Adiós al Benidorm Fest 2024: luces y sombras de la preselección española para Eurovisión

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El día por fin ha llegado. Este sábado, 3 de febrero, Nebulossa, Angy Fernández, Sofía Coll, Miss Caffeína, st. Pedro, María Peláe, Jorge González y Almácor competirán en la final del Benidorm Fest 2024 por ser el representante de España en el próximo Festival de Eurovisión, que se celebrará en Malmö los días 7, 9 y 11 de mayo. Al elegido se le encomendará la misión de mejorar el 17º puesto de Blanca Paloma, cuya impecable representación en el escenario de EaEa no fue valorada por el televoto europeo.

Ahora que la tercera edición de la preselección eurovisiva está a punto de echar el cierre, a RTVE le toca sacar conclusiones y, a los medios de comunicación, valorar qué ha mejorado el ente público y qué le queda por mejorar de su producto estrella. Un producto estrella que, por cierto, tendrá una cuarta edición, como estipulaba el contrato que la Corporación firmó con la Generalitat Valenciana en 2021.

El Confi TV, la sección de televisión de El Confidencial, ha pasado prácticamente toda la semana en Benidorm, siguiendo lo que sucedía de cara a la galería, pero también detrás de esta, por lo que se encuentra en posición de analizar las sombras y las luces que ha tenido el certamen de 2024. Tras un primer episodio marcado por la polémica y un segundo que huía de esta a toda costa, el presente Benidorm Fest estaba llamado a ser el de la consolidación, el de ser considerado un formato asentado entre los espectadores. A falta de conocer el dato de audiencia de la final, en los siguientes párrafos, este periódico reflexiona si, al menos, se ha aproximado.

Las sombras

El sonido no puede ser la eterna asignatura pendiente

La técnica no puede ni debe ser el talón de Aquiles de una gala en la que la música es el centro de todo. Es de justicia decir que RTVE ha trabajado a contrarreloj para que la mejora del sonido entre la primera y la segunda semifinal fuera evidente, y en cierto modo lo consiguió. Eso sí, la puesta de largo, la primera criba, quedó lastrada por errores de bulto, como que se escuchara el sonido ambiente en exceso o que las bases de las canciones eclipsaran la voz de los artistas, en ocasiones.

El día posterior a la primera semifinal, María Eizaguirre, directora de Comunicación y Participación de RTVE, aseguró que la mezcla de sonido había salido del Palau hacia la unidad móvil de manera correcta, señalando que el fallo había sido detectado en la salida de la señal para ser emitida en televisión. Una distorsión que incomodó a un gran número de televidentes que seguían la retransmisión en La 1.

Urge el televoto gratuito

Tan importante como que exista un jurado profesional, con criterios acotados por un comité de expertos, es que la sociedad española pueda verse debidamente implicada en el proceso de selección de su representante en Eurovisión. Son varios concursos (Operación triunfo, por ejemplo) los que desecharon el voto telefónico y permitieron el voto mediante aplicación móvil, a coste cero. A pesar de las insistencias de la prensa y de las promesas del ente, la realidad es que esto no ha llegado aún al Benidorm Fest.

Según los números aportados por la propia cadena pública, el televoto da muestras de ser poco representativo. En la primera semifinal, se recibieron 12.275 votos, de los cuales 7.020 (un 57%) fueron para Mantra, que ni siquiera se aseguró su continuidad en la preselección. En la segunda, la participación cayó en picado, ya que se registraron menos de la mitad, 6.375 votos. A Jorge González le bastaron menos de 2.000 votos (un 22%) para triunfar en esta categoría.

¿Qué quiere RTVE que sea su producto estrella?

Tres ediciones del Benidorm Fest parecen más que suficientes para delimitar el objetivo del concurso, si bien RTVE no lo termina de dejar claro. En 2022, cuando nació el proyecto, la Corporación tenía intención de que se afianzase "como un referente en Europa de la música española". Probablemente, el histórico tercer puesto de Chanel Terrero aquel año en Eurovisión cambiase las miras de la organización, que enfocó la cita alicantina como una preselección para el festival.

