Máxima tensión en unas duras calabazas en 'First Dates': "Te estás confundiendo conmigo"

Frederick e Isabel vivieron este jueves, 7 de julio, una de las citas más curiosas de la noche en 'First Dates'. El joven se presentaba en el restaurante como "el rey del planeta", un buscavidas que se definía a sí mismo "el próximo presidente del mundo", pero, sin embargo, no logró cautivar a la soltera, que terminó dándole donde más podía dolerle: en su ego.

Y es que la velada entre ellos arrancó bien, con una buena primera impresión que, lamentablemente, no fue mejorando a medida que avanzaba la cena. Los dos trataron de conocerse un poco más a fondo, pero la actitud de Isabel le hacía ver que tenía que derribar un muro para llegar hasta su corazón. El problema entre ambos era claro, y es que aunque a ella le gustan los chicos que van de sobrados, como reconocía en la intimidad del confesionario, lo cierto es que las experiencias con chicos así no habían acabado bien, por lo que no estaba dispuesta a caer en errores del pasado.

"Soy joven y estoy loco. Normalmente estoy fatal de la cabeza, soy horrible en todo. Soy un demonio, literal. Soy malísimo, pero parezco bueno, que es guay", reconocía Frederick sin ningún tipo de tapujo, algo que definitivamente hacía saltar las alarmas en ella. "Estos datos son clave para clasificarte", le espetaba con contundencia, aunque en el confesionario era todavía más clara: "Tiene algunos rasgos que me recuerdan a situaciones que no me gustaría repetir. Él no ha hecho nada raro, pero me recuerda a cosas que no quiero repetir".

Desde entonces, la soltera se cerraba en banda, consciente de a quien tenía delante. Es por esto que aunque pasaban al reservado para tomar el postre y jugar a los juegos propuestos por el programa, ella iba avisándole de que no tenía intención de besarle. "Un beso es un intercambio de energías, y yo la energía con la que me había quedado no era como para intercambiar nada más", valoraba a cámara mientras los espectadores presenciaban el desconcierto del joven al ser rechazado.

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Así llegaban a 'La decisión final', donde ella aprovechaba para sincerarse: "En ocasiones la cita ha sido bastante incómoda, pero en otras también me he sentido bien. Tengo que destacar que me has incomodado un poco, sobre todo cuando me has llamado tonta y loca". "No creo que te haya llamado tonta, loca sí. Son palabras que uso a veces, aunque no son para faltarte al respeto. Hay gente que se ofende y gente que no", replicaba él, restándole hierro al asunto.

Tras este breve intercambio de pareceres, Frederick se mostraba optimista: "Yo sí tendría una segunda cita, si ella quisiera, porque me ha parecido interesante y misteriosa, y eso no siempre pasa. No te pillo del todo. Bueno, creo que te pillo más de lo que crees, que te conozco un poco". Llegados a este punto, ella optaba por pararle los pies: "Creo que te estás confundiendo".

"Ah si, ¿no te conozco de nada, dices? Pues eso, yo sí que tendría una segunda cita", sentenciaba el soltero. Ella, en cambio, le daba calabazas: "Como pareja no la tendría". Pese a todas las señales anteriores, esta respuesta parecía pillarle de sorpresa: "¡Hostia!".

Isabel se explicaba: "Porque rey, tienes una personalidad... no es que no me guste, porque me gusta, pero eso tiene un camino que siempre acaba de la misma forma y no me gusta". "Ah, ok, has dicho que sí, pero has dicho que no a la misma vez", valoraba entonces él, tratando de encajar el golpe de la mejor forma posible, pero la joven se lo dejaba todavía más claro: "No, he dicho que no". "Ah, pues gracias por el buen momento. Que Dios te cuide, que te bendiga", concluía el soltero, dándole dos besos para poner punto y final al tenso momento.