'MasterChef 7' arranca con lágrimas, guerra entre el jurado y primer expulsado

'MasterChef' arrancó este martes, 26 de marzo, su séptima edición en TVE y, como de costumbre, lo hizo con la última fase del multitudinario casting. Eso sí, este año arrancó con una novedad, ya que cada jurado, como de 'La Voz' se tratase, capitaneará un equipo de aspirantes durante toda la temporada. Y el primero que perdió a uno de sus miembros fue el de Samantha, con Jeancha convirtiéndose en el primer expulsado: "Siento tristeza y frustración", afirmaba el joven.

[Jeancha, primer expulsado de 'MasterChef 7' tras bloquearse en la prueba de eliminación]

Como no podía ser de otro modo, la primera parte de esta entrega estuvo dedicada a la emoción, la tensión y las lágrimas de la última criba del casting, donde cada aspirante puso toda la carne en el asador para conseguir su plaza en el programa, algo que solo 15 de ellos consiguieron.

Una vez elegidos, el 'talent show' culinario se desplazó a Burgos para ejecutar su primera competición por equipos tras la cual solo el de Pepe se salvó de acudir a eliminación esta semana. Los bocadillos fueron los protagonistas de la última prueba que, en última instancia, le costó a Jeancha su participación tras ejecutar recetas "secas y con pocos ingredientes", completamente superado por los nervios e incapaz de contener lás lágrimas.

Trufas quemadas, en Burgos

Tras seleccionar a los 15 aspirantes de esta edición, el equipo de 'MasterChef' se desplazó hasta Burgos para llevar a cabo su primera prueba. Divididos en los tres equipos correspondientes a cada "mentor", los concursantes se enfrentaron al reto de elaborar un menú que tuviera como base la cerveza.

Los tres equipos sufrieron dificultades para sacar adelante el cocinado, pero fue el de Samantha el que peor gestionó los tiempos y platos, hasta el punto de quedarse sin sacar uno de los postres tras haber pasado en exceso el producto principal.

"No entiendo el desastre. Habéis jugado a hacer dos rebozados diferentes, habéis descuidado el postre hasta el punto de no sacarlo", les espetaba la jueza. El líder del grupo se echaba la culpa a las espaldas, pero nada podía hacer para evitar acudir a la prueba de eliminación.

A diferencia de Vállejo-Nagera, tanto Pepe como Jordi se mostraron muy satisfechos y orgullosos con cómo sus pupilos se habían comportado pese a los nervios de la primera prueba, siendo el equipo de Rodrígez el que se hizo con la victoria, enviando al de Cruz también a eliminación.

Prueba de eliminación

Aitana, la mejor de la prueba anterior, tuvo el privilegio de salvar de la prueba de eliminación a uno de sus compañeros, optando por su amiga Aitana, la que fuera líder del equipo de Jordi. Para evitar poner mucha presión en la primera eliminación, el jurado apostó por proponer a los aspirantes cocinar la mayor cantidad de bocadillos elaborados posibles, pudiendo incluso amasar su propio pan.

Hasta cuatro exconcursantes de la anterior edición regresaron para catar las diferentes propuestas presentadas por los aspirantes. Mucha variedad y mucha cantidad, pero poca calidad en este importante reto, a juzgar por las valoraciones del jurado: "Os habéis preocupado más por la cantidad que por hacer bocadillos originales y ricos, lo más alejado a lo que os daban de pequeños".

Pese a esto, Aleix, Marcos y Carlos destacaron por encima de sus compañeros por sus propuestas más arriesgadas, seguidos de Teresa, Gloria y Laly, las cuales vieron premiado su esfuerzo por presentar muchas propuestas.

Valentín, Carmen y Jeancha fueron entonces los peores de la prueba, con los jueces decantándose por expulsar a este último por la escasez de ingredientes utilizados en sus bocadillos y, sobre todo, por lo secos que estaban a pesar de la poca complejidad de sus recetas.