Paz Padilla, obligada a participar en el show más 'heavy' de 'Got Talent': "¡Qué c*****!"
La humorista se negó a ver la tercera y última parte del espectáculo de Sakir, y el concursante terminó incluyéndola en la misma para su sufrimiento
Sakir cerró la segunda semifinal de 'Got Talent España', y lo hizo con la actuación más desagradable de la noche a juzgar por lo mal que lo pasaron los miembros del jurado con ella. El concursante llegó poniendo a Dani Martínez en un aprieto, negándose inicialmente a participar por miedo a lo que podría pasar. Finalmente subía, aunque solo para comprobar la dureza de los bates de madera que el semifinalista iba a romper con su espinilla.
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Pese al temor de Dani, quien peor lo pasó fue Paz Padilla, incapaz de ver la última parte de su espectáculo: clavar unos enormes clavos con la frente. Precisamente a ella, que estaba poniendo permanentemente de manifiesto lo mal que lo estaba pasando, se dirigió para que colocase su mano sobre el último clavo.
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— Got Talent España (@GotTalentES) December 3, 2019
La humorista trataba entonces de negarse, sin ningún éxito: "¡Qué cabrón! ¿Me vayas a clavar a mí eso como si fuese Jesucristo? ¿Vas a poner mi mano aquí? ¿Para qué? ¡¿Para qué vengo yo a 'Got Talent' con lo bien que estoy en 'Sálvame'?!".
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Cuanto más se negaba, más interés tenía el concursante en que participase, por lo que finalmente accedía y el show concluía por todo lo alto. "¡Qué barbaridad!", afirmaba la propia Paz al no haber sentido dolor pese a tener su mano entre el clavo y la cabeza de Sakir. Tras todo esto, le daba la valoración más divertida de la velada: "Lo he pasado peor que un contenedor en Barcelona. Yo hubiera hecho lo de Albert Rivera: quitarme del medio. Sufro mucho estos espectáculos, ¡pero madre mía lo dura que tiene la cabeza!".
Sakir cerró la segunda semifinal de 'Got Talent España', y lo hizo con la actuación más desagradable de la noche a juzgar por lo mal que lo pasaron los miembros del jurado con ella. El concursante llegó poniendo a Dani Martínez en un aprieto, negándose inicialmente a participar por miedo a lo que podría pasar. Finalmente subía, aunque solo para comprobar la dureza de los bates de madera que el semifinalista iba a romper con su espinilla.