Las exitosas series españolas olvidan a sus guionistas: "Pagan menos que hace 15 años"
La ficción televisiva de nuestro país goza de una excelente salud mientras que aquellos que escriben las series se ven sometidos a las exigencias y abusos de cadenas y productoras
¿Sería capaz de mencionar a alguno de los guionistas que idearon la dramática carrera de Pancho por la playa de Nerja, gritando la noticia que traumatizó a todo un país? ¿Sabe el nombre de algunos de los hombres que introdujeron en nuestra rutina el inolvidable “para dentro, Romerales” que capítulo tras capítulo soportaba el sargento encarnado por Cesáreo Estébanez? ¿Recuerda a alguno de los 20 guionistas que escribieron en las cinco temporadas de ‘Aquí no hay quién viva’? ¿Y el nombre de los responsables de la producción de habla no inglesa más vista en la historia de Netflix? ¿Conoce a los hombres y las mujeres culpables de que la ficción española esté entre lo más visto del “prime-time” español?
Es probable que todas las respuestas sean negativas, pero no se aflija querido lector, es lo más normal. Por desgracia, entre las costumbres más arraigadas de la televisión española está que las cadenas de televisión primero, y las productoras después, se atribuyan el éxito de sus series de ficción. Y mientras cualquier aficionado a las series norteamericanas sabe quién creó ‘Los Soprano’, ‘The Wire’ o ‘A Dos Metros Bajo Tierra’, en España las series se graban en nuestra memoria con los nombres de las empresas que las hacen posible, y no de aquellos que las escriben.
Esta omisión, que lleva a unos pocos a atribuirse la autoría de muchas series, es solo uno de los diversos infortunios que sufren los guionistas televisivos de nuestro país. Un mal endémico que se ha agravado en los últimos años, gracias a la aparición de las plataformas de streaming y el visionado en diferido. Porque en el mundo de la ficción audiovisual, que una serie sume espectadores gracias a las nuevas tecnologías, o se convierta en un éxito internacional, no significa obligatoriamente que se reconozca el mérito del guionista.
“No es que las series las hagan las cadenas, pero sí deciden qué series se hacen. Los guionistas no decidimos, escribimos cosas y el 90% no nos las compran. En este país se escriben series muy diferentes a las que se ven, y no se ruedan.” Natxo López habla desde la experiencia que da haber trabajado en el equipo de guionistas de series de televisión tan conocidas como ‘7 vidas’, ‘Hispania’ o ‘Gran Reserva’. Perteneciente a la junta del sindicato ALMA, que representa a los guionistas españoles, a sus espaldas cuenta con casi veinte años de experiencia en la profesión. Un bagaje que le permite decir con seguridad que, a pesar del éxito de la ficción serializada española, la profesión de guionista no ha mejorado.
“De hecho hemos tenido unos años muy malos, como todo el mundo, con la crisis. Años en los que había poco trabajo y perdimos seguridad en el trabajo” explica antes de añadir que fue entonces cuando empezaron a trabajar como autónomos y se bajaron los precios. “Ahora mismo se paga peor que hace 10 o 15 años” sentencia. Y eso a pesar de que en los últimos 18 meses la tendencia está cambiando y “Movistar está contratando mucho, aparte de las grandes cadenas que también están haciendo más ficción.”
Cuenta López que “antes trabajabas para Globomedia y escribías series para Globomedia” mientras que “ahora es más habitual que seas autónomo y que a ti te paguen por capítulo escrito”. Un sistema que les obliga a “pelear cada contrato y tienes mayor capacidad de negociación si te necesitan más”, explica antes de puntualizar que la situación es aún más difícil para los guionistas noveles, ya que no cuentan con “un currículum detrás, o unos títulos que avalen que sabes escribir.”
"Como si Campsa y Repsol pactasen precios"
La precariedad contractual se ve agravada por diversos factores, entre los que se encuentra la imposibilidad de ALMA de elaborar y difundir recomendaciones de precios por la elaboración de guiones. Una guía que oriente a los profesionales y no los deje en manos de cadenas y productoras a la hora de establecer sus salarios. Esta traba llega impuesta por la Comisión Nacional de la Competencia, que en 2012 abrió un expediente al sindicato y le impuso una multa de casi treinta mil euros. “Según Competencia somos como si Campsa y Repsol estuvieran pactando precios” aclara López, que se muestra optimista ante la posibilidad de que se incluya una excepción cultural “que ya existe en otros países y que consiste en que se nos exima de esa prohibición y podamos establecer unos mínimos”, algo en lo que ya está trabajando ALMA.
