Jugada insólita: Rafa Castaño le regala la supervivencia a Orestes en 'Pasapalabra'

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Rafa Castaño y Orestes Barbero volvieron a verse las caras en Pasapalabra, después de que el concursante sevillano recuperase su plaza en La silla azul. Un día más se entregaron al máximo para conseguir los 2.176.000 euros del bote, sin embargo, las prisas le jugaron una mala pasada a Orestes nada más arrancar la prueba de El rosco.

El concursante burgalés falló en la segunda letra; un "chascarrazo", como él mismo lo clasificó, que le obligó a pensar mucho más cada una de sus siguientes respuestas para evitar dar una mayor ventaja a su rival. Orestes finalizó la primera vuelta con un total de 21 aciertos y 27 segundos por delante, mientras que Rafa logró 18 aciertos, con una mayor cantidad de segundos (50") para seguir jugando.

Con la victoria en sus manos, Rafa siguió jugando hasta que cometió 2 fallos y empató con Orestes

Al final, con 22 aciertos y 2 fallos en el marcador, Orestes dejó que se agotaran los 11 segundos que todavía tenía. Rafa, por su lado, no tuvo más remedio que arriesgar, dado que su compañero tenía un acierto más que él. Antes de arrancar el turno, Roberto Leal le aclaró la situación en la que se encontraba: le bastaba un solo acierto, incluso cometiendo un fallo, para ganar el programa.

El concursante no las tenía todas consigo, pero decidió arriesgar: "Ya que puedo permitirme dos fallos, vamos a intentarlo". Iniciado el turno, llegó a la letra M y para su sorpresa dio con la respuesta correcta. Con 22 aciertos en el marcador, y ni un solo fallo, la victoria ya era suya, sin embargo, en ese momento, en lugar de callarse decidió responder también a la letra T. Fue entonces cuando falló, cometiendo su primer fallo.

En cualquier caso, Rafa Castaño ya tenía los 1200 euros del programa asegurados. Con 22 aciertos y un solo fallo había logrado imponerse a Orestes, que contaba con un fallo más que su adversario. En ese momento, el sevillano lo único que tenía que hacer era callarse y dejar que se agotaran los 13 segundos que todavía había en su marcador. ¿Lo hizo? No.

Inexplicablemente, Rafa optó por seguir jugando, a pesar de que ya no tenía opción alguna para pelear por el bote del programa. La victoria ya era suya, pero decidió seguir adelante y cometer un segundo fallo, perdiendo así la posición de ganador. ¿Forzó el empate? Claramente sí.

Son precisamente este tipo de jugadas las que habitualmente enfadan a un buen número de espectadores, que luego se dedican a criticar al programa en redes sociales. Resulta difícil de entender que teniendo la victoria en sus manos, un concursante decida perderla de forma gratuita.