'Justo antes de Cristo', lo nuevo de Movistar + es "MASH' en un campamento romano"

Desde hace tres meses, en una de las naves que componen el conocido polígono industrial madrileño Cobo Calleja hay un campamento romano. Entre negocios al por mayor de productos chinos y talleres de automóviles, la legión romana ha levantado sus tiendas de campaña y también una taberna, recreando un campamento. El próximo lunes, escudos, mapas y luminarias volverán a sus cajas de cartón para retornar a los almacenes en los que, pacientemente, esperan otra producción de romanos como ‘Justo antes de Cristo’. La comedia de Movistar protagonizada por Julián López (‘Superlópez’) y Xosé Touriñán (‘Fariña’) que esta semana termina su rodaje y que estrenará en la primavera de 2019.

'Justo antes de Cristo', nació hace 15 años según cuentan sus creadores, Pepón Montero y Juan Maidagán, guionistas de ‘Camera Café’, ‘Plutón Verbenero’ o ‘Los del Túnel’. Ambos hacen un descanso en una de las últimas de rodaje de la producción para atender a la prensa y contar los detalles de su nuevo proyecto. “Hacíamos sketches en Paramount Comedy” explica Montero sobre el origen de la serie “que eran dos romanos hablando sobre su vida cotidiana en el campamento. Cuando nos quedamos en paro escribimos un piloto y el desarrollo para que durase varias temporadas. El guion fue por varias televisiones y a todo el mundo le hacía mucha gracia pero nadie la compraba”.

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Maidagán retoma la narración y explica que, en realidad, ‘Justo antes de Cristo’ llegó a Movistar porque la serie que realmente quería venderle a la plataforma “no les encajaba”. “Y nos preguntaron si teníamos otra cosa, y sacamos esta sin mucha fe. Y resultó que era esta” explica sonriendo.

Recuperar el honor

A pesar del tiempo que pasó desde que surgió hasta que finalmente se convirtió en una serie, la idea inicial no ha cambiado demasiado y esta comedia sigue teniendo la intención de narrar la historia de Manio. “Un patricio romano hijo de un rico, que no ha hecho nada en su vida más que malgastarla” explica Montero. El personaje interpretado por Julián López es condenado a suicidarse, pero es incapaz de llevarlo a cabo. Cuando solicita una nueva pena, el joven es enviado a Tracia, a formar parte de la legión romana. “Así arranca la serie”, detalla el creador, “y la serie es la vida de Manio, que se lleva al campamento a su esclavo, con el que vive desde que eran pequeños. Es su vida cotidiana tratando de recuperar el honor que han perdido al no cumplir con su condena, porque su padre era el Magnífico, un gran personaje de Roma”.

Montero y Maidagán son conscientes de que la referencia obligatoria cuando se trata de comedia y romanos es ‘La Vida de Brian’, pero “no tiene nada que ver”. Más tarde, Borja Cobeaga apunta que "tiene mucho de 'MASH' en un campamento romano, donde están alejadísimos de la épica”. Para el cineasta donostiarra, que ha dirigido tres episodios, “más que una comedia de gags o de tíos disfrazados de mujer”, la serie tiene “un componente de aventuras muy grande, pero “empieza con que llevan no sé cuanto años en paz con los bárbaros. Son como los secundarios, o los que están al fondo en ‘Ben-Hur’. El último mono” insiste antes de aclarar que la producción se parece más a “una comedia de Berlanga o una comedia italiana de los años 50 y 60 que a cualquier otra cosa”.

"Un depresivo contemporáneo"

Con un 30% de escenas exteriores, ‘Justo antes de Cristo’ transcurre en Tracia, el campamento romano y sus alrededores. Lugares en los que Manio y su esclavo Agorástocles, interpretado por Touriñán, conviven con otros legionarios, algunos tribunos, la bella hija del general llegada desde Roma o un rico centurión. Personajes interpretados por caras conocidas del cine y la televisión como Manolo Solo, César Sarachu, Cecilia Freire, Eduardo Antuña o Manuel Tafallé. Otros como Arturo Valls o Fernando Esteso participarán como personajes episódicos en alguno de los doce episodios, divididos en dos temporadas, que se han rodado de la serie.

