Bronca máxima entre Ylenia y Raquel en 'GH Dúo': "¡A mí no me empujes!"

No ha sido un buen fin de semana para Ylenia y Raquel en'GH Dúo'. Tras la expulsión de Fede el pasado jueves, la relación entre ambas no ha mejorado, derivando en una espectacular bronca marcada por los gritos, la tensión y las lágrimas: "¡A mí no me empujes!", decía Raquel poniendo punto y final a la disputa.

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Todo comenzaba con Ylenia atravesando nuevamente un momento de bajón por tener que formar pareja con Raquel, con quien no tiene nada de 'feeling'. Las dos se encontraban desahogándose con Candela cuando saltaba la chispa. Ylenia afirmaba que no se sentía cómoda con ella, y Raquel intentaba calmarla: "Yo no te hago nada aquí, ni bueno ni malo. No pretendo hacerte peor el concurso. Eso sí, ya te he pasado una y dos, no habrá una tercera".

Raquel, a Ylenia: "No voy a consentir que digas nada de mi familia nunca más"

Estas palabras encendían más a Ylenia, quien comenzaba a agobiarse al encontrarse las dos unidas por el corazón de la prueba. Raquel proseguía con su discurso: "No eres mala persona pero ya he aguantado mucho y no voy a consentir que digas nada de mi familia nunca más". Ylenia explotaba: "¿Pero quién habla de buenas o malas personas? ¡Yo no digo que tú lo seas! ¿Que yo no puedo hablar de Charlie? ¡Ja! Le conozco desde hace cinco años, hablo de él si me da la gana. Es una falsa, es un bicho, una manipuladora, siempre va por lo bajo".

Llegados a este punto las dos comenzaban a forcejear dentro de ese particular atuendo. Ylenia quería abandonar la habitación, pero Raquel se resistía: "Yo estaba aquí hablando con Candela tan tranquilamente, no me quiero ir". Ylenia continuaba tirando, saliendo por la puerta completamente encendida y casi fuera de sí. Raquel era arrastrada y, aunque trataba de aferrarse a la puerta, la fuerza de Ylenia la llevaba a la cocina.

Allí continuaban los gritos, donde Raquel se quejaba del empujón anteriormente citado: "Yo estaba hablando tranquilamente con Candela y esta se ha puesto así sin venir a cuento", explicaba a sus compañeros, arremolinados para tratar de calmar la situación.

Ylenia se quitaba entonces el disfraz de corazón y corría al confesionario a derrumbarse. No tardaría mucho más en hacerlo Raquel, llorando como nunca antes en esta edición, cansada de las broncas que viven día sí, día también. "Le he perdonado un montón de veces porque sé que es buena niña, pero no aguanto más porque yo no le he hecho nada", concluía.