"Esto no se puede emitir": Sandra Barneda, muy incómoda ante las "delicadas pruebas" aportadas por José Antonio Avilés

La noticia de la futura paternidad de Bertín Osborne con Gabriela Guillén ha vuelto a traer de vuelta a la actualidad televisiva a Chabeli Navarro. La joven asegura que vivió una situación con el cantante muy similar a la de Gabriela, protagonizando una incendiaria portada que, a su vez, ha devuelto a José Antonio Avilés a la palestra tras la finalización de Sálvame. Durante los últimos días, el colaborador ha intervenido en Así es la vida para aportar supuestas pruebas del tipo de relación existente entre el presentador de Mi casa es la tuya y la que fuera pareja de Kiko Rivera, un asunto que no ha terminado de gustar del todo a Sandra Barneda, quien trató de marcar distancias con Sálvame y sus prácticas en este sentido.

En un punto de la tertulia, y tras leer el último comunicado lanzado por Navarro, el polemista daba un paso al frente para afirmar que tenía pruebas determinantes que no podrían ver la luz pública. El cariz de sus palabras no convencía, en absoluto, a la presentadora, que le exigía mayor claridad y contundencia y menos juegos con el espectador, como suele ser habitual en él.

Con lo que no contaba Sandra era que este se levantaba directamente para hacerle partícipe del material que manejaba, lo que encendía una luz roja en ella: "Esto no se puede emitir. ¡Quítamelo! Es que ni siquiera sé si yo lo puedo ver", reaccionaba nada más ver algo en la tablet de Avilés. Él aclaraba entonces que se trataba de una presunta conversación de Chabeli con alguien del entorno más cercano a Bertín.

"¿Estoy autorizada para verlo?", le preguntaba acto seguido Barneda a la dirección del programa, a sabiendas de que necesitaba la autorización de una de las partes para poder leer esa conversación privada. José Antonio le daba entonces luz verde: "Sí. Esta conversación la ha facilitado una de las partes y ha dado la autorización para que los presentadores la lean".

Pese a ello, Sandra Barneda optaba por no leer mucho más, asegurando que se trataba de un asunto demasiado delicado: "Creo que estas conversaciones... de verdad, no quiero leer más. La dirección del programa lo tiene que valorar, porque creo que estas conversaciones podrían ser vinculantes". Sí se lanzaba un poco más Avilés, o eso pretendía, porque rápidamente la presentadora le cortaba de raíz: "Cuidado, Avilés, vamos con prudencia. Estás en este plató y vamos con prudencia", le frenaba, marcando así distancias con Sálvame en el tratamiento de según qué informaciones.

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El joven seguía sus órdenes y rebajaba el tono de su intervención, siendo Suso, más cercano a Chabeli y su entorno, quien sembraba la duda sobre la autenticidad de las pruebas: "Me dicen que esas conversaciones pueden estar manipuladas. ¿Tienes contrastado que esta conversación es tal cual así y no está hecha con un programa de Internet? Las conversaciones de WhatsApp se pueden manipular muy fácilmente". "No es solo texto, son audios también. ¿Se puede manipular también la voz? ¿Os creéis que Bertín envía un comunicado como el de ayer, con esos datos económicos, sin estar bien asesorado? El equipo de Osborne sabe muy bien lo que se hace".

Barneda volvía a retomar la palabra para dar carpetazo a este tema, consciente de que el debate estaba yendo por unos derroteros que poco tienen que ver con el tono blanco, fresco y veraniego del programa: "No hemos querido leer todos los mensajes, tendrás que pasarlos a la dirección del programa y ellos considerarán, porque son muy delicados", sentenciaba con rotundidad, cambiando radicalmente de tercio para hablar del distanciamiento entre Makoke y Terelu de la mano de Alejandra Rubio.