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Así he sobrevivido (un mes) a los 'spoilers' de 'Juego de tronos'
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31 DÍAS DESPUÉS DEL FINAL

Así he sobrevivido (un mes) a los 'spoilers' de 'Juego de tronos'

Esta es la historia de alguien que empezó a ver la serie más famosa de esta década a destiempo: cuando todo el mundo ya disfrutaba del final...

Foto: Imagen de la serie 'Juego de tronos'. (HBO)
Imagen de la serie 'Juego de tronos'. (HBO)

Nadie me obligó, pero lo hice. Cuando tuve la feliz idea de empezar a ver 'Juego de tronos' en plena vorágine pop (la emisión de la octava temporada), sabía a lo que me enfrentaba. Un amigo ya me advirtió de que comenzar a verla en Semana Santa (la serie con más bajas de la historia de la televisión volvió a nuestras vidas, paradójicamente, un Domingo de Resurrección) era peligroso. Ni me iba a dar tiempo de ver toda la serie para compartir la catarsis colectiva con el resto de fans ni me iba a librar de comerme algún que otro 'spoiler'. Al fin y al cabo, trabajo con periodistas y el paseo por Twitter es obligado cada mañana.

Lo cierto es que no me preocupaba demasiado. Viendo los primeros capítulos, la maraña de nombres en mi cabeza (los Stark, los Lannister, la de aquel reino y la de aquel otro) era tan grande que podrían haberme dicho que Jon Nieve era un monje beduino y me lo habría creído a pies juntillas.

[El destino de Jon Snow, ¿era desvelado en la última foto de 'Juego de tronos'?]

placeholder Jon Snow, en una imagen del final de 'Juego de tronos'. (HBO)
Jon Snow, en una imagen del final de 'Juego de tronos'. (HBO)

De hecho, esa era una de las razones para desistir de verla. Que levante la mano quien, durante los primeros capítulos y sin haber leído un solo libro de George R.R. Martin, no sintió más confusión que aquella modelo a la que preguntaron por Confucio en pleno concurso de belleza. Sin embargo, un momento fue clave para convertirme en seguidor de los tronos (¡ojo! que viene un 'spoiler'): la decapitación de Ned Stark. A partir de ese momento salvaje y hemoglobínico, comenzó un calvario que voy a narrar con detenimiento en este artículo en el que hay dragones, reinos, caminantes blancos y muchos, muchos 'spoilers'.

30 de abril de 2019

Desde por la mañana me preparo para la que se avecina… Mi cuñado me ha dicho que el del domingo anterior ('La larga noche') es, sin duda, el mejor capítulo de 'Juego de tronos'. Yo me muero de ganas por ir al día pero mi tiempo es limitado. Mientras huyo de 'spoilers', no puedo evitar escuchar alguna loa hacia Arya Stark (ella es la que vence al Rey de la Noche en un capítulo que, gracias a una logística impresionante, narra la batalla contra los caminantes blancos).

placeholder Arya Stark, en un fotograma de 'Juego de tronos'. (HBO)
Arya Stark, en un fotograma de 'Juego de tronos'. (HBO)

Yo voy a mi ritmo: estoy comenzando la tercera temporada y ni siquiera he llegado a ver la célebre 'Boda roja', de la que ya me llevan hablando varios años y de la que, intuyo, no salen vivos ni Robb Stark ni su madre. El peligro está en todas partes: Twitter está lleno de fotografías de una Arya mucho más mayor (yo todavía la estoy viendo en su época de niña graciosamente peleona).

Redoblo esfuerzos y consigo huir de cada titular y cada frase que me pueda destripar algo. Los 'spoilers' crecen como las setas y escapar de ellos es más difícil que defraudar a Hacienda. Al igual que ocurre con el erario público, 'Juego de tronos' somos todos: no podemos escapar de ella ni de lo que ocurre en cada capítulo.

6 de mayo de 2019

Lo he conseguido. He disfrutado de la 'Boda roja' con alguna que otra sorpresa. El apuñalamiento del personaje de Oona Chaplin embarazada aún me produce pesadillas. Además, acabo de empezar la cuarta temporada. Mi felicidad dura poco: un colega de trabajo, de cuyo nombre no quiero acordarme, me pregunta por qué capítulo voy. "Por el primero de la cuarta", le digo con ingenua sinceridad. Su entusiasta respuesta me hiela la sangre, tanto que ni un dragón de Daenerys podría descongelarla.

