Cruz vuelve a las andadas en 'La Promesa': este es su nuevo y malicioso chantaje

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Con todo el trajín de la enajenación mental de Jimena, hacía tiempo que el personaje Cruz pasaba más horas preocupada por su nuera que intentando conseguir sus astutos objetivos en La Promesa. La serie que La 1 de Televisión Española emite entre semana a las 17:30 horas, ha regresado este lunes con un nuevo episodio, en el que la perversa marquesa de Luján ha ideado un plan para asegurarse de que su hijastra, Catalina, no se salvase del peligro que la amenaza.

Tal y como sucediese con don Fernando, a Cruz se le da demasiado bien eso de ver cómo sus enemigos agonizan, mientras ella impide su salvación. Podría ocurrir lo mismo ahora que Catalina ha inhalado humo después del incendio provocado por Jimena en su habitación.

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A. Richart

Todo ha comenzado cuando Jana ha acudido a atender a Jimena a sus aposentos, intrigada de que le hubiese dicho que ella ya le había llevado la cena, algo que era falso. Cuál ha sido la sorpresa de la criada al encontrarse un infierno desatado en el interior de la cámara.

La gran afectada del incendio

A Jana no le ha costado demasiado sacar a Jimena del incendio, aunque estaba sumida en una especia de trance. No ha sido tan fácil con Catalina, pues ha precisado de la ayuda de Rómulo para sacarla, inconsciente, de la habitación. Esto ha provocado una recaída en la salud del mayordomo, quien por fin comenzaba a recuperarse de su enfermedad pulmonar.

Lo poco que ha podido balbucear Catalina era que Jimena había prendido el fuego en la habitación. Así se lo ha contado Manuel al marqués, y Alonso a Cruz, quien ha pensado de su nuera que era una "desgraciada" y una "lunática", por haber retenido a Catalina en su habitación en contra de su voluntad.

Cruz se ha ofrecido a darle la orden al chófer de que fuera a buscar el oxígeno

Por supuesto, todo son apariencias en la defensa de Catalina por parte de Cruz. Cuando el marqués le ha contado a su esposa que Abel le había hecho un grave diagnóstico y que necesitaba que le trajesen una unidad de oxígeno de Villalquino, la marquesa se ha ofrecido a ser ella misma quien le diese la orden al chófer de que fuera a buscarla. "Ve con tu hija", le ha excusado a Alonso, "necesita a su padre".

El soborno de Cruz

Cuando Alonso se ha retirado, Petra se ha acercado a la marquesa, y le ha preguntado si deseaba que diese la orden al chófer. "Claro", ha contestado Cruz, antes de matizar: "pero no te apresures, que hay mucho alboroto en esta casa últimamente".

Cruz le ha otorgado unas monedas a Petra para que sobornase al conductor. "Una gratificación", por si en su camino se perdía o se desviaba. Con malicia, Cruz ha pensado que si ese oxígeno no llegaba a tiempo, "¿qué se le va a hacer? No se puede luchar contra la naturaleza, habrá que dejar que siga su curso".

La Promesa podría prepararse para la despedida del personaje de Catalina, si ese remedio no llegase a tiempo para salvar la vida de la chica. ¿Se apuntará Cruz otro tanto en su marcador? ¿Descubrirá alguien que ha sobornado al chófer?