Cómo diferenciar las croquetas congeladas de las caseras, según el nutricionista Pablo Ojeda: las manos se quedan muy grasientas

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Las croquetas son, sin duda, una de las tapas preferidas por los españoles. Las hay para todos los paladares, desde los más exquisitos y gourmets hasta los que prefieren, las de toda la vida. Es cierto que cuando salimos a comer o a picar algo, las croquetas no suelen faltar en las cartas de los bares y restaurantes, pero ¿Cómo nos aseguramos de que sean caseras y de que no nos sirvan unas congeladas?

El nutricionista Pablo Ojeda ha visitado el plató de Más Vale Sábado para arrojar algo de luz sobre las croquetas, la tapa española por excelencia: "Si tienen tamaños uniformes y un color constante, son congeladas", esta ha sido la primera pista que ha ofrecido el experto. De hecho, ha colocado tres raciones de croquetas en diferentes platos y Adela González y Boris Izaguirre, conductores del programa, se han lanzado a adivinar cuáles son caseras y cuáles no.

Han elegido uno de los platos y han dado en el clavo porque "no tienen la forma perfecta", señala Adela. "Por lo tanto, cuando vemos unas croquetas uniformes en un bar, olvídate de pedirlas", indica Ojeda. "Luego te las recalientan y es un horror", añade la presentadora.

Ojo con las croquetas quemadas

A esto se suma que la bechamel es "un poco plástico" y no tiene la "esponjosidad" que caracteriza al interior de la croqueta. Otro indicador de que son congeladas es que "las manos se quedan muy grasientas". Asimismo, el dietista ha dado algún que otro consejo a la hora de pedir esta exquisita tapa: "Que no se queme mucho", puntualiza, ya que, cuando esto pasa, "aparece un componente químico que se llama la acrilamida, que dicen que es potencialmente cancerígena. Debemos tener cuidado", añade.

Asimismo, se ha referido a las freidoras de los bares como un elemento fundamental. "No es tanto el tiempo de uso de la freidora, como el tiempo de uso de esos aceites que se pegan hora y horas y horas funcionando". Posteriormente, ha partido por la mitad una croqueta totalmente casera en la que se aprecia "la esponjosidad".