Jesulín se rompe con una inesperada imagen en 'El camino a casa' y explica el motivo de sus lágrimas

Jesulín de Ubrique fue el primer invitado al nuevo programa de La Sexta, El camino a casa. En este nuevo formato de Atresmedia, el torero realizó una ruta cargada de nostalgia, al volver a aquellos lugares que marcaron su infancia en Ubrique. Junto al escritor Albert Espinosa, el torero comenzó esta bonita experiencia en el colegio de su niñez. Jesús Janeiro recordó su pasión por el futbol y a Mercedes, su primera novia.

Aunque uno de los momentos más emotivos fue cuando el marido de María José Campanario se reencontró con su profesor Don Tomás. El tutor afirmó que no solo le dio clase a Jesulín, sino también a su hermano Víctor. Sin embargo, en sus últimos años de colegio, el diestro comenzó a ausentarse de la escuela para trabajar como torero.

Además, Don Tomás confesó que a Jesulín de Ubrique no le gustaba salir al recreo cuando comenzó a ganar fama en el mundo del toreo, ya que todos los niños lo trataban de forma diferente. Pero lo que no se esperaba para nada el diestro era las fotografías que le trajo su antiguo profesor. En estas imágenes se podía ver a un jovencísimo Jesulín en diferentes actividades con sus compañeros de colegio.

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D. R.

Aunque una fotografía de Jesulín junto a dos gatos que recogió en una excursión del colegio, hizo que el diestro no pudiese evitar la emoción. "Veo a mi hijo, es clavado", afirmó el torero, explicando a Albert Espinosa el motivo de sus lágrimas. Ante tal conmoción, Don Tomás le regaló a Jesulín de Ubrique esa fotografía que tanto le había emocionado. Tras esto, el programa de La Sexta rescató un trabajo que Jesús Janeiro hizo para su antiguo profesor y por el cual obtuvo un notable.

Sin embargo, este no fue el único momento en el que Jesulín de Ubrique se emocionó. El torero tampoco pudo contener las lágrimas al ver imágenes del largometraje Rocky. Y es que el diestro recordó la gran fortaleza y seguridad que el personaje de esta película le daba antes de salir al ruedo a torear. Aunque el momento culmen de este nostálgico viaje fue cuando Jesús Janeiro entró en la casa de su infancia.