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De peor a mejor: clasificamos todos los episodios de la temporada 6 de 'Black Mirror''
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De peor a mejor: clasificamos todos los episodios de la temporada 6 de 'Black Mirror''

La última entrega de la serie de Netflix no es ni de lejos la mejor, quizá incluso sea una de las más flojas. Estos son los capítulos que más merecen la pena.

Foto: Una imagen de la temporada 6 de 'Black Mirror'. (Netflix)
Una imagen de la temporada 6 de 'Black Mirror'. (Netflix)

El esperado estreno de la temporada 6 de Black Mirror no ha sido el regreso triunfal que esperábamos. La antología de ciencia ficción de Netflix llevaba cuatro años sin entregar nuevas historias y, ahora que lo ha hecho, descubrimos que la serie creada por Charlie Brooker ha regresado casi irreconocible.

Los cinco episodios que conforman esta temporada apenas están emparentados con el futurismo tecnológico al que nos tenía acostumbrados la ficción. Esta Black Mirror es otra: una más parecida a algo como La dimensión desconocida, Alfred Hitchcock presenta o, por recurrir al referente patrio, Historias para no dormir.

No es ni de lejos la mejor temporada de la serie: de hecho, es una de las más flojas

Con una duración que varía entre los 45 minutos y la hora y media, los capítulos incluyen relatos terroríficos de inspiración retro, giros inesperados, una dosis de comedia siniestra y hasta alguna que otra pulla a Netflix. Como es costumbre, Brooker escribe el guion de todos los episodios. Además, dos de ellos se han rodado en España.

En pocas palabras, esta no es ni de lejos la mejor temporada de la serie. De hecho, quizá sea una de las más flojas. Sin embargo, algunos cortes sí merecen más la pena que otros. Este es nuestro ranking de todos los episodios de la temporada 6 de Black Mirror, ordenados de peor a mejor.

5. Mazey Day

placeholder Un momento de 'Mazey Day'. (Netflix)
Un momento de 'Mazey Day'. (Netflix)

Todo lo malo de la sexta temporada de Black Mirror está resumido en Mazey Day. El episodio, dirigido por Uta Briesewitz, cuenta cómo se cruzan las historias de una paparazzi con remordimientos por el lado más feo de su trabajo y una joven estrella del cine con un oscuro secreto.

Protagonizado por Zazie Beetz, Clara Rugaard y Danny Ramirez, el capítulo podría llegar a tener algo de interés si formara parte de algo como El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro. Si una historia no incluye ni una sola reflexión sobre nuestra conflictiva relación con las pantallas, Black Mirror no es sitio para ella. Mucho menos si encima es tan sosa como esta.

4. Beyond The Sea

placeholder Aaron Paul en el episodio 'Beyond The Sea'. (Netflix)
Aaron Paul en el episodio 'Beyond The Sea'. (Netflix)

Al comienzo de su andadura, Black Mirror no era un escaparate para superestrellas. Los medios y la relevancia de la serie invitaban a tirar de otros perfiles de actores. No obstante, con el paso de las temporadas, nombres de la talla de Miley Cyrus se han ido dejando caer por ella. En esta nueva entrega, el fichaje más notorio es el de Aaron Paul, que protagoniza Beyond The Sea.

Junto a Josh Hartnett y Kate Mara, el actor de Breaking Bad encabeza una historia sobre un 1969 alternativo en el que dos astronautas enviados al espacio siguen presentes en sus hogares de forma vicaria gracias a unos cuerpos sintéticos hechos a su imagen y semejanza y manejables por control remoto. Cuando una tragedia complica el uso de las réplicas, el drama retro del episodio se va enredando y volviéndose interesante —especialmente cuando deja espacio a Mara para lucirse—, pero un desenlace precipitado y formulaico acaba estropeando el conjunto.

3. Demonio 79

placeholder Una imagen del episodio 'Demonio 79'. (Netflix)
Una imagen del episodio 'Demonio 79'. (Netflix)

Salvado por poco podría ser otro buen resumen de la tónica general que domina esta última temporada de Black Mirror. Esa es la sensación que deja Demonio 79: de no ser por un par de ideas sobre la televisión como agente vertebrador de las naciones, caería en el mismo agujero insulso y vacío de discurso que Mazey Day.

Ambientado en el norte de Inglaterra en el año 1979, el episodio muestra cómo una tímida dependienta de origen sudasiático que sobrevive como puede en una sociedad cada vez más reaccionaria se ve abocada a cometer tres crímenes para prevenir el fin del mundo. Es el único de la temporada que Charlie Brooker coescribe con alguien: Bisha K. Ali, la guionista británico-paquistaní que creó la serie Ms. Marvel. Aunque demuestra más capacidad de generar un imaginario que el espectador pueda retener mínimamente pasados sus 74 minutos, es también material más propio del gore de Sitges que de la antología de Netflix.

2. Joan es horrible

placeholder Salma Hayek en un momento de 'Joan es horrible'. (Netflix)
Salma Hayek en un momento de 'Joan es horrible'. (Netflix)

Es solo a partir de aquí cuando la remesa de episodios conecta de nuevo con el vocabulario más esencial de Black Mirror. Esto no significa que el espíritu de la serie pueda resumirse en un decálogo férreo ni que la antología deba mantenerse igual hasta el fin de los tiempos: lo que ocurre es que Brooker despunta en lo que sabe hacer y flaquea en lo demás.

Joan es horrible es puro Black Mirror porque interroga a la audiencia sobre los algoritmos a los que someten sus vidas, que son los mismos que los que gobiernan la de Joan, una mujer que descubre en el catálogo de una plataforma de streaming una serie que plagia su vida en directo y donde hace de ella Salma Hayek. Entre la espiral decadente del clásico Caída en picado y la parodia de USS Callister, el capítulo encuentra el caminito de migas de pan que lleva de vuelta a lo que Black Mirror nunca debió dejar de ser.

1. Loch Henry

placeholder Una captura de 'Loch Henry', el mejor episodio de la temporada 6 de 'Black Mirror'. (Netflix)
Una captura de 'Loch Henry', el mejor episodio de la temporada 6 de 'Black Mirror'. (Netflix)

La pulla a Netflix de Joan es horrible se completa con este otro corte de la temporada dedicado a impugnar una cultura dominada por el cacareado contenido, las recomendaciones personalizadas y el big data. En Loch Henry, una pareja de estudiantes regresa al pueblo de uno de ellos, en Escocia, para rodar un true crime sobre un antiguo y truculento caso que sacudió la villa décadas atrás.

La idea de los protagonistas es vender su documental a alguien como Streamberry, la plataforma de vídeo bajo demanda que también aparece en Joan es horrible y a través de la cual Charlie Brooker escupe directamente contra Netflix. Desprovisto a priori de esa mirada tecnológica casi ausente en la temporada, el capítulo va dejando paso a la gran sugerencia del guionista en esta sexta entrega de su exitosa fórmula: que el aparato invisible de las ficciones contemporáneas puede ser tan peligroso como una Alexa asesina.

La invocación del género del true crime, elevado como máximo exponente del tipo de cultura audiovisual que las plataformas quieren y pueden producir, es la última y brillante travesura de un Brooker que se pasa el resto de la temporada en modo avión.

El esperado estreno de la temporada 6 de Black Mirror no ha sido el regreso triunfal que esperábamos. La antología de ciencia ficción de Netflix llevaba cuatro años sin entregar nuevas historias y, ahora que lo ha hecho, descubrimos que la serie creada por Charlie Brooker ha regresado casi irreconocible.

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