Leticia Dolera consolida su 'Vida perfecta' en Movistar+ emulando al mejor Berto Romero

Tras un lanzamiento marcado por la polémica por el despido de una de sus actrices protagonistas debido a su embarazo, 'Vida perfecta' se sacudió la controversia con una excelente primera temporada en la que Leticia Dolera (junto a Manuel Burque) demostró sus dotes para retratar la crisis existencial de una generación, la suya, de la mano de tres amigas en puntos vitales muy diferentes: María, abandonada por su pareja y embarazada por accidente; Cristina, en un matrimonio que atraviesa su peor momento; y Esther, naufragando en el terreno profesional y sentimental.

Explorar esa imperfección de sus vidas, y cómo juntas trataban de capear el caos en el que se encontraban envueltas, convirtió a 'Vida perfecta' en una de las mejores series de 2019 gracias a un elenco de actores que desprendía química y naturalidad frente a las cámaras, un ancla al que se han agarrado nuevamente para poner en pie la que será la segunda y última temporada de la ficción, como ha confirmado Movistar+`en el marco del Iberseries Platino Industria, donde se ha podido disfrutar ya del primer capítulo de este (nada deseado) desenlace.

Cuando la cadena le ofreció a Dolera la posibilidad de renovar por una segunda temporada, la creadora y actriz no las tenía todas consigo, pero finalmente vio en la maternidad de su personaje un interesante punto de partida del que explorar nuevos territorios. Y así, como si de las primeras temporadas de la magnífica 'Mira lo que has hecho' de Berto Romero se tratara, Leticia abordará el lado menos bonito de la maternidad, ese que pocas veces se muestra al público: depresión postparto, falta de sueño, irascibilidad, pérdida de autoestima o el mundo de las citas cuando se es una desbordada madre soltera serán solo algunos de los temas que aborde de la mano de su María, manteniendo la cotidianidad de sus situaciones como aspecto fundamental de un relato que solo así logra respirar verdad.

Pero María no estará sola en este desconcertante nuevo capítulo de su vida, ya que tanto su hermana como su mejor amiga seguirán estando muy presentes en su día adía, aunque cada una preocupada por sacar adelante también sus nada tranquilos proyectos vitales: mientras que Cristina explora el universo de las parejas liberales para terminar de conocerse, tanto a su pareja como a su matrimonio y a sí misma; Esther se embarcará en una relación, a priori desesperada, que dará un giro a su vida de 180º, dejando atrás el espíritu universitario en el que se encontraba anclada para emprender su camino a la madurez, aunque por el camino se queden sus sueños y anhelos.

En el polo opuesto los espectadores encontrarán a Gari, ese voluntarioso joven al que su discapacidad intelectual no le define que tanto conquistó a público y crítica en la primera temporada (Premio Ondas y Premio Feroz a Mejor actor de reparto). Enric Auquer a buen seguro volverá a robar cada escena con su abnegado padre, capaz de sacrificar lo que haga falta para estar a la altura de las circunstancias, ahora que la madre de su hijo más lo necesita. Suyas son, nuevamente, las escenas más tiernas de este primer capítulo, revalidando su posición de corazón y brújula moral de esta historia.

Carmen Machi y Fernando Colomo volverán a estar presentes en esta temporada también como los padres de las hermanas Aguado, refrendando así la apuesta por un elenco de actores que derrochó química (y ternura) en el mejor episodio del pasado año, donde todas las tramas estallaron por los aires en una reunión familiar para el recuerdo. Como la familia siempre saca lo mejor y lo peor de uno mismo, juntarlos de nuevo nos asegura otro torbellino de emociones de cara a esta segunda temporada.

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Con estos ingredientes sobre la mesa, Leticia Dolera, Manuel Burque y su equipo mantienen la esencia que encumbró a la serie en su primera temporada, pero vuelven con energías renovadas para tratar de despedirse por todo lo alto: interesantes puntos de partida, prometedores conflictos interiores que explorar y, sobre todo, el naturalismo por bandera para mantener a 'Vida perfecta' anclada en la realidad, esa que con tantas aristas retrata a través de sus cada vez más ricos personajes.

Como sucede en la estupenda secuencia con la que cierra su primer episodio de esta segunda temporada, levantemos las copas para brindar por lo que viene... aunque todo pueda desmoronarse en cuestión de segundos. Como la vida misma.