'Vida Perfecta': Leticia Dolera se marca un 'Girls' a la española

Todo empieza como un chiste. Como un chiste retorcido. Esto van María, Cristina y Esther y la vida les cae a plomo. A la primera le deja el novio de toda la vida, con la tinta del boli verde aún fresca después de firmar una hipoteca a veinticinco años. Y, para más vueltas de tuerca, en un colocón de MDMA con final feliz acaba quedándose embarazada de un desconocido, que resulta tener una discapacidad física y mental. A Cristina, una especie de Charlotte de un hipotético 'Sexo en Barcelona', se le ha acabado la química con su marido y se le ha despertado la física fuera de casa como si no hubiera mañana. Y a Esther, artista independiente y sensible leha pasado por encima el rodillo del mercantilismo y las redes sociales y se ha dado cuenta de que o te vendes o te meten en la trastienda de la vida.

Leticia Dolera ha pasado de dejarse llevar a la 'Vida perfecta', que es el título definitivo de su nueva serie de ocho capítulos, premiada en Canneseries y que ahora se presenta en el Festival de San Sebastián, a un mes de su estreno en Movistar+. El viaje de 'Vida perfecta' de la mesa de proyectos a la pantalla no ha sido fácil. No sólo porque Dolera se haya tenido que enfrentar a las críticas por el despido de la actriz Aina Clotet, quien iba a interpretar a Cristina, cuyo embarazo en la vida real supuso un imposible para el proyecto, según la directora y su equipo, tanto por las exigencias del personaje como por las necesidades del plan de rodaje. Sino porque la luz verde al proyecto tardó en llegar más de un año.

"Yo fui a Movistar con cuatro folios donde se contaba la serie y me dijeron que no la veían", confiesa Dolera, quien también interpreta a María. "Me fui a mi casa, muy triste, pero con una fuerza nueva y con ganas de escribir el piloto. Necesitaba saber si había o no había una serie ahí, así que escribí una biblia durante un año. Cuando tuve la biblia y el piloto volví a Movistar, y ahí me dijeron que eso sí que lo veían, así que llamé a Manuel Burque y nos pusimos a escribir la serie".

Una serie sobre la madurez desde el punto de vista de tres mujeres que, además, explota un humor irreverente

'Vida perfecta' podría traducirse, con matices, como una 'Girls' a la española, con unas protagonistas asomadas al borde de la cuarentena con sus respectivas crisis existenciales: pareja, maternidad, carrera profesional. Una serie sobre la madurez desde el punto de vista de tres mujeres que, además, consigue conjugar un humor irreverente y un punto de vista liberal respecto a temas controvertidos como el sexo, las drogas y la discapacidad sin rozar el mal gusto. Aunque a veces el mal gusto catalice mejor.

Dolera perjura que no quiere ser dogmática. Que su intención es plantear los temas que le preocupan, pero sin imponer soluciones. "Me he hecho preguntas universales cómo '¿Qué lugar ocupa en mi vida el sexo, el deseo, la pareja, la familia?' o '¿Qué tipo de familia quiero tener?' -todavía seguimos con la familia clásica nacional-católica a cuestas- o temas como la frustración o el miedo al fracaso, la amistad, los lazos materno-filiales… Son temas que me inquietan y hablo con mujeres de mi entorno y con amigas. Y con la serie no pretendía dar respuesta a cuestiones tan complejas de lo humano, sino aportar luz a esos rincones del alma que mantenemos oscuros porque nos dan miedo".

Dolera: "La serie habla de dos cosas que siguen siendo tabú, que es la sexualidad femenina"

Tres protagonistas con tres puntos de vista diferentes, que no incompatibles. "En la serie las protagonistas empiezan como una visión más estereotipada de dónde encajarían socialmente y va bajando a las profundidades de lo emocional, independientemente del sexo, de la generación o la condición social", explica Celia Freijeiro, quien finalmente ha puesto voz y piel a Cristina. "Hay muchos temas de los que no se ha hablado hasta ahora porque el relato era masculino, desde la perspectiva del hombre. Por eso es necesario que las mujeres empiecen a dirigir, a producir y a escribir historias. Mi personaje es la construcción de una ‘superwoman’, el estereotipo de un personaje que tiene que estar feliz, contenta y a gusto porque ha seguido punto por punto el manual para encajar dentro de esta sociedad y ser feliz: un coche, matrimonio, hijas, carrera profesional brillante, dinero, amigas, entorno seguro… Pero, de repente, no está bien. Y el viaje del personaje se hace a través de su sexualidad y su deseo. Y entonces la serie habla de dos cosas que siguen siendo tabú, que es la sexualidad femenina -normalmente se nos presenta como objetos de deseo,pero no como sujetos deseantes- y la maternidad -se sigue cuestionando si vas a tener o no hijos-. No nos han dado voz ni nos han preguntado qué queremos".

'Vida perfecta' también reflexiona sobre la imagen que de nosotros mismos damos en las redes sociales, creando una ilusión de éxito y escondiendo las imperfecciones. "Perseguimos ideas que no tienen por qué encajar con nuestros deseos. La pareja es una idea, la familia es una idea, la maternidad es una idea. Perseguimos ideas construidas por la cultura, y te tienes que preguntar qué significa esa idea y quién la ha creado para ti", explica Dolera. "Mi personaje intenta encajar en la idea de éxito profesional que tenía desde pequeña pero no lo consigue", añade Aixa Villagrán, Esther en la ficción. Además de la frustración propia hay que enfrentarse a cómo te etiqueta la sociedad: 'Eres una loser, una perdedora, un desastre'". Parafraseando a Oswood Fielding III, gracias a Dios, "nadie es perfecto".