"Me metieron en prisión": Adrián se descarna por completo en 'MasterChef 10'

Ya en los 'castings' de 'MasterChef 10', Adrián mostró su enorme fortaleza tanto dentro como fuera de los fogones. Entrega a entrega, los espectadores de Televisión Española han podido ir conociendo detalles de la vida del vasco, marcada por la muerte de su padre. Sin embargo, durante la primera prueba del programa de este lunes, 16 de mayo, el joven de 28 años se ha abierto en canal como nunca antes lo había hecho.

Al igual que sus compañeros, el concursante del 'talent show' producido por Shine Iberia debía elaborar y emplatar la misma receta que otro aspirante, en su caso, Verónica. La pareja ha optado por hacer una merluza en salsa verde con 'chips', un plato que ha cautivado a Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera. La buena valoración ha dado al de Vizcaya la confianza suficiente para hacer una confesión.

Adrián se sincera en 'MasterChef': "Me han arruinado la vida"

"Esto es un sueño para mí, una segunda oportunidad. Mi infancia fue bonita hasta cierto punto. Mi padre era mi padre, le quiero con toda mi alma, se mató en un accidente de moto y tomó malas decisiones. Le gustaba beber al hombre. Cuando venía de buenas, le esperaba y bien. Cuando venía de malas, pues me tocaba", ha desvelado Adrián, que justo después ha explicado de qué forma expulsaba la ira acumulada ante su complicada situación familiar.

"Las peleas que tenía era porque necesitaba desahogarme de casa. Estaba hecho un lío. Una pelea se descontroló y me defendí. Le hice una serie de lesiones, no tenía dinero para pagarlas. Me metieron tres meses en prisión. Lo pasé fatal, ahí me vi solo. Es una etapa que no se la deseo ni a mi peor enemigo", ha reconocido el técnico instalador.

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M. M.

El silencio se ha hecho entre los miembros del jurado, aunque por fin Rodríguez ha roto el hielo preguntando si ese fue el verdadero "punto de inflexión" de la vida de Adrián. "Sí, por eso digo que esto es una segunda oportunidad para mí. A mi madre se le cae la 'baba' viéndome aquí y para mí eso es un orgullo", ha comentado el participante del espacio culinario, que ahora sí que no ha podido aguantar las lágrimas.

"Me acuerdo de cuando me pegaba con la gente, de tener a mi madre en vilo toda la noche. Moraleja, piensa antes de actuar. Si te vienen a pegar, vete. Para muestra, un botón. Eso te arruina la vida, me han arruinado la vida", ha señalado el chico fuera de las cocinas de 'MasterChef'.