Suiza es para el verano: ciudades 'boutiques' y paisajes alpinos

Suiza huele a chocolate y suena a relojes de precisión, pero también nos recuerda a la temporada invernal, a los deportes de nieve y a chimeneas que crepitan. Pero el país europeo es también una opción para el verano. Este pequeño Estado en superficie mezcla las ciudades boutiques con los paisajes alpinos, sin dejar de lado el arte de vanguardia, la gastronomía y unas tradiciones llenas de influencias.

Empecemos por las ciudades. Basilea, Ginebra o Zúrich son algunos de esos lugares que no podemos dejar de visitar. Estas urbes son consideradas ciudades boutiques, entornos con encanto que, en poco espacio, ofrecen una gran oferta de museos, restaurantes, actividades de ocio y tiendas. Sin olvidar aquello que las hace estar en el top de la lista de los turistas: pintorescas calles con casa tradicionales en el centro y barrios cosmopolitas en sus alrededores.

Basilea, por ejemplo, es la ciudad universitaria más antigua del país y está situada a orillas del Rhin. Los viajeros pueden disfrutar paseando por su casco antiguo medieval y de sus 40 museos entre los que destacan el Kuntmuseum y las cuatro pinturas que Picasso regaló a la localidad. Cerca de Basilea, y en un viaje en tren, se llega a Colmar, conocida como 'la pequeña Venecia', por los numerosos canales que la atraviesan.

En Ginebra es obligado visitar la casa del filósofo Jean-Jacques Rousseau, el lago Lemán o dar un paseo por el caso medieval, con calles adoquinadas y tiendas de antigüedades. Zúrich, por su parte, es algo más que un centro financiero, es una de las ciudades romanas más antiguas del país y lugar donde se ubica la Ópera, referencia para el ballet y donde se estrenan las obras más importantes.

Estas localidades están a un paso de la naturaleza; no hay ciudad en Suiza que no cuente con un río o arboleda cerca de sus calles. Y es que una de las características de este país es convertirse en el encuadre perfecto para una postal: montañas, valles o alguno de los 48 picos alpinos que superan los 4.000 metros de altitud y a los que el acceso ya es una experiencia en sí, a través de trenes cremallera, teleféricos panorámicos y funiculares.

Una buena forma de realizar una primera aproximación es el itinerario Lucerna, Interlaken y Montreux. Si Suiza es el corazón de Europa, Lucerna lo es de Suiza. Ubicada a solo media hora de Zúrich, esta ciudad boutique sintetiza los encantos helvéticos en sus callejuelas, monumentos y puentes llenos de flores. Interlaken es la puerta a la naturaleza, rodeado de lagos y los paisajes más típicos del país.

Tras perder la vista en un horizonte que te dejará sin palabras, el viaje se encamina a la región del lago Lemán, recorriendo bosques alpinos y pueblos de montaña, hasta llegar a Montreux con hoteles palaciegos y una ribera ideal para mitómanos: uno de sus iconos es la estatua de Freddy Mercury y su estudio de grabación. Aquí resulta imprescindible el castillo de Chillon y su inconfundible estampa a orillas del Lemán. Una visita al corazón de Europa siempre merece la pena y no es imprescindible esperar a que bajen las temperaturas para empaparse de la cultura suiza.

Viajes El Corte Inglés te propone una escapada a Basilea en la que durante tres días podrás descubrir una de las capitales del arte en el mundo. Si prefieres naturaleza, Viajes El Corte Inglés ofrece muchas variantes de viaje para disfrutar de la Suiza más verde y te propone el itinerario Lucerna, Interlaken y Montreux. Hay tantas opciones como diverso es el país suizo.