El doctor Pedro Cavadas impidió que Pablo Motos cerrase 'El hormiguero': su frase clave

Pablo Motos ha sido esta semana el protagonista de 'El sentido de la birra', podcast de Ricardo Moya donde el presentador de Antena 3 se ha sincerado sobre algunas de las cuestiones más controvertidas de 'El hormiguero': desde sus siempre polémicas entrevistas a líderes políticos al momento más complicado en la trayectoria del 'show', los días en que se planteó dejar de emitirlo.

Motos se sinceró sobre los momentos más duros de la pandemia, durante los primeros meses, cuando la incertidumbre sobre el virus le hizo plantear paralizar las emisiones de 'El hormiguero': "Cuando llegó la pandemia, al principio, pensabas que si abrías la ventana te morías. Entonces llegó un momento en el que pensé cortar el programa, irnos todos a casa para protegernos".

"La gente necesitaba que alguien cuidase de su estado de ánimo y de su mente"

Pese a sus dudas, finalmente decidió hacer más servicio público que nunca con su programa, tratando de acompañar a la audiencia en aquella época tan difícil. La clave se la dio el doctor Pedro Cavadas, quien le dijo una frase que le haría enfrentarse al directo de otro modo: "Tuve un momento muy vital y me acordé del doctor Cavadas, uno de los mejores cirujanos del mundo. Le pregunté sobre la gente que no tenía una parte de su cuerpo, si incluso así se quería vivir. El tío me explicó que la vida es como un niño en un tiovivo, da igual las vueltas que dé que el niño se va a ir llorando a casa, porque para él nunca es buen momento para irse, para morirse en este caso".

"Esa frase se me quedó clavada en ese momento donde estábamos todos acojonados y dije: 'Hostia, nunca es un buen momento para morirse'. A lo mejor dentro de un mes estoy muerto, pero yo voy a hacer el programa de televisión porque la gente necesita compañía, que haya algo que sucedía antes de la pandemia. Todos los programas eran una cosa muy rara, por videollamadas, y estábamos todos muertos de miedo. La gente necesitaba que siguiera pasando lo mismo que pasaba antes y alguien que cuidase de su estado de ánimo y de su mente", explicó Motos.

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Esta voluntad de servicio público es la misma que Pablo utiliza para justificar sus entrevistas a líderes políticos, con la de Santiago Abascal como la más cuestionada por "blanquear el fascismo": "Solo las hago si son elecciones, porque lo único que quiero es que la gente sepa quién es el que tengo delante y qué quiere. Yo no tengo por qué ser amable o cordial, ya que lo que quiero es ver la fortaleza de sus ideas".

En este sentido, el presentador reconoce que se siente "huérfano políticamente", por lo que le gustaría que alguno "lo convenciera para poder ir a votar con esa ilusión", algo que de momento no le sucede con ninguno de ellos: "En las dos elecciones que he cubierto no he ido a votar, porque no quiero entrevistar a alguien y después ir a votarle. Creo que tengo que hacer un servicio público porque el programa tiene mucha audiencia y sobre todo porque el programa está fuera de los tertulianos y los periódicos. Ahora quiero ser útil, entonces cuando llegan las elecciones quiero ser útil a través de esas entrevistas", sentencia el rostro de Atresmedia.