Cinco castillos Disney que puedes encontrar por toda Europa

Desde el siglo pasado todas las generaciones de niños han crecido con las películas de Disney. Pero no solo con sus largometrajes contemporáneos, sino que los más pequeños de la casa también habrán visto las clásicas, probablemente con la misma edad con la que la vieron sus padres.

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Fran Sánchez Becerril

En muchas de las películas de fantasía de la factoría estadounidense no faltaban los castillos. Hasta el punto de que estas fortalezas se han convertido en iconos que traspasan el universo propio del film, por no hablar de que durante años la imagen de Disney ha sido un castillo.

Lo cierto es que muchas de estas fortalezas de fantasía, aunque parezcan ideadas al completo por los ilustradores, están basadas en castillos que existen en la realidad. En Europa tenemos el ejemplo de varias fortificaciones que sirvieron como inspiración para crear estas construcciones de los príncipes y las princesas Disney.

Castillo de Neuschwanstein (Alemania)

El castillo de Neuschwanstein, situado en Baviera (Alemania), fue mandado construir por el rey Luis II de Baviera en 1869. Su nombre original era Nuevo castillo de Hohenschwangau,​ en honor al castillo donde el rey pasó gran parte de su infancia, pero el nombre fue cambiado después de la muerte del rey al que actualmente tiene.

Esta fortificación se construyó en una época en que los castillos y las fortalezas ya no eran necesarios desde el punto de vista estratégico. Nació en la imaginación de Luis II como una pura fantasía romántica de un castillo medieval idealizado. El castillo es una composición de torres y muros que pretendía armonizarse con las montañas y los lagos. Precisamente esta creatividad dio lugar a esta maravillosa construcción de ensueño que inspiró al mismísimo Walt Disney para la creación del castillo de 'La Bella Durmiente'.

Alcázar (Segovia)

El Alcázar de Segovia, que data de principios del siglo XII, es uno de los castillos medievales más característicos del mundo y uno de los monumentos más visitados de España. Su imponente perfil se levanta, majestuoso, sobre el valle del Eresma y es símbolo de la Ciudad vieja de Segovia, declarada Patrimonio Mundial de la Unesco​ en 1985.

Dicen que el Alcázar de Segovia dejó tan impresionado a Walt Disney que lo usó como inspiración para crear el castillo de su primer largometraje. Cuentan que las similitudes entre esta edificación y el castillo de ‘Cenicienta’ se pueden encontrar en la fachada de ladrillo de los edificios, las torres y la ubicación.

Castillo del Monte Saint-Michel (Francia)

El castillo del Monte Saint-Michel se encuentra en una pequeña isla rocosa del estuario del río Couesnon, situada en la región de Normandía (Francia). La arquitectura prodigiosa del monte Saint-Michel y su bahía lo hacen el sitio turístico más concurrido de Normandía y uno de los primeros de Francia, con unos 3,2 millones de visitantes cada año.

Dicen que todo el conjunto sirvió de inspiración para los dibujantes de la película ‘Enredados’. En esta fortificación la pequeña Rapunzel es secuestrada por una malvada bruja.

Castillo Dunnottar (Escocia)

El castillo de Dunnottar (Dunnottar Castle en inglés) es un castillo medieval, hoy en ruinas, que se encuentra asentado sobre un precipicio rocoso en un cabo en la costa nordeste de Escocia (Reino Unido), aproximadamente tres kilómetros al sur de Stonehaven. Los edificios del castillo que han llegado hasta nosotros corresponden esencialmente a los siglos XIV y XV, pero casi con completa seguridad existió en el lugar una importante fortaleza ya en los llamados siglos oscuros.

Cuentan que los ilustradores de la película ‘Indomable’ se basaron en las ruinas de esta fortificación para crear el castillo de la princesa Mérida.

Castillo de Chillon (Suiza)

El castillo de Chillon es un castillo de Suiza de origen medieval que se encuentra a orillas del lago Lemán, en la comuna de Veytaux, en el cantón de Vaud. Tiene forma oblonga, con unas dimensiones de 110 metros de largo por 50 metros de ancho y una altura máxima de 25 metros.

Este castillo sirvió para idear el castillo del príncipe Eric, de la película ‘La Sirenita’ y, además, sus salas fueron una fuente de inspiración al poeta Lord Byron.