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Qué ver en Vancouver: sitios a visitar en la ciudad más poblada de Canadá
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Qué ver en Vancouver: sitios a visitar en la ciudad más poblada de Canadá

Estos son los encantos de una urbe imprescindible cuando se cruza el charco en dirección al oeste

Foto: Vancouver: esto es lo que no puedes perderte
Vancouver: esto es lo que no puedes perderte

Vancouver ha vuelto a colarse en la lista de las ciudades con mejor calidad de vida de este año. Con sus poco más de 600.000 habitantes –la décima parte de población que registra Madrid–, esta idílica urbe se posiciona entre las cinco localidades donde se vive mejor. Parques, edificios imponentes, restaurantes a pie de mar… Un cúmulo de elementos que dejan con la boca abierta a todo el que tiene posibilidad de conocer la zona oeste canadiense. Existen rutas guiadas en español que permiten a los turistas conocer de manera panorámica su callejero a través de un autobús que realiza diferentes paradas a lo largo de su recorrido de cuatro horas.

Comenzando en el barrio de Yaletown, el trayecto continúa por el parque municipal más grande de todo Canadá. El Stanley Park, como así se llama este pulmón verde, queda salpicado por varios tótems indígenas que encierran leyenda de lo más singulares. Tras compartir fotos con los mapaches, que campan a sus anchas por el parque sin prestar atención a los turistas, se comprobará por qué Vancouver dispone del Chinatown más grande de todo el país: la ciudad acoge a gran cantidad de población china desde que, años atrás, el país comenzara a desarrollar su ferrocarril y necesitara mano de obra.

En las visitas a Vancouver no puede faltar una parada en el famoso reloj de vapor de la ciudad, una maquinaria ubicada en pleno barrio de Gastown –el más antiguo de la localidad– que lleva marcando la hora puntualmente desde 1977. Tan tradicional mecanismo contrastará con el centro financiero de Vancouver y sus impresionantes rascacielos, así como la zona de Granville Island y su popular mercado público abierto tan solo dos años después de la puesta en marcha del mencionado reloj a vapor.

La comida se hará por cuenta propia para que el visitante elija la opción que más le satisfaga de entre las que ofrece Vancouver –dé un paseo por el puerto si desea ver el pebetero olímpico de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2010 mientras come–, y la tarde se empleará en lo que el turista prefiera.

El norte de Vancouver, naturaleza en altura

Si bien es cierto que Canadá es un país dominado por las tonalidades verdes, la naturaleza hace aparición especial en la ruta por el norte de Vancouver. De nuevo con un tour en autobús de cuatro horas de duración y guía de habla española, los visitantes respirarán aire puro mientras cruzan el río Capilano por el puente colgante de peatones más largo del mundo: el Capilano Suspension Bridge. Setenta metros de longitud y 137 de recorrido hasta la otra 'orilla' del cañón son suficientes para vivir una experiencia única al lado de las copas de altísimos árboles.

placeholder El puente sobre el río Capilano es el puente colgante peatonal más largo del mundo (iStock)
El puente sobre el río Capilano es el puente colgante peatonal más largo del mundo (iStock)

Sin salirse de la misma zona boscosa, los visitantes conocerán los Tree Tops, unas estructuras de madera en altura que ejercen de camuflados miradores sobre los troncos más elevados. No apto para personas con vértigo resulta el Cliff Walk, un camino suspendido en el aire con suelo de rejilla o de cristal, en función del tramo por el que se transite. Desde 'el cielo' conocerá la vida aviar del parque, una experiencia educativa que se ampliará en la explicación sobre la crianza y desove del salmón en aguas canadienses desarrollada en el criadero de esta especie ubicado en el río Capilano.

Y como nadie se cansa de conocer Vancouver desde las alturas, nada mejor que un ascenso en teleférico hasta la cima de la Grouse Mountain y sus famosas pistas de esquí. Allí, a 1.000 metros de altura, los visitantes podrán hacer unas fotos increíbles con la ciudad a sus pies. Además, los más pequeños disfrutarán como nunca conociendo la forma de vida de los osos grizzly –uno de los animales más típicos de Canadá, que puede llegar hasta los 550 kilos de peso– en un santuario para ellos que se puede visitar.

Jardines y nieve completan el viaje

La ciudad de Victoria, capital de la isla de Vancouver, es uno de los destinos imprescindibles cuando se viaja a Canadá. En ella se encuentran los preciosos jardines Butchart, un parque de 22 hectáreas dividido por temáticas donde se pueden disfrutar paisajes al más puro estilo japonés, italiano o mediterráneo. A principios del siglo XX, estos jardines se pusieron en marcha por iniciativa de Jennie Butchart sobre una antigua cantera de piedra caliza que había sido explotada por su esposo para una empresa cementera. Hoy en día, los senderos de césped y flores que pueden contemplarse ostentan la calificación de Sitio Histórico Nacional de Canadá.

Para llegar hasta ellos se debe coger un ferry que trasladará a los pasajeros desde la ciudad de Vancouver hasta la isla homónima. El recorrido, de unos 90 minutos de duración, permite contemplar un precioso paisaje en el que –con suerte– se verán focas y orcas nadando cerca del barco.

El colofón final al viaje se sitúa en la zona de esquí favorita de los habitantes de Vancouver: Whistler. Para llegar a este pueblo alpino, a solo 50 kilómetros del hotel donde se descanse, habrá que atravesar una carretera de costa hasta el fiordo de Howe Sound. Parada fundamental se realiza en las cascadas de Shannon, unas caídas de agua de 333 metros de altura, así como en el monolito de granito más grande de Canadá conocido como 'The Chief'.

En Whistler, sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de hace seis años, se tendrá tiempo libre para pasear por su horizonte de glaciares y nieve. De manera opcional, no incluida en el precio, los pasajeros que lo deseen pueden esquiar en sus famosas pistas desde las 11 de la mañana hasta por la tarde.

Vancouver ha vuelto a colarse en la lista de las ciudades con mejor calidad de vida de este año. Con sus poco más de 600.000 habitantes –la décima parte de población que registra Madrid–, esta idílica urbe se posiciona entre las cinco localidades donde se vive mejor. Parques, edificios imponentes, restaurantes a pie de mar… Un cúmulo de elementos que dejan con la boca abierta a todo el que tiene posibilidad de conocer la zona oeste canadiense. Existen rutas guiadas en español que permiten a los turistas conocer de manera panorámica su callejero a través de un autobús que realiza diferentes paradas a lo largo de su recorrido de cuatro horas.

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