'Justo antes de Cristo' (Movistar+): humor 'absurdo' y desternillante hasta decir basta

Movistar+ apuesta una vez más por el humor. Desde este viernes, 5 de abril, los espectadores ya pueden disfrutar de la primera temporada de 'Justo antes de Cristo', comedia española de 6 capítulos, de 25 minutos de duración, que no dejará a nadie indiferente. Ambientada en la Antigua Roma, narra las batallas, nunca mejor dicho, de un neurótico patricio, Manio Sempronio, 'desterrado' a un campamento militar en Tracia.

[Movistar+ estrena la comedia 'Justo antes de Cristo' el próximo 5 de abril]

Allí vivirá infinidad de enredos y situaciones de lo más disparatadas, absurdas y divertidas, junto a un puñado de soldados, esclavos y nobles en el año 31 A.C. Destaca en la serie, además de un reparto coral excelentemente escogido y encabezado por Julián López, unos guiones divertidísimos de lo más surrealistas escritos por Juan Maidagán y Pepón Montero, ambos artífices del gran éxito de Telecinco 'Cámera Café'. Por cierto, este último, además, se ha puesto detrás de las cámaras para codirigirla junto a Borja Cobeaga.

Personajes tan dantescos como excéntricos

Entre los aciertos de 'Justo antes de Cristo' encontramos escenas, gags y expresiones más propias del siglo XXI que de la Antigua Roma, y también unos personajes tan dantescos como excéntricos, como sacados de alguna película de Berlanga o José Luís Cuerda. Además de Manio (Julián López) destacan: su esclavo Antonino, Eduardo Antuña con un acentazo gallego indescriptible; el general Neo Valerio, un gay pintado como una puerta y más salido que el pico de una plancha, interpretado por el desternillante César Sarachu; su hija Valeria (la inmensa Cecilia Freire), una frívola mujer obsesionada por casar a toda costa a su hija Ática (Priscilla Delgado); o Gabino (Manolo Solo), el hombre de confianza de Neo Valerio y cada vez más próximo en todos los sentidos a Manio...

En fin, un totum revolutum lleno de frikis en medio de esa Roma españolizada a más no poder. Y es en ese punto, aunque sus creadores digan lo contrario, donde 'Justo antes de Cristo' recuerda a la inolvidable 'La vida de Brian', de los Monty Phyton

La nueva serie está llena de desternillantes gags y diálogos absurdos más propios del siglo XXI que de la Antigua Roma

Aunque desde el minuto uno te ríes sin parar, en 'Justo antes de Cristo' falla parte del guion. Uno tiene la sensación, cuando acaba de verla, de que la historia de los habitantes del campamento tracio, queda diluida por cierto abuso de gags y bromas, no siempre necesarios ni justificados. Ello provoca una falta de hilaridad en los guiones, a pesar del enorme ingenio y talento que hay en cada uno de los capítulos. Montero y Maidagán ya avisaron, en su día, de que no era una comedia de chistes, sino un drama absurdo en el que la situación provoca la comedia. Y sí, señores, la serie se queda por momentos en la adécdota, en la risa... ¡que no en el chiste fácil, que es muy distinto!

Gran plató de más de 1400 metros

Los decorados, el vesturario y las localizaciones, donde abundan los exteriores, son excelentes. El campamento romano fue levantado dentro de una nave industrial a las afueras de Madrid. El plató ocupó más de 1.400 metros cuadrados, y para hacer todas las tiendas de campaña se emplearon más 2.000 metros cuadrados de lona. Las empalizadas que rodearon el recinto fueron construidas con más de 500 pesados postes de pino auténtico.

El vestuario que lucen los actores y los extras nada tienen que ver con los típicos disfraces que se compran en los chinos. Los uniformes y gran parte del mobiliario fue expresamente encargado a una empresa italiana. De hecho, casi todo el material había aparecido antes en icónicas producciones, como la serie 'Roma' o películas como 'Gladiator'.

Las túnicas y togas proceden de la famosa sastrería Cornejo. También se han heredado espadas y escudos de la serie 'Hispania, la leyenda' (Antena 3). Todo un esfuerzo económico, fundamental en una serie de época, que se nota en 'Justo antes de Cristo'.

'Justo antes de Cristo' compuesta por 12 episodios, aunque de momento no hay fecha de estreno para los otros 6 episodios, es ante todo una apuesta divertida, de gran calidad técnica y muy entretenida. Además, hacer una comedia tan distinta, absurda e histriónica como esta, en los tiempos que corren y encima en España, no es fácil. Una vez más, Movistar+ ha arriesgado y eso, para bien o para mal, siempre se agradece. Véanla y juzguen...