La posición de fuerza de cadenas y productoras obliga a los guionistas a ceder buena parte de los derechos que se desprenden de su obra. “Si yo te enseñara un contrato de guionista” dice López, “fliparías de la cantidad de especificaciones que hay de todo lo que cedes. Se especifica que tú cedes la posibilidad de que tu serie se emita en futuras cosas que todavía no se han inventado”. Según explica el guionista, las productoras les obligan a ceder los derechos de reproducción y de emisión porque “las cadenas les obligan”. Unas imposiciones que “un creador más potente a lo mejor puede negociar, pero lo normal es que intenten quitártelo todo.”
Fariña y Cuerpo de Élite (A3) más de 500.000 espectadores en su emisión en diferido, El Accidente (T5) 400.000, Cuéntame (La1) 250.000... Una tarta cada vez más rentable y de la que los autores seguimos viendo MIGAJAS y con sueldos (en el mejor de los casos) de hace 10 años.
— ALMA GUIONISTAS (@almaguionistas) 9 de marzo de 2018
Los guionistas mantienen los derechos morales, o de autor, porque son irrenunciables pero como expresaron en las redes sociales hace unas semanas, desde ALMA no sienten que los guionistas estén siendo remunerados debidamente a este respecto. “Antena 3, Tele 5 o TVE hace una serie, la emite y los guionistas cobramos derechos de autor por eso. Pero si la pone en su página web, y la ven doscientas mil personas, tú no recibes nada” explica Natxo López antes de recordar que esa fue una de las reivindicaciones de los guionistas norteamericanos en la recordada huelga de 2007. “Veían venir los nuevos tiempos, sabían de la importancia de la producción en streaming y se pusieron en huelga para negociar que cobrasen también por eso” puntualiza el guionista.
Del 100% de derechos de autor que se generan se reparte el 25% al director, el 25% al música, y el 50% al guion, la mitad para el argumento y la otra mitad para el diálogo.
En el mes de marzo el ranking de emisiones en diferido más vistas del mes lo encabezaban dos producciones españolas, ‘Cuerpo de élite’ y ‘Fariña’, con 454 mil espectadores en el mejor de los casos y 394 mil en el peor. Una audiencia con la que Antena 3 saca pecho, pero por la que los guionistas no reciben ninguna remuneración, a pesar de que en Atresplayer el usuario debe pagar por ver el contenido que desee. La negociación entre las entidades de gestión de derechos, como DAMA o SGAE, y la legislación, que no contempla los nuevos tiempos de las plataformas de streaming, están en el centro de esta “pelea en la que las empresas quieren pagar menos, y lo entiendo, pero los creadores creemos que una parte de estos beneficios deberían llegarnos” apunta López. Según el guionista, “del 100% de derechos de autor que se generan se reparte el 25% al director, el 25% al música, y el 50% al guion, la mitad para el argumento y la otra mitad para el diálogo. Es un sistema de reparto que introdujo SGAE hace años y se quedó como estándar.”
Derechos de autor robados
Entre los cambios positivos que la profesión ha experimentado en los últimos años, el guionista navarro destaca que las “cadenas y los productores son cada vez más conscientes de la importancia del guionista. Hace 20 años iba el Sr. Globomedia a decir que tenía una serie de Globomedia y ya está. Ahora cuando vas a una cadena lo primero que te preguntan es ¿esto quién lo va a escribir? O ¿quién lo ha escrito? El nombre es importante” explica López. Pero él mismo es consciente de que esto “ha generado comportamientos poco éticos de gente que se arroga trabajos o determinadas autorías”. “Se trata”, añade, “de gente muy conocida que lo que hace es intentar hacer muchas series contratando gente buena, aunque luego ellos son los creadores de todo. Eso hace que su nombre crezca cuando muchas veces es gente que ni siquiera escribe, que no son creadores.”
