La encerrona máxima en 'First Dates' que acaba bien: "Salí corriendo la última vez"

En First Dates todo es posible y, si no, que se lo pregunten a Rubén y a Roxana, los protagonistas de una de las citas emitidas este martes, 29 de noviembre. Él, tatuado hasta las trancas (cabeza incluida) y con la lengua bífida, ha asegurado que no es persona de excesivas exigencias en el amor, mientras que ella se define a sí misma como "la típica loca del c*** que te tiras y dices 'uy, problemas'".

En primera instancia, y con estas descripciones, los espectadores de Cuatro podrían haber pensado que esta pareja no tenía demasiado que ver, pero nada más lejos de la realidad. Ambos lo constataron en el pasado, pues, casualidades de la vida, se conocían desde hace más de una década. El momento del reencuentro ha sido un shock total.

"Éramos dos amigas, la morena y la rubia. Él se decantó por la rubia. La morena era yo"

"¿Qué haces aquí?", ha preguntado, incrédula, la chica de 27 años, que se ha lanzado a contar la extraña historia que les une: "Éramos dos amigas, la morena y la rubia. Entonces, él se decantó por la rubia. La morena era yo. Siempre íbamos juntos los tres, la gente se planteaba si éramos un trío extraño porque teníamos una confianza muy grande".

Sin embargo, tal y como ha detectado en el ambiente Carlos Sobera, el último encuentro de estos comensales no fue del todo agradable. "Nos dimos un beso y la cosa quedó ahí. Yo me fui por patas. Él se fue a Barcelona y no lo he vuelto a ver hasta hoy. De eso hace ya un año". El músico, a pesar de la sorpresa inicial, ha valorado de forma positiva la situación: "Impresiona para bien, en el mejor de los sentidos".

Tras acceder al restaurante y sentarse a la mesa, los jóvenes han continuado charlando. "Vengo porque me aburro con la vida, pero, por otro lado, si conozco a alguien, pues conozco a alguien", ha reconocido el catalán, intentando aportar algo de normalidad a una cita, ya de por sí, extraña. Entre tanto, Roxana seguía dando detalles de su amistad previa, revelando que su amiga y ella llegaban a intercambiarse las parejas, por lo que gozó de cierta intimidad con Rubén.

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Á. Roldán

"Por Rubén siento una gran amistad. Ha habido fases que hemos estado juntos y, otras, separados. Él me comprendió cuando poca gente lo hacía y yo a él también. Sí que sabemos que estamos el uno para el otro", ha señalado la relaciones públicas, que, un año después, sigue sin verse capaz de explicar por qué huyó de la casa del otro participante: "No sé decirte por qué me fui. Él me preguntó incluso si me podía besar, porque no quería ca*** nuestra amistad".

Si bien, según el chico, ambos encajan tanto a nivel físico como a nivel mental, Roxana se ha mostrado más reticente a que la aventura continúe: "Igual en un pasado éramos más afines, ahora no lo sé [...] Si pasó eso es porque quizá solo seamos eso, amigos". Finalmente, han accedido a tener una segunda cita en la que "recordar viejos tiempos" y, quién sabe, de la que surja un nuevo episodio de su historia.