblos blancos con destacados restos históricos.

Sus numerosos senderos y rutas para todos los gustos y niveles son idóneos para los amantes del senderismo. Por ejemplo, la Vía Verde del Aceite, que recorre el antiguo trayecto del tren del Aceite, es una opción apropiada para familias y para realizar paseos en bicicleta conociendo las principales localidades de la zona.

Uno de estos pueblos es Zuheros, que a tan solo cuatro kilómetros de su núcleo urbano, alberga la Cueva de los Murciélagos, una cavidad de 65 metros de profundidad (si quieres visitarla, deberás reservar plaza con antelación) y uno de los principales atractivos para turistas y aficionados a la espeleología, que pueden aprovechar el viaje para acercarse a la Cueva del Yeso, a pocos kilómetros de distancia.

Asimismo, en este entorno natural se encuentra el pantano de Iznájar, el más grande de Andalucía, con un amplio abanico de actividades acuáticas. Para reponer fuerzas y hacer turismo cultural, te recomendamos visitar cualquiera de los pueblos del entorno como Priego y su jardín micológico; Luque, con su recinto amurallado del castillo nazarí; o Almendinilla, que alberga importantes yacimientos arqueológicos.

Parque Natural Sierra de Hornachuelos

Nos vamos ahora al norte, al ‘trocito’ de Sierra Morena que pisa la provincia cordobesa, el Parque Natural Sierra de Hornachuelos. Este entorno natural es considerado uno de los bosques mediterráneos mejor conservados de Europa: la encina y el alcornoque son sus principales protagonistas.

Uno de los puntos ineludibles en este enclave natural es el sendero del Guadalora. Una ruta de siete kilómetros y una dificultad media que recorre un bosque de gran extensión y alto valor natural, además es una buena oportunidad para avistar aves como el buitre negro, el águila real o el halcón peregrino. Otro de los lugares destacados en este parque natural para dar un buen paseo, o incluso navegar sobre una canoa, es el embalse del Bembézar.

En el corazón del parque tampoco puedes perderte la aldea de San Calixto, en la que destacan su monasterio y su iglesia. Para seguir con el turismo de carácter más cultural, hay que trasladarse a la zona sur de Hornachuelos, uno de los puntos turísticos más atractivos de la provincia. El castillo de Almodóvar ha cobrado una especial relevancia en los últimos años, además de por su propio interés cultural, por ser uno de los escenarios de la serie Juego de Tronos.

El estómago también disfrutará en esta zona porque en cualquiera de sus localidades se pueden degustar deliciosos embutidos, carne de caza y la miel típica de la comarca.

Parque Natural de la Sierra de Cardeña y Montoro

Al noroeste de la provincia, lindando con Jaén y Ciudad Real, se encuentra este parque natural de más de 38.000 ha. Su orografía, con un paisaje de formas suaves y alturas moderadas, es perfecta para el desarrollo de actividades deportivas y ecuestres, e incluso piragüismo, ya que por este enclave discurre el Guadalquivir que permite, no solo disfrutar de bonitas sendas, sino también realizar diversas actividades acuáticas.

Precisamente es este río el que protagoniza uno de los monumentos más destacados del parque, convirtiéndose en su puerta sur de entrada. Se trata del Monumento Natural Meandro de Montoro, que ocupa 100 hectáreas y hasta cinco kilómetros. Merece la pena acercarse al atardecer para disfrutar de la puesta de sol otoñal.

En el interior del parque no hay ya localidades habitadas, pero una de las antiguas aldeas despobladas, la Aldea del Cerezo, se ha rehabilitado para alojamientos rurales. Un punto de partida muy adecuado para los amantes de la micología que encontrarán en la Sierra de Cadeña y Montoro un sinfín de especies de interés.