Los guionistas deben trabajar con “gente que se queda con los derechos de autor que no le pertenecen, gente que no escribe y firma como creadora de la serie o que no escribe una palabra y firma todos los capítulos como guionista"
En el mundo de la televisión, el nombre que va unido al “creado por” es muy importante porque otorga competencias para "pedir más, presionar, conseguir vender más series, que te compren más”. Una capacidad de maniobra con la que se quedan aquellos que se llevan el crédito, a pesar de que “normalmente el creador es un guionista y eso debería ser así siempre.” “Intentamos que se nos acredite como creadores” señala el guionista “que se nos empiece a dar oportunidades para no estar siempre al servicio de las historias de otros”. “Desde ALMA” prosigue “estamos negociando para conseguir el “creado por” y las productoras se resisten de una manera brutal. Hay muchos casos distintos, pero a veces vienen a decirte que somos muy engreídos.”
Otro de los objetivos primordiales del sindicato de guionistas es crear conciencia gremial para que, cuando los profesionales asciendan y tengan una posición de poder, sean conscientes de las condiciones que ellos mismos imponen después de haberlas sufrido. "A veces los productores menos solidarios provenían del guion” señala López antes de apuntar que los guionistas deben trabajar con “gente que se queda con los derechos de autor que no le pertenecen, gente que no escribe y firma como creadora de la serie o que no escribe una palabra y firma todos los capítulos como guionistas. Eso no es una tontería, son derechos de autor que está robando a los guionistas que han escrito el capítulo. Es un tema delicado porque es difícil de demostrar. Ahí los que tienen que denunciar son los guionistas, y no lo hacen porque es gente que da mucho trabajo.”
En streaming tampoco se vive mejor
Para López, la televisión “no es una industria de creadores, es una industria de empresarios y productoras. Las series no solo se venden porque pueda haber una buena idea detrás, se venden dependiendo de quién eres. Hay productoras que saben que todos los años van a vender un par de series a una cadena en concreto.” Y la llegada de las plataformas de streaming tampoco ha introducido muchas mejoras en la profesión. Entre los agravios más comentados del gremio se encuentra que Netflix, un año después de haber emitido 'Las Chicas del Cable', no ha pagado los derechos de autor de la emisión de su producción española. E incluso hay quien indica, aunque prefiere no revelar su identidad, que la SGAE todavía estaría negociando con la plataforma de streaming, reticente a pagar derechos en España por ser una empresa norteamericana.
Tampoco parece que la producción propia de Movistar vaya a mejorar la situación de los guionistas españoles, porque “no dejan de ser la serie del director tal, el actor tal… Es una decisión” apunta López, “hasta cierto punto lógica, tú quieres a gente que te va a dar un rendimiento X… Pero la sensación es que, para hacer series, a la gente de la tele nos han dejado fuera.” Al igual que parece lejano el momento en el que la ficción española apueste por una temática social o política. Como apunta el guionista navarro "aquí nadie ha hecho un 'Borgen', por ejemplo, que hable de la política de España. En las nuevas series, incluso en las nuevas plataformas, hay cierta sensación de escapismo y me da pena que no se toquen más temas con más valentía”.
Aunque López es consciente de que quizá no es el mejor momento para la osadía en el mundo de los guiones, porque como él mismo apunta "en la época de '7 vidas' había una mayor libertad a la hora de escribir, de enfocar determinados temas, de hacer comedia con determinadas cuestiones. Ahora la sensación que tenemos es que hay que tener mucho más cuidado con lo que escribimos, a ver si alguien se va a ofender o nos van a meter en la cárcel. Eso antes no pasaba.”
¿Sería capaz de mencionar a alguno de los guionistas que idearon la dramática carrera de Pancho por la playa de Nerja, gritando la noticia que traumatizó a todo un país? ¿Sabe el nombre de algunos de los hombres que introdujeron en nuestra rutina el inolvidable “para dentro, Romerales” que capítulo tras capítulo soportaba el sargento encarnado por Cesáreo Estébanez? ¿Recuerda a alguno de los 20 guionistas que escribieron en las cinco temporadas de ‘Aquí no hay quién viva’? ¿Y el nombre de los responsables de la producción de habla no inglesa más vista en la historia de Netflix? ¿Conoce a los hombres y las mujeres culpables de que la ficción española esté entre lo más visto del “prime-time” español?
- 'La Casa de Papel' ya es la serie en habla no inglesa más vista de la historia de Netflix Aloña Fernández Larrechi
- Marisco, coca y dominó: 'Fariña' no es 'Narcos' (ni falta que le hace) Carlos Prieto
- 'Fariña' ya se vende más caro que la coca mientras el cierre amenaza a sus editores Aloña Fernández Larrechi