Montero, que describe a Manio como “un depresivo contemporáneo metido en la Roma republicana” solo tiene palabras de elogio para los diferentes equipos que han formado parte de la producción, y que se han contagiado de la felicidad que trasmite la historia, "y que también han transmitido a la historia". “En cuanto los actores venían a las pruebas y los disfrazabas de romanos se convertían en niños” reconoce el creador. Fue él quien le propuso a Borja Cobeaga que dirigiese algunos de los capítulos de la serie, debutando así en la dirección televisiva.

Vodevil, aventuras y parodia romántica

“Montero que es amigo, me preguntó si quería dirigir algún episodio, y después de leer los dos primeros le dije que sí” explica el cocreador de ‘Ocho Apellidos Vascos’ y ‘Pagafantas’. Acostumbrado a hacer “pelis y cosas de bares y casas” estrenarse en una serie de época ha sido todo un reto que, sobretodo, le ha enseñado a tener paciencia. “Nunca había hecho época” explica “y es precioso, y un coñazo. Porque tienes que tener a 40 figurantes, si son bárbaros con sus pieles y sus pelucas, si son romanos con sus armaduras. Y eso para alguien que no ha hecho época es un cambio radical total. Pasas de ensayar y rodar a ensayar, esperar a que le pongan la armadura y rodar.”

Otro de los mayores retos a los que se enfrentó fue a la climatología, aunque reconoce que el 90% de sus preocupaciones se las ha llevado un río que “aparecerá 12 segundos en pantalla”. A pesar de que los dos primeros episodios, que le sirvieron para hacerse una idea de la producción, "transcurren mucho en el campamento", Cobeaga se encontró con que los que debía dirigir él se ambientan “en una cueva, un monte y un bosque”. Lugares en los que rodaron una formación tortuga de la legión y una carrera por un prado de Julián López “que acabó con los pies sangrando”. Anécdotas de un rodaje que califica de “crudo” pero con el que se muestra completamente satisfecho.

Cobeaga no pone pegas a la hora de contar cómo son los tres capítulos de la primera temporada que ha dirigido. Porque aunque todos están dentro de la comedia, cada uno explora aspectos diferentes del género. “Uno es un vodevil, de enredos y de puertas, vamos, clasiquísimo. Otro es como de aventuras, porque es una patrulla romana que se pierde en el bosque, como 'Objetivo Birmania' pero en romano, y otro que es como parodia de drama romántico, con lo cual, cada episodio es un género diferente” explica.

Legión con acentos

“A Nacho Vigalondo y a mí los guiones nos gustaban tanto que les poníamos menos pegas de las que pondríamos a los nuestros” reconoce el creador. “Nos hemos identificado con el material muchísimo” añade antes de señalar que "Justo antes de Cristo’ tiene mucho de campamento pero también de cualquier telecomedia, en la que está la casa del protagonista, el barrio en el que vive, el bar al que va”. “En realidad” prosigue, “es una serie muy realista en lo que se refiere a recrear la época a través del vestuario y los decorados. Luego ves que dicen chorradas, pero no hay parodia. Los referentes no son 'Golfus de Roma', más bien 'Gladiator'. Está más cerca de ese intento de recreación, pero el contenido es muy absurdo”.

Tanto Cobeaga, como Montero y Maidagán reconocen que los intérpretes han mantenido sus acentos, sin exagerarlos ni esconderlos, porque “se ha dado la casualidad de que la mayoría de los tracios son gallegos. Que no les hemos pedido que pongan acento, sino que los actores son gallegos.” “Los acentos están asumidos con naturalidad” explica Cobeaga “bajo la premisa de que se habla castellano, no hay ninguna limitación lingüística”. “Básicamente, lo que se trasmite en ‘Justo antes de Cristo” apunta el director “es que los problemas que podrían tener un pijo o un esclavo de esa época son iguales de los que tiene un pijo y un esclavo de ahora”.