Quizá ambas visiones no sean incompatibles. Sin embargo, lo cierto es que choca ver a Rayden, concursante de 2022 y asesor en la selección de temas de 2024, plantear en una mesa redonda con periodistas especializados que "hay dejar atrás lo eurovisivo y apostar por lo Benidormfestivo", mientras Beatriz Luengo, portavoz del jurado de este año, afirma en la primera semifinal que los expertos se enfocarían en el pack que más se ajustase el contexto de Eurovisión.

Las luces

Igualdad de criterio nacional e internacional en el jurado

La marca más certera de que, en 2023, TVE miró más a Europa que a lo que se cocía dentro de nuestras fronteras, la encontramos en los nombres que componían el jurado profesional. Hasta cinco expertos (Christer Björkman, Nicola Caligiore, Tali Eshkoli, Katrina Leskanich y William Lee Adams) eran jueces internacionales, en contraste con los nacionales, solo tres: Nina, Irene Valiente y José Juan Santana.

Este año, la Corporación ha otorgado el mismo peso a los expertos de nuestra industria musical (Beatriz Luengo, Guille Milkyway, Carlos Baute y Ángela Carrasco) que a los de las tendencias extranjeras (Lee Smithurst, David Tserunyan, Marta Pierkaska y Nicoline Refsing), lo que hace crecer las posibilidades de que la propuesta que vaya a Eurovisión pueda resultar atractiva y representativa de lo que se escucha en España y, a la vez, enganchar a un espectador inglés, sueco o rumano.

TVE ha dado en la tecla con los presentadores

En esta ocasión, Mónica Naranjo, Inés Hernand y Rodrigo Vázquez cedían los mandos del Benidorm Fest a otro trío de presentadores, Ruth Lorenzo, Ana Prada y Marc Calderó. TVE volvía a apostar por la combinación de rostros asociados a la casa con una cantante potente, que, en 2024, no podía ser otra que Lorenzo, cuando se cumplen 10 años de su participación en Eurovisión.

Los comienzos no son fáciles, y Calderó dio buena cuenta de ello a nuestro periódico, en exclusiva, después de la primera semifinal. En esta primera gala, los conductores pecaron de encorsetados, de ceñirse en exceso al guion y de añadir demasiados datos eurovisivos que ralentizaban el ritmo. No obstante, tomaron buena nota de las críticas y se soltaron en la segunda semifinal, haciéndo bromas y controlando la situación cuando tocaba, en momentos de tensión como los abucheos del público al jurado por su discreta valoración de Jorge González.

Mención aparte merece Inés Hernand. La joven comunicadora salió del plantel de presentadores principales para ponerse al frente de las pre y posgalas del concurso, junto a Aitor Albizua. Eso sí, Hernand ha tenido sus apariciones estelares en las semifinales, donde no han faltado sus típicos irreverentes comentarios con los que desengrasar la tensión del directo.

Un cartel atractivo para los escépticos

Independientemente de lo que ocurra esta noche, TVE puede congratularse de haber vuelto a atraer a grandes artistas al Benidorm Fest y haberles dado espacio para mostrar su música en horario de máxima audiencia. El año pasado, los televidentes encontraron difícil identificarse con un cartel en el que primaban los nombres emergentes, que, vaya por delante, deben tener su hueco en la preselección.

En 2024, el mero hecho de que se asocie la marca Benidorm Fest a nombres como Miss Caffeína o María Peláe hace pensar que el ente público ha trabajado en que la imagen de Eurovisión, tan denostada a veces en España, esté en el lugar que corresponde. El salto cualitativo no es tan evidente a nivel cuantitativo, pero los datos ya respaldan una mínima mejora. La primera semifinal registró un 10,8%, 0,8 puntos más que su homóloga del año pasado; la segunda, un 10,5%, por lo que crece más de un punto desde 2023.