"¡Qué bien! Entonces ya has visto la muerte de Joffrey", me suelta despreocupado. "¡No!", le replico con la mirada gélida. "Ostras, la he cagado. Pensaba que era en el primero, pero no, eso pasa en el segundo", me contesta con voz temblorosa.

placeholder La muerte de Joffrey Baratheon. (HBO)
La muerte de Joffrey Baratheon. (HBO)

Ese mismo lunes por la noche veo el capítulo en el que, efectivamente, el odioso Joffrey Baratheon se casa y, tras beber una copa de vino, muere envenenado con la cara más azul que un avatar de James Cameron. Teniendo en cuenta lo que yo odiaba a ese chico… me habría encantado no saber que iba a morir. Habría saboreado cada minuto de su angustia. A día de hoy, ya he perdonado a ese compañero que, con toda la buena voluntad, quiso compartir mi disfrute de la serie… Si Sansa pudo perdonar a Theon Greyjoy… ¿por qué no iba a perdonarlo yo?

13 de mayo de 2019

Mi lucha contra los 'spoilers' sigue adelante, mientras que el común de los mortales acaba de ver el penúltimo capítulo de la octava temporada. Cada vez que alguien menciona a uno de los personajes mis manos buscan los auriculares como el alcohólico busca la botella.

Empero. Hoy no podré evitar conocer uno de los momentos cumbre de la serie. Esta vez viene de la mano de otro compañero de trabajo, que adorna una de sus frases con un 'spoiler' de los gordos. "Dicen que bicho malo nunca muere… Aunque mirad a Cersei, que murió anoche", suelta despreocupado. Esta vez no ha habido auriculares que valgan… El capítulo, titulado 'Si no es por amor, que sea por miedo', forma parte de las conversaciones diarias y yo nunca habría imaginado que un colega utilizaría la muerte de Cersei para enmendar el refranero español. Mi consuelo es que, al menos, no me han contado la forma en que muere mi villana favorita.

21 de mayo de 2019

Es oficial. La serie ya ha terminado y el planeta entero habla de ello. Por si las moscas, advierto a todo bicho viviente que yo voy por la quinta temporada. La regla está clara: o sellan su boca o deben avisarme si van a hablar del final. Aunque parezca mentira, mis ojos ya están tan entrenados que consigo desviar la vista cada vez que me cruzo con un titular que incluya la palabra 'Juego de tronos'.

Aguanto el chaparrón de 'spoilers' durante una semana. Siete días después, creo haberme librado de la tortura. Al fin, podré seguir viendo la serie a mi aire, la gente se olvidará del fenómeno 'GoT' y dejará de comentarla… Pero el puñal me espera de nuevo en la redacción.

placeholder Cersei Lannister, interpretada por Lena Headey. (HBO)
Cersei Lannister, interpretada por Lena Headey. (HBO)

Una amiga despistada me invita a replicar una noticia que dice lo siguiente: "La reacción de Kit Harington al saber que Jon Nieve asesina a Daenerys". Mis inocentes ojos no han podido evitar verlo y mi grito de horror ante semejante 'spoiler' se escucha en toda la redacción. La persona en cuestión me pide perdón mil veces y yo no puedo evitar la decepción. Me quedan por ver tres temporadas y ya sé que mi querida reina de dragones no se sentará en el trono de hierro… ¿Qué he hecho yo para merecer esto?

15 de junio de 2019

Tras un maratón de siete capítulos seguidos (todo el sábado, prácticamente), por fin finalizo 'Juego de Tronos'. El gran fenómeno audiovisual de esta década a mí me ha durado dos meses. Estoy feliz porque, pese a todo, hay cosas que desconocía: conseguí llegar al desenlace sin saber, por ejemplo, que Bran iba a ser el nuevo rey de los Siete Reinos. Tampoco imaginaba que Jamie Lannister se sacrificaría para morir junto a su hermana aplastado por unos pedruzcos… aunque tenía mis ligeras sospechas.

Al día siguiente quiero debatir, durante horas y horas, qué me ha parecido la serie. La gracia de las películas o las series evento es justamente esa: compartirlas con el resto de los mortales. Pero ya es tarde… Esquivar 'spoilers' y ver la serie a destiempo también tiene desventajas: ya nadie habla (o no tanto como hace un mes) de 'Juego de tronos'. La conclusión de mi experimento está clara: ¡qué duro es ver una serie a solas en los tiempos del 'streaming'!

Nadie me obligó, pero lo hice. Cuando tuve la feliz idea de empezar a ver 'Juego de tronos' en plena vorágine pop (la emisión de la octava temporada), sabía a lo que me enfrentaba. Un amigo ya me advirtió de que comenzar a verla en Semana Santa (la serie con más bajas de la historia de la televisión volvió a nuestras vidas, paradójicamente, un Domingo de Resurrección) era peligroso. Ni me iba a dar tiempo de ver toda la serie para compartir la catarsis colectiva con el resto de fans ni me iba a librar de comerme algún que otro 'spoiler'. Al fin y al cabo, trabajo con periodistas y el paseo por Twitter es obligado cada mañana.

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