Desastre absoluto en 'MasterChef 7': bronca mayúscula en la peor noche de su historia

'MasterChef 7' vivió este martes, 2 de abril, su peor noche histórica tras seis años a sus espaldas. Así lo ponía de manifiesto Jordi Cruz, quien se veía obligado a cancelar los dos platos de uno de los equipos en la prueba de exteriores por el desastre en el cocinado. El juez se caracteriza por ser implacable, pero esta noche sacó su lado más duro si cabe: "Comprenderéis el mosqueo monumental que tengo hoy. Me habéis dejado al nivel del betún", les espetaba a los aspirantes.

[Sara, segunda expulsada de 'MasterChef 7' tras un error de principiante]

No fue este el único desastre de la noche, con una primera prueba en la que muy pocos concursantes lograron sacar la receta adelante, otra ronda de malas valoraciones que concluyó con Carlos derramando alguna lágrima tras no presentar nada decente.

Algo mejor fue la prueba de eliminación, gracias a enfrentarse a la elaboración de diferentes croquetas, un reto que todos los aspirantes superaron con mayor o menor fortuna, salvo Lali y Sara, con esta última diciendo adiós al concurso tras olvidarse de poner sal a sus recetas. Para conocer cómo llegó la joven hasta esta despedida, repasamos cómo fue una de las entregas más intensas de la historia del 'talent show' culinario de TVE.

Lágrimas de Carlos en la fallida prueba

Paco Torreblanca fue el protagonista del primer reto de la noche, ya que uno de sus clásicos postres fue la receta que decidió qué dos aspirantes capitanearían los equipos en la prueba de exteriores.

Alicia y Aleix fueron quienes empezaron peor la prueba, ya que ambos se olvidaron de uno de los ingredientes esenciales en el supermercado: la harina. Los dos se vieron obligados a tirar de imaginación para tratar de sacar una receta adelante, sin mucho éxito. Pero no fueron los únicos, ya que la prueba rozó el desastre.

El jurado se mostró muy duro con la mayoría de participantes. "Como no te pongas las pilas, serás de los primeros en irte", le espetó Jordi a Carlos, quien no pudo contener las lágrimas tras la merecida valoración recibida. "Me rompe el alma ver a un tiarrón como tú así como te veo", le decía entonces el juez al ver su reacción. "Un trabajo fallido porque no se puede comer", le decía a continuación a Eva.

Y así uno tras otro, a excepción de Osiris y Carmen, quienes presentaron algo muy similar a lo pedido, con él proclamándose como el mejor del complicado reto.

El peor equipo de la historia del concurso

El Castillo Palacio de Peñíscola fue el lugar elegido por 'MasterChef' para acoger la nueva prueba de exteriores de la edición, un escenario en el que los concursantes debieron alimentar a 150 comensales con platos típicos de la zona.

Carmen escogió a su equipo, mientras que Osiris hizo lo propio con los platos a realizar por su grupo, un reparto en el que él salió ganando pese a elegir las recetas más complejas. El equipo de Carmen se confió, y al final el tiempo se les echó encima, por muchas advertencias que Cruz les dio a lo largo del cocinado.

"Va a ser la primera vez en los seis años de 'MasterChef' en que no salga ningún plato de un equipo. Si a la hora no está cada uno de los platos, lo cancelo", decía Jordi poniéndose cada vez más serio con el equipo de Carmen. "El guiso está cancelado. Poneos con el postre, y no os digo más porque no os va a gustar", sentenciaba el juez minutos más tarde. Acto seguido era cancelado el postre, llevando al desastre al equipo. La capitana y una de sus compañeras, Laly, repartieron (con vergüenza) clemenules para evitar que los comensales se fueran sin comer.

"Equipo rojo, tengo aquí vuestro premio por el récord que acabáis de superar. Ahora yo voy a superar el reto del veredicto más cortito", dijo Jordi Cruz repartiendo los delantales negros entre el grupo de Carmen. "Comprenderéis el mosqueo monumental que tengo por lo vivido hoy, donde además hay cuatro miembros de mi equipo. Me habéis dejado al nivel del betún. Os la habéis pegado como nunca", valoraba Jordi ante una Carmen que, encima, era capaz de replicarle "que no sabía cocinar para 150 personas".

Carlos se revela como gran estratega

Carlos tuvo el privilegio de poder salvar a uno de sus compañeros de la prueba de eliminación, optando por Marcos. En su lugar, tuvo que meter a uno de los salvados, y se destapó como uno de los grandes estrategas de la edición.

"Osiris ocupará su lugar, porque es un 'crack' y puede con todo", afirmó delante de sus compañeros, algo diferente a lo que dijo en privado a cámara: "Esto es un concurso, y si quiero llegar a la final y el premio, quiero a los más flojos conmigo arriba salvados". Posteriormente, sería preguntado por los jueces, y ahí sí dio la cara: "Hay que eliminar a los fuertes".

Tras este cambio, los aspirantes tuvieron que confeccionar diferentes tipos de croquetas, cada uno de ellos con tres ingredientes estrella distintos con sus correspondientes rebozados. Los concursantes dieron el callo, esta vez sí, con unos resultados bastante satisfactorios.

Osiris fue uno de los mejores de la prueba, veredicto que aprovechó para mandar un recadito a Carlos: "Se lo voy a poner bien difícil, se va a enterar de lo que vale un peine". En el polo opuesto, Sara, quien se olvidó de echar sal a sus croquetas, un error de principiante que, en última instancia, le costó su permanencia en el programa al ser el elemento decisivo para decantar la balanza en favor de Laly, la otra concursante más débil de este reto.