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¿Quieres hacer un viaje diferente? Estas son algunas de las rutas más raras del planeta
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hay que explorar lo inexplorado

¿Quieres hacer un viaje diferente? Estas son algunas de las rutas más raras del planeta

Todos hacemos los mismos viajes, visitamos los mismos museos y acabamos haciéndonos las mismas fotos. ¿Por qué no innovar un poco?

Foto: Fuente: iStock.
Fuente: iStock.

Admitámoslo: todos hacemos los mismos viajes, visitamos los mismos museos y acabamos haciéndonos las mismas fotos. Sujetando la Torre de Pisa, haciendo el signo de la victoria en la Plaza de la Revolución en la Habana o de espaldas, observando el Gran Cañón. Es natural, al final, aunque el mundo es amplio, hay lugares más seguros y turísticos que otros, y nuestro espíritu aventurero nos lleva a conocer esos lugares para evitar que nos los cuenten otros.

Pero si eres de los que quieren explorar lo inexplorado, o te pasas de original, también hay parajes para ti. Te dejamos algunos lugares insólitos y diferentes de los que quizá nunca habías oído hablar. O quizá sí, e incluso tus ojos han tenido la suerte de verlos.

Cuevas de Waitomo (Nueva Zelanda)

Un impresionante cielo estrellado encerrado en una cueva. Las cuevas en el área de Waitomo, en Nueva Zelanda, (Waitomo glowworm, Kuakuri y Aranui) son un destino frecuente, y se originaron hace miles de años por la presión que ejercieron las corrientes subterráneas sobre la piedra caliza blanda.

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La magia del supuesto cielo estrellado en Waitomo glowworm se debe a las extrañas criaturas que habitan en él, los gusanos luminosos (Arachnocampa luminosa), con una efímera vida, que producen luz para atraer a sus presas y así poder alimentarse. Las rocas estratificadas, formadas por el goteo, también formaron estalactitas y estalagmitas, y aunque desde principios del siglo XX han sido un destino de turismo frecuente, fueron descubiertas tan solo un poco antes: la primera expedición, a Aranui, se realizó en 1887.

Puerta del infierno (Turkmenistán)

La puerta del infierno, o el pozo de Darvaza (en turcomano), podría protagonizar un cuento de hadas terrorífico. Es un lugar inexpugnable, y para llegar a él uno tiene que atreverse a pasar por el desierto de Karakum, lugar habitado por pastores nómadas y la terrible karakurt (araña negra cuya picadura provoca la muerte en menos de dos minutos).

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Si te atreves, podrás encontrar este agujero en el que la tierra se encuentra en llamas permanentemente. Tiene 69 metros de diámetro y 30 de profundidad, así como una temperatura de 400 ºC, y se creó tras un accidente en 1971 durante unas obras de prospección de gas, cuando un equipo de geólogos soviéticos y sus tiendas fueron tragados literalmente por la tierra. Antes de la pandemia atraía a cientos de turistas, pese a su difícil y peligrosa localización. Todo un espectáculo.

Área 51 en Estados Unidos

En la región sureña de Nevada, a unos 133 kilómetros al noroeste de las Vegas, podrás visitar la misteriosa Área 51 (aunque, por supuesto, no podrás cruzar la base ultrasecreta). Pero muchas personas se aventuran a viajar por la conocida como Carretera Extraterrestre (Extraterrestrial Highway), famosa por los supuestos y frecuentes avistamientos ovnis.

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Desde Las Vegas deberías conducir hacia el poblado de Rachel por la US-93 N y la Ruta Estatal de Nevada 375. La carretera tiene unos 157 kilómetros y Rachel recibe muchos turistas amantes de los alienígenas todos los años, aunque en general es una de las rutas menos transitadas de Nevada. En tu periplo podrás encontrar un buzón en medio de la nada o una curiosa tienda en medio del desierto regentada por un extraterrestre enorme de metal, donde podrás encontrar souvenirs.

Los túneles de la Guerra de Vietnam

Igual que pueden visitarse los campos de exterminio y concentración del Holocausto, los túneles de Cu Chi, situados al norte de Ho Chi Minh (la antigua Saigón) pueden visitarse y son uno de los mayores testimonios de la Guerra de Vietnam.

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Comenzaron a construirse durante los años 40, y más tarde, entrada la guerra, el Viet Cong intensificó la excavación como estrategia bélica (servía para pillar por sorpresa al enemigo norteamericano y también para protegerse de ataques aéreos). A día de hoy se pueden hacer varios recorridos diferentes y visitar, incluso desde Tailandia.

Aoshima, la isla de los gatos (Japón)

¿Eres un loco de los gatos? Imagina tener 36 para ti. Esto sucede en la japonesa isla de Aoshima, en la prefectura de Ehime, y es conocida por su gran número de felinos, que cada vez son más por persona conforme fallecen los ciudadanos más mayores.

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En otro tiempo, la isla era un pueblo de pescadores, pero la población humana ha disminuido porque se agotaron las pesquerías de sardina, y muchos trabajadores se trasladaron a las ciudades (actualmente y según las estimaciones, tan solo viven seis personas en la isla). Los gatos permanecieron, sin embargo, alimentándose de las donaciones de alimentos de todo Japón. Y se puede ir a visitarlos en un ferry que sale desde Nagahama y tarda únicamente 30 minutos.

Admitámoslo: todos hacemos los mismos viajes, visitamos los mismos museos y acabamos haciéndonos las mismas fotos. Sujetando la Torre de Pisa, haciendo el signo de la victoria en la Plaza de la Revolución en la Habana o de espaldas, observando el Gran Cañón. Es natural, al final, aunque el mundo es amplio, hay lugares más seguros y turísticos que otros, y nuestro espíritu aventurero nos lleva a conocer esos lugares para evitar que nos los cuenten otros.

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