Caos absoluto en 'Batalla de restaurantes' por la imprevista petición de Alberto Chicote: "Una cagada"

Batalla de restaurantes se ha trasladado este jueves, 14 de marzo, a Murcia para encontrar el restaurante que sirve el mejor caldero, típico de la gastronomía de la región. El segundo local que han visitado los hosteleros ha sido la freiduría Mar Menor, en la que los dueños han vivido un momento de crisis que afortunadamente han podido superar.

La elaboración principal de la comanda estaba clara. Alberto Chicote y los concursantes tomarían caldero de primero, mientras que los segundos serían variados: un lenguado a la plancha, un bacalao, un timbal de ceviche y unos boquerones. Precisamente el lenguado, la elección del presentador, ha sido el alimento que ha traído problemas.

Antonio López, jefe de cocina del establecimiento, entraba a la cámara frigorífica para buscarlo. Tal ha sido su sorpresa cuando ha caído en que había ofrecido en carta un pescado del que no disponía. López y Mari, su pareja, se han puesto tensos al instante: "Llama a alguien para que te traiga un lenguado, porque no tengo". En ese punto, fuera de cocinas, los comensales ya disfrutaban el caldero.

"¡Necesito un lenguado como sea, tío! Tenemos un problema muy gordo", espetaba Antonio a un amigo por teléfono, al comprobar que el tiempo se le acababa y la petición de Chicote no estaba lista. Era entonces cuando su mujer explicaba la situación a los cámaras del formato de Zeppelin: "No habíamos previsto lo del lenguado y no hay".

De nuevo, los espectadores de la cadena verde podían ver a un López absolutamente nervioso, contactando con otro colega que le sacase del entuerto: "Mándame un lenguado con quien sea, pero ya. Ya mismo". En este rato de desesperación, los propietarios de la freiduría Mar Menor incluso se han planteado darle gato por liebre al conductor de La Sexta.

"Vamos a tener que meterle una lubina o algo", ha sugerido el participante, pero su chica pronto le ha quitado la idea: "Imagínate la cagada". "Ya, pero es lo que hay. ¿Qué quieres que te diga?", le ha respondido su marido, cortante. Finalmente, para tranquilidad del matrimonio, la pieza de lenguado ha llegado a tiempo y Alberto ha podido